Olympustime ; foro de rol

Fiesta de Fin de Año

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WeasleyE'
CAT_IMG Posted on 14/4/2013, 00:28




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La calle estaba abarrotada de coches, asi que tuve que aparcar bastante lejos del pub. Hacía frío, aunque nada comparado con el que había vivido años anteriores. Pasa por algunos coches que se movían, estando aparcados, creo que no me hacía falta imaginarme mucho por qué. Era fin de año, y pasaba de todo entre cualquiera.
Antes de entrar me miré en el reflejo de la puerta. Hacia bastantes días que no me afeitaba y comparado más de uno que estaría dentro, parecería un vagabundo. Me froté la barbilla, picaba por la barba. No importaba, mi encanto siempre iba conmigo, era una de las ventajas de ser Logan Gartner.
Abrí la puerta con dificultad, alguien estaba apoyada sobre ella.
(Chico) - ¡Perdona tio! - dijo alegre y cantarín. Primer borracho de la noche. Me aparté antes de que se me pudiera acerca. El pub estaba lleno de gente que bailaban, bebían y reían. Busqué por encima de las cabezas a Chase, pero no daba con él. ¿Habría venido? Sí, seguro que sí. A la espera de que apareciera decidí pedirme algo de beber. Hoy era una noche especial, y se la habrían dado libre tanto a Lorrein como a Natalie pues una chica pelirroja y bastante alta fue la que me sirvió la bebida.
(Lorrein) - Esté donde esté yo, tú siempre estas en la barra - dijo una voz conocida. Miré a Lorrein de arriba a abajo, no estaba acostumbrado a verlo en 'eventos' como este.
- He de admitir, que estas incluso más guapa que yo, pero solo hoy - soltó una divertida carcajada.
(Lorrein) - Pensaba que me habías dicho que no venías.
- Cambio de planos, aunque no me quedaré mucho. - esa risa dulce que tanto me gustaba sonó a todo volumen. Dirigí mi mirada hacia el improvisado escenario y allí estaba, Sadie con un vestido rojo que le definía su perfecta figura, lista para cantar con Chase. Me crucé de brazos, esperando a que cantaran la canción, parecía ser que don besucón había decidido ponerse tímido. Al fín se decidieron y comenzaron a entonar una canción, lo hacían realmente bien. Sus voces encajaban a la perfección. Mierda. Realmente me estaba molestando, y no podía hacer nada porque había sido yo el que había escogido dejarla marchar.
(Lorrein) - Vaya... - dijo maravillada. La fulminé con la mirada - Admitelo son geniales.
- Lo peor, es que lo admito. - me bebí del tirón lo que quedaba en el vaso, justo en el momento en el que terminaban la canción. Me adentré entre la gente, intentando cruzar hasta el escenario para en cuanto bajaran, hablar con Chase. Alguien me dió unos toquecitos en el hombro, pero al girarme solo pude ver una melena rubia y un vestido color plomo, escabulléndose de la gente. No le di importancia y busqué de nuevo al cabeza de chorlito. Finalmente lo encontré. Sadie hablaba con otra chica, era el momento perfecto. Le eché el brazo a Chase por encima del hombro y le obligué a seguirme.
- Feliz año nuevo, amigo - dije con una ladeada sonrisa.
(Chase) - ¿Qué? ¡Suéltame! - intentó deshacerse de mi brazo, pero no lo consiguió.
- Tenemos que hablar, a menos que te hayas dejado la voz cantando.
(Chase) - ¿Te ha gustado? Seguro que sí - dijo desafiante para picarme. Intente mantener la calma y disimular con una amplia y falsa sonrisa.
Le llevé a un sitio más tranquilo del pub y lo acorralé evitando que se me escapara.
(Chase) - ¿Se puede saber que quieres? Eres bastante pesado.
- ¿En qué trabaja tu padre? – le pregunté sin más preámbulos.
(Chase) - ¿Qué? – preguntó, más bien confuso por la pregunta.
- Se buen chico y no me hagas repetir la pregunta.
(Chase) – Aquí, es el dueño del pub – cedió finalmente.
- ¿Algo más? – descifré perfectamente su expresión. - ¿Qué sabes, Chase?
(Chase) – No sé nada – dijo sincero.
- ¿Sabes todo el tema de las desapariciones? – Torció un poco la cabeza - ¡Bingo!
(Chase) – Eso es imposible – intentó apartarse de mi pero nuevamente le bloqueé el camino.
- Te lo puedo asegurar, al cien por cien.
(Chase) - ¿Insinúas que mi padre es un secuestrado? – comenzó a ponerse algo rojo y sus facciones se endurecieron. Se acercó a mí, y se irguió quedando incluso más alto que yo – deja de decir estupideces.
- Y tú, ¿por qué estás tan seguro de que no lo es? – le dije intentando quitarle importancia a como se estaba poniendo.
(Chase) – Lo sé, le conozco – levanté las cejas y sonreí.
- ¿Estás seguro? – su posición no cambió, pero sí su expresión, parecía que le iba desconcertando – No confío en tu padre, en que pueda acercarse a ella – torcí la cabeza señalando hacia donde se suponía que estaba Sadie – sin embargo, y aunque parezca extraño - ¿estaba a punto de decir esto de verdad? – en ti sí, asi que tendrás que elegir si proteger a la chica o defender al padre. – nuevamente la música comenzó a sonar más fuerte, alguien había subido al karaoke de nuevo. Sadie, Natalie y su otra amiga estaban sobre el escenario.
- Bonitas vistas – dije prestando toda mi atención y cortando nuestra conversación, sin evitar notar como Chase me lanzaba una mirada de odio. Comenzaron a cantar y podría decir que parecía un grupo profesional. Esta actuación si que la estaba disfrutando. Sadie nos encontró en una de sus miradas hacia el público. Ignoraba si Chase la miraba o que estaba haciendo, pero yo la saludé moviendo lúdicamente los dedos y con una pícara sonrisa. ¿Por qué era bipolar? Tenía que decidirme alguna vez que posición tomar.
(Chase) - ¿Y tú como sabes lo de mi padre? – atajó y me interrumpió la diversión. Puse los ojos en blanco, allá íbamos otra vez.
- Tengo mis contactos – dije dándole un pequeño codazo.
(Chase) – Sabes, yo no confío en ti.
- Que sorpresa… - dije irónicamente.
(Chase) – Aléjate de mi, de mi padre y especialmente de ella – le miré de reojo – tu turno pasó.
- ¿Mi turno? – Entonces lo comprendí - ¡aaah! Se nos puso casanova – apretó la mandíbula y no tuve más remedio que reirme. Esta noche estaba especialmente ‘pasota’ del tema, apenas me molestaba. Las chicas acababan de terminar la canción, fuertes aplausos retumbaron en el pub, incluidos los míos.
- Creo que es hora de irme – me di la vuelta para irme pero volví a dirigirme una última vez a Chase – y recuerda, si bebes, no conduzcas – dije en tono guasón.
Me colé entré la gente y cuando estaba apunto de llegar a la puerta me agarraron del brazo.
- Feliz año nuevo, Sadie – sabía perfectamente que era ella.
 
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WeasleyE'
CAT_IMG Posted on 4/5/2013, 13:07




LORREINFINANOpng_iqj6
Quizás había llegado demasiado temprano. Muy poca gente ya disfrutaba de la fiesta en el pub, es más, aún estaban ultimando los últimos detalles Mike y la empleadas de la noche.
(Mike) - ¡Justo a tiempo! - dijo al verme - Ayudame con esto - estaba terminando de poner el karaoke.
- Es mi noche libre, ahí tienes a dos que te pueden ayudar.
(Mike) - No seas terca, ven y ayudame - puse los ojos en blanco, a veces era demasiado buena. Le ayudé a poner a punto el karaoke: el sonido al volumen ideal, la música para que sonara cuando nadie cantaba, etc.
Comenzaba a animarse la fiesta conforme pasaban los minutos. Poco después apenas podía caberse, estaba siendo todo un éxito.
La gente reía, bebía, bailaba y poco a poco me iba dando cuenta de cómo no conocía a nadie. Siempre había estado trabajando o buscando a mi hermano, encerrada en el pasado. No podía seguir así, tenía que comenzar a olvidarme del tema, tenía que.. vivir. Me armé de valor y salí a bailar, al principio estaba sola pero como en toda fiesta poco a poco fue acercándose gente para bailar. Hacía tiempo que no lo pasaba tan bien. A pesar de que apenas podía dar un paso con los tacones intenté dar lo mejor de mi 'en la pista'.
(Chica) - ¿Tú eres la camarera verdad? - me dijo una chica que bailaba cerca mía, asentí - ¡Nunca te había visto fuera de la barra! - me gritó pues con la música apenas podía oírla. Me encogí de hombros, llevaba razón.
Una figura con chaqueta de cuero negro me llamó la atención. Salí del baile, algo cansada, llevaba al menos quince minutos bailando lo que se dice 'sin parar'.
- Esté donde esté yo, tú siempre estas en la barra - dije acercándome a él.
(Logan) - He de admitir, que estás incluso más guapa que yo, pero solo hoy - me reí, solo podía hacer ese tipo de comentarios él.
- Pensaba que me habías dicho que no venías.
(Logan) - Cambio de planes, aunque no me quedaré mucho. - su mirada se desvió hacia el improvisado escenario. Sadie y Chase estaban a punto de empezar a cantar con el karaoke. Había estado cantando algunos muy malos, y bueno, no sabía como lo harían ellos. La voz dulce de ella destacaba sobre la grave de él, provocando entre ambos un precioso sonido. Ella se movía gracil alrededor de él que cantaba más tímidamente.
- Vaya... - dije asombrada - Admitelo son geniales.
(Logan) - Lo peor, es que lo admito. - lo había dicho casi sin pensar en la relación que tenían o habían tenido él y Sadie. Cuando quise mirarle otra vez, había desaparecido, para variar.
Comenzaba a envidiarlos, ¿a los dos o solo a ella? ¿Por qué? Sacudí la cabeza. Alguién me asustó por la espalda.
(Natalie) - ¡Feliz año nuevo! - dijo con una radiante sonrisa en la cara. Le dije lo mismo y le di un abrazo. Pegó un pequeño grito al darse cuenta de quien cantaba. Los obervó con una gran sonrisa.
(Natalie) - Debería ponerle un nombre, como pareja. - la miré de reojos, se había quedado pensativa.
- ¿Chadie? - dije bromeando, pero al parecer se lo tomó muy enserio.
(Natalie) - ¡Es perfecto!
- Lo que tu digas - dije riéndome, menuda tontería. - ¿Has venido sola? - le pregunté intentando cambiar de tema.
(Natalie) - Claro, ¿con quién iba a venir? - me contestó algo nerviosa, ¿ocultando algo, quizás?
'Chadie' acabó la canción y se bajaron del escenario. Ella se acercó a nosotras y saludó efusivamente a Natalie. Conmigo bastó con un 'Feliz año nuevo' y una breve sonrisa. Natalie sacó su movil y me pidió que les hiciera una foto. Me sentí algo, como lo diría, ¿marginada?
(Natalie) - Haznos una a Lorrein y a mi - le pidió Natalie a Sadie. La miré extrañada. - ¿no quieres? - 'sí, es solo que pensaba que no nos la haríamos', lo resumí en un movimiento de cabeza. Nada más echarla aquella chica, ¿Mia? se acercó, las saludó y a mi me lanzó una mirada.. bueno, no hace falta describirla.
(Mia) - El karaoke está libre, ¿cantamos las tres? - dijo completamente ignorándome. Sadie asintió y Natalie negó rotúndamente.
(Mia) - ¿Qué? ¡Tú también! - comenzaron a tirar de ella, pero Natalie se resistía.
(Sadie) - Si conseguimos que esquiaras, esto también.
(Natalie) - ¡No! - me estaban entrando ganas de escucharla, si cantaba bien me encantaría y si no, bueno, igual nos echábamos unas risas.
- Si tú cantas, voy yo después - solté confiando totalmente en mi capacidad para cantar. Me miraron las tres.
(Natalie) - Lo dices porque seguro que cantas bien.
- ¡Que va! - mentí. No tenía una gran voz, pero no se me daba mal. - ¿y tú por qué no quieres?
(Natalie) - ¿Y si hago el ridículo? ¿Y si me tropiezo?
(Mia) - ¿Por eso es? ¡Pensaba que no sabías cantar! - dió un tirón más fuerte y consiguió arrastrarla.
(Natalie) - ¡Luego vas tú! - me gritó mientras se alejaba.
Subieron las tres al escenario y eligieron una canción. Le dijeron algo a Natalie al oído y ella comenzó a negar, pero parecía ser que ellas mandaban. Comenzó la canció y Mia le dió un cozado a Natalie, al parecer lo que querían era que ella empezara. Tímida, cantaba con la cabeza agachada.
- Vamos, venga.. - dije susurrando, su voz se escuchaba preciosa y seguro que no hacía el ridículo. Finalmente levantó la cabeza, sonrió, creo que al ver a alguien entre el público, y se animó algo más. Compartieron letra y acabaron las tres cantando. Después de esto.. ¿realmente iba a subir arriba? ¿Y si me iba ahora sin que nadie se diera cuenta? Acabaron la canción entre risas las tres y no tuve más remedio que sonreir, parecían grandes amigas. Igual algún día conseguía caerles mejor.
(Chico) - Hola preciosa - me dijo un chico alto, moreno y doble de espaldas. Sonreí. - ¿estas sola? - por su voz se notaba que estaba lo suficientemente borracho como para ponerse ahora pesado. Le ignoré. - te he hecho una pregunta - se acercó y me tocó el brazo.
- Dejame - dije apartándome bruscamente.
(Chico) - ¿Por qué? - volvió a arrimarse y está vez me agarró de la cintura impidiendo que me apartara. Se acercó más y pude oler su aliente, que asco.
- ¡Que me sueltes te digo! - se rió.
(Chase) - ¡Eh! - Chase se acercó echo una furia y le pegó un empujón. Me tambaleé sobre los tacones. El otro tío sacó pecho intentando ponerse por encima de Chase.
(Chico) - ¿Y tú eres?
(Chase) - ¡Qué más te da! ¡Fuera! - le volvió a pegar un empujón y esta vez parecía que Chase era mucho más grande que él. Nos miró con cara de asco y se alejó.
(Chase) - ¿Estás bien? - me preguntó. Asentí mientras me alisaba el vestido. Me temblaban un poco las piernas.
- Gracias - dije sincera y con mi mejor sonrisa.
(Chase) - Que asco me dan - asentí - por cierto, ¡feliz año nuevo! - se lo devolví. Una expresión sincera asomó por su cara.
- Emm.. - no sabía que decir, ¿por qué me había puesto nerviosa? - ¡cantas genial!
(Chase) - Que va, lo justo - me fijé en como llevaba el pelo, repeinado hacia atrás. Estaba muy guapo - aunque también depende de con quien cante - noté ese 'es por Sadie, es perfecta' en su voz y en su mirada. Intenté disimular mi expresión de incomodidad.
- Claro, sois Chadie - dije irónicamente. Me miró confuso - cosas de Natalie - le aclaré y se rió.
(Natalie) - ¡Lorrein! - hablando del rey de Roma - ¡te toca! El karaoke está libre.
(Chase) - ¿También cantas? - dijo sorprendido.
- No, solo quería que ella cantara, no voy a cantar.
(Natalie) - ¿Qué? ¡A mi no me la juegas! - tiró de mi y solo me dió tiempo de despedirme con la mano de él.
- Te odiaré siempre si me hace subir ahí.
(Natalie) - Asumiré el riesgo - me obligó a subir al karaoke. Busqué entre las canciones, ¿una rápida? ¿una lenta? Comencé a sudar un poco, no me gustaba destacar, no me gustaba que me miraran tanto y me estaba poniendo muy nerviosa.
 
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dbCris
CAT_IMG Posted on 15/6/2013, 16:19




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Aparcó la moto cerca del pub pero no demasiado para evitar que los borrachos pudieran destrozarla. Dejé el abrigo en el guardarropa. Sentí la mirada de Kyle recorriéndome.
(Kyle) - ¿Te he dicho lo preciosa que estás esta noche? - Me quedé pensativa.
- Solo un par de veces. - Sonreí.
El pub estaba decorado con guirnarlas de colores, estrellas y otros adornos. Un pequeño árbol de Navidad estaba colocado en un rincón. Aunque había gente todavía se podía andar con soltura. Un par de camareros rondaban por la sala, tratando de atraer clientela a la barra. Uno de ellos se nos acercó.
(Camarero) - ¿Quereis un aperitivo? - Dijo mostrándonos una bandeja con canapés. Kyle me miró.
(Kyle) - Prefiero pasar directamente al postre. - Me agarró por la cintura y me atrajo hacia él. Juntamos nuestros labios. El camarero se fue, continuando con su trabajo. - Pero si yo quería uno. - Dijo viendo como se alejaba.
- ¿Sabes? Mi abuelo tenía razón, saltan chispas cuando estamos juntos, por eso provocamos incendios.
(Kyle) - ¿Quién sabe? - dijo enigmático con una sonrisa y me dió un pequeño beso.
No me había dado cuenta de que habían colocado un karaoke junto a unos gruesos tablones de madera que servían de escenario.
- Fíjate, Kyle. - se lo señalé. - Han puesto un karaoke. ¿Cantamos?
(Kyle) - Ni borracho. - Negó con la cabeza. Le puse un puchero. - Venga, vamos a bailar. - Cambió de tema. Tiró con suavidad de mi mano, al ver que iba muy lento fui por delante de él y le arrastré hacia la pista.
Él no parecía estar muy animado así que le cogí de las manos y traté de moverlo al ritmo de la música, al final fue él quien me hizo dar vueltas sobre mi misma, el vestido giró conmigo y sonreí complacida. Inevitablemente, acabamos con nuestros cuerpos pegados el uno al otro, como si estuviéramos abrazados más que bailando. Sentí un cosquilleo en mi estómago y el ambiente se había caldeado de pronto. Hundió su cabeza en el hueco de mi cuello y mi propio pelo me hizo cosquillas. Cerré los ojos, notando su aliento en mi piel. La canción cambió, parecía que alguien estaba usando el karaoke, esa voz me era familiar.
Miré hacia el escenario. Chase y Sadie tenían los micrófonos en la mano y entonaban a la perfección una canción romántica. Chase estaba muy guapo con el pelo hacia arriba y su traje negro, Sadie estaba espléndida con ese vestido y su cabello rubio recogido en un discreto moño. Chase estaba muy cortado y trataba de no mirar a nadie.
- ¡Vamos Chase! ¡Tú puedes! - grité aunque no sabía si podía oirme. Sus voces se entrelazaban y parecían que habían estado cantando duetos durante toda su vida. Les miré maravillada.
- ¿No crees que hacen una pareja muy bonita? - le pregunté a Kyle sin esperar respuesta. Kyle soltó una carcajada.
(Kyle) - ¿Williams con Sadie? No lo creo. - Le fulminé con la mirada.
- ¿Por qué le odiais tanto? - Con ese plural me refería a él y a Jeremy y también a todos los demás seguidores de Bale. Su expresión se suavizó y me frotó los brazos.
(Kyle) - No te enfades anda. - Me abrazó dulcemente. No estaba enfadada, no podía estarlo después de todo lo que había hecho por mi.
Cuando terminaron de cantar me volví hacia Kyle.
- ¿Quieres que cantemos? - le pregunté otra vez.
(Kyle) - Ya te he dicho que no. - Me encogí de hombros.
- En ese caso, cantaré con mis chicas. - Le dí un beso rápido que le dejó con ganas de más. Localicé a Natalie y Sadie entre la multitud y fui hacia ellas. Estaban con la chica esa que tenía una extraña obsesión con Kyle, mi mirada lo dijo todo. Saludé a mis amigas y les felicité el año.
- El karaoke está libre, ¿cantamos las tres? - dije ignorando deliberadamente a la otra chica, ¿Lorrein? Sadie asintió pero Natalie negó rotúndamente.
- ¿Qué? ¡Tú también! - Sadie y yo tiramos de Natalie pero se estaba resistiendo.
(Sadie) - Si conseguimos que esquiaras, esto también.
(Natalie) - ¡No! - negó tozuda.
(Lorrein) - Si tú cantas, voy yo después - La miré. ¿Pero esta cantaba?
(Natalie) - Lo dices porque seguro que cantas bien.
(Lorrein) - ¡Que va! ¿Y tú por qué no quieres?
(Natalie) - ¿Y si hago el ridículo? ¿Y si me tropiezo?
- ¿Por eso es? ¡Pensaba que no sabías cantar! - tiré con más fuerza de ella y conseguimos llevárnosla con nosotras.
(Natalie) - ¡Luego vas tú! - le gritó a la psicópata obsesionada por Kyle mientras nos alejábamos.
Subimos al escenario y no tardamos mucho en ponernos de acuerdo con la canción. Sadie me miró haciendo una seña con la cabeza y yo asentí, sabiendo a lo que se refería. Nos acercamos a Natalie y le obligamos a que empezara a ella. Negó pero no tenía otra opción. Comenzó la música y le dí un codazo a Natalie, cantó con la cabeza gacha. Alzó la cabeza y observó a su público, pareció animarse. Nos fuimos turnando para cantar, con una simple mirada o con un gesto de la cabeza nos ibamos indicando a quién le tocaba. Nos movimos por el escenario con soltura y miré a nuestros espectadores. La sonrisa de Kyle relucía y canté con ganas. Vi a Riley casi a los pies del escenario observándome sin parpadear, subió los pulgares indicándome que le gustaba la canción cuando se dió cuenta que le miraba.
La canción se terminó y noté el dolor en mis mejillas de tanto reir y sonreir. Les rodeé los hombros y las abracé con fuerza.
- Ha estado genial, ¡tenemos que repetirlo! - Ambas estaban de acuerdo. Kyle me esperaba cerca del escenario. - Bueno, mi caballero de brillante armadura me espera. ¡Os veo luego! - Me acerqué casi corriendo hacia él y le abracé, me levantó del suelo y reí.
(Kyle) - Has estado estupenda. - Noté el suelo de nuevo bajo mis pies.
- Gracias. - Hice una pequeña reverencia estirando la falda de mi vestido.
(Kyle) - Antes dejamos algo a medias. - Se acercó seductor. Me mordí el labio.
- ¿Ah, sí? - pregunté sabiendo que se refería al beso. Le rodeé el cuello con los brazos y juntamos los labios. Sentí una leve presión en el vientre. - Tengo que ir al servicio. - Él asintió y se abrió paso entre la gente hasta que llegamos al lavabo de señoras. Todos los retretes estaban ocupados, había una multitud de chicas delante de los espejos e incluso me parecía ver a una chica vomitando en el lavabo. Hice una mueca de asco.
- Está lleno. - le dije a Kyle.
(Kyle) - ¿Por qué no vas al de minusválidos? Parece que no hay nadie.
- No puedo usarlo, no soy minusválida. - Le recarqué. Puso los ojos en blanco.
(Kyle) - ¿En serio? No me había dado cuenta... ¿Prefieres esperar? - Negué, él sabía perfectamente que no tenía paciencia.
- No me gusta esperar.
(Kyle) - Lo sé, por eso te lo digo. - Dijo como si fuera obvio. Me dió un beso que me dejó sin aliento. Sonrió. - ¿Tú no tenías que ir al servicio? - Dijo sin separarse de mi. Ya no tenía tantas ganas.
- ¿Te vas a quedar aquí? - Pregunté recordando el momento del probador de esa mañana. Él pareció interpretarlo de otra forma.
(Kyle) - Claro, no me iré a ninguna parte. - Me alejé sin quererme separar de sus brazos.
Entré en el de minusválidos. Kyle tenía razón, no había nadie. Tiré de la cisterna con la mente aún puesta en Kyle. Abrí la puerta y allí estaba, esperando con las manos en los bolsillos. Estaba realmente guapo. Tiré de su brazo hacia el interior del servicio. Me miró sorprendido a la vez que complacido. Vió un cartel de averiado y lo colgó en la puerta.
(Kyle) - Ahora sí, ¿por dónde ibamos? - Me preguntó con una sonrisa pícara. Me lancé hacia él, sintiendo sus labios moverse con los mios sin intención de parar. Su espalda se apoyó en la puerta y me deshice de su chaqueta. Me empujó con suavidad hacia atrás, llevándose una mano a la parte baja de la espalda, creo que se había clavado el pomo. Tiré con delicadeza de su corbata, alejándole de la puerta y acercándole a mi.
Sin dejar de besarnos, andamos por el baño hasta que me topé con algo frío y duro detrás de mi, el lavabo. Kyle me alzó y me sentó encima. Le rodeé la cintura con las piernas pegándolo aún más a mi. Cada vez hacía más calor allí.
- Espero que - dije entre beso y beso. - no se incendie el pub también. - Pude notar la sonrisa de Kyle entre mis labios. Desabroché los botones de su preciosa camisa mientras sus labios recorrían mi cuello.
De repente la puerta se abrió, me bajé del lavabo de un salto y Kyle se separó. Los ojos de Jeremy estaban abiertos de par en par y se había quedado petrificado en la entrada del servicio, con la mano aun en el pomo. Su mirada pasaba de Kyle a mi.
(Jeremy) - Genial. Traumatizado de por vida. - Dijo al fin, tras unos segundos que se me hicieron eternos. Cerró la puerta y solté el aire de mis pulmones. Intercambié una mirada con Kyle, que se estaba abotonando la camisa. Este miró hacia donde se había ido Jeremy. Sabía que quería ir detrás de él.
- Ve. - Le dije para que supiera que no me parecía mal que se fuera ahora. Me tocó el brazo con la mano y salió del baño, remetiéndose la camisa por los pantalones.
Apoyé las manos en el lavabo y me miré en el espejo. Tenía las mejillas rojas y ya no me quedaba ni rastro de pintalabios. Me alisé el pelo con los dedos, pensando en quedarme aquí metida el resto de la noche, avergonzada por mi comportamiento. Pero eramos novios, ¿no? Eso era lo que hacían los novios. Pero no en lugares públicos, claro... bueno, había gente para todo. Me mordí el labio reprimiendo una carcajada. La cara de Jeremy había sido buenísima aunque lo que hubiera sido realmente bueno sería que no hubiera habido más interrupciones. Suspiré, ahora debía volver al pub. Recogí la chaqueta de Kyle del suelo, ni siquiera recordaba habérsela quitado. Aún podía notar sus labios y ver su pecho descubierto con la camisa abierta y la corbata azul en el centro.
Me tranquilizó darme cuenta de que nadie me miró mientras salía del servicio de minusválidos y quitaba el cartel de averiado de la puerta.
 
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dbCris
CAT_IMG Posted on 18/6/2013, 17:03




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Intercambiamos anécdotas de nuestra infancia mientras caminábamos hacia el pub. Sin saber qué más contarnos, Sadie me preguntó cómo aprendí a tocar la guitarra.
- En realidad, soy autodidacta. - dije algo tímido. - Busqué videos y blogs en internet y poco a poco fui mejorando y descubriendo cosas nuevas por mi cuenta.
(Sadie) - Vaya, para eso hay que ponerle ganas. - Me miró fascinada.
- Si... la verdad es que me encanta la música, pero, como dice mi padre, eso no tiene futuro. - hice una mueca, él tenía razón.
(Sadie) - Eso depende, tienes que ponerle ganas, presentarte a castings y tener algo de suerte. - Me reí.
- De eso si que no tengo.
(Sadie) - No seas pesimista. - Hizo una pausa. - ¿Has escrito más canciones? - Llegamos al pub.
- Sí, unas cuantas más.
(Sadie) - ¿Me dejarás que las escuche? - Dejó su abrigo en el guardarropas y me miró suplicante, sabiendo de ante mano que le diría que no.
- Quién sabe... - Esa respuesta no me comprometía a nada y pareció agradarle.
Observé el interior, había ambiente. Sin darme cuenta busqué a mi padre detrás de la barra, aunque sabía que no lo encontraría aquí, tenía que "dejarlo todo resuelto", tal y como él me había dicho esta mañana. Sacudí la cabeza, apartándolo de mi mente. No era el momento de pensar en él, estaba en una fiesta, con Sadie. Andaba delante de mi con paso seguro y me pareció que buscaba a alguien con la mirada, tal vez a Natalie.
- Parece que ya han terminado de colocar el karaoke. - le dije cuando encontramos un sitio poco abarrotado.
(Sadie) - ¿Quieres cantar? - Me preguntó con los ojos brillantes. Negué con la cabeza.
- ¿En público? No, gracias.
(Sadie) - Así vas practicando, venga, si lo haces muy bien. - Otra vez esa mirada.
- Solo si cantas conmigo. - Le reté, esperaba que esto la echara atrás pero no lo hizo.
(Sadie) - De acuerdo, pero no vale arrepentirse. - Tiró de mi hacia el escenario, impidiendo que me escabullera. Miramos la lista de canciones. - ¿Cuál prefieres?
- Me da igual, elige la que a ti te guste. - Solo podía mirar a la multitud de gente que se encontraba en el pub. Cada uno iba a lo suyo pero pronto todos estarían mirando hacia nosotros, observando con detenimiento cualquier error que cometiera para reirse de mi y, entonces, me lo recordarían de por vida.
(Sadie) - He elegido Need you now, ¿la conoces? - Conocía ese título pero tuve que pensar un poco antes de reconocerla.
- Si, aunque no me la sé muy bien. - Rió y su risa resonó en los altavoces.
(Sadie) - Para eso están las letras. - Me pasó un micrófono y me sonrió tratando de tranquilizarme.
La música empezó a sonar, las letras aparecieron en una pantalla junto a nosotros. Algunos rostros se volvieron hacia nosotros, la dulce voz de Sadie llenó el aire y solo pude centrarme en eso. Se movía a mi alrededor con agilidad y soltura, me indicó que cantara con ella. Notaba la boca seca y tragué saliva. Mi voz sonaba baja aunque contrastaba con la suya. Apenas podía levantar la vista de la pantalla, excepto para observar a Sadie. No había notado que ella había dejado de cantar y que solo se me escuchaba a mi. La miré de reojos, asentía levemente con una sonrisa, eso me hizo sentir más seguro. Eché un vistazo rápido por el público y parecían estar disfrutando. Sadie volvió a acompañarme y la canción se terminó antes de lo que esperaba. Apenas fui consciente de los aplausos.
(Sadie) - ¿A que no ha sido tan malo? - Arqueó una ceja.
- No ha estado mal, pero no hagas que lo repita. - le advertí.
(Sadie) - Pero si te ha encantado. No dejas de sonreir. - Me llevé una mano a los labios sorprendido, no me había dado cuenta. Una chica del instituto se acercó.
(Rose) - Sadie, ha sido estupendo. - Me miró de soslayo. - No sabía que cantaras. - Creo que también estaba en el grupo de animadoras, aunque no estaba seguro, mis ojos solían estar fijos en Sadie. Alguien me echó un brazo por encima del hombro y me alejó de allí.
(Logan) - Feliz año nuevo, amigo - dijo con una media sonrisa.
- ¿Qué? ¡Suéltame! - traté de deshacerme de su brazo pero era más fuerte de lo que pensaba.
(Logan) - Tenemos que hablar, a menos que te hayas dejado la voz cantando. - aunque los intentó ocultar, noté los celos en su voz.
- ¿Te ha gustado? Seguro que sí - le piqué. Su sonrisa se amplió y me pregunté como podía sonreir tan falsamente.
Me llevó a un rincón tranquilo del pub, impidiéndome que escapara.
- ¿Se puede saber que quieres? Eres bastante pesado. - Traté de pensar de qué querría hablar.
(Logan) - ¿En qué trabaja tu padre? – le miré confuso.
- ¿Qué? – pregunté. ¿Quería hablar sobre mi padre?
(Logan) - Se buen chico y no me hagas repetir la pregunta.
– Aquí, es el dueño del pub – dije finalmente.
(Logan) - ¿Algo más? – ¿Pero en qué estaba metido mi padre? ¿Y qué tenía que ver con él? - ¿Qué sabes, Chase?
– No sé nada – dije sincero, no tenía ni idea de lo que estaba haciendo mi padre.
(Logan) - ¿Sabes todo el tema de las desapariciones? – Torcí un poco la cabeza recordando las escapadas nocturnas de mi padre, sus secretos, esos pequeños detalles que no encajaban... - ¡Bingo!
– Eso es imposible – intenté apartarme de él pero me bloqueó el camino.
(Logan) - Te lo puedo asegurar, al cien por cien.
- ¿Insinúas que mi padre es un secuestrador? – notaba la furia dentro de mi, la mandíbula se me tenso y los puños se me cerraron. Me acerqué a él y me erguí, quedando más alto que él. – deja de decir estupideces.
(Logan) - Y tú, ¿por qué estás tan seguro de que no lo es? – dijo sin alterarse. Traté de controlar esa rabia que, para mi sorpresa, no iba dirigida hacia Logan.
– Lo sé, le conozco – levantó las cejas y sonrió.
(Logan) - ¿Estás seguro? – Noté mi rostro relajarse, sin saber qué pensar. – No confío en tu padre, en que pueda acercarse a ella – señaló con la cabeza el lugar donde hacia dejado a Sadie. – sin embargo, y aunque parezca extraño en ti sí, - ¡¿Cómo?! - asi que tendrás que elegir si proteger a la chica o defender al padre. – La música sonó más fuerte y miré fugazmente hacia el escenario, donde Sadie, Natalie y Mia se estaban preparando para cantar.
(Logan) - Bonitas vistas – pareció dar por terminada nuestra conversación y le miré con odio. Notaba mi respiración relajarse aunque mi cabeza no dejaba de dar vueltas atando cabos, relacionando sucesos. ¿Estaría también detrás de la desaparición de mi prima? No, él jamás haría eso. Quería a Alexis. Escuchaba de fondo las voces de las chicas pero estaba tan confundido que no podía disfrutarlas.
- ¿Y tú como sabes lo de mi padre? – Puso los ojos en blanco y volvió a prestarme atención.
(Logan) - Tengo mis contactos – dijo dándome un pequeño codazo.
– Sabes, yo no confío en ti.
(Logan) - Que sorpresa… - dijo con ironía.
– Aléjate de mi, de mi padre y especialmente de ella – me miró de reojo – tu turno pasó.
(Logan) - ¿Mi turno? – Parecía no enterderlo. - ¡aaah! Se nos puso casanova – apreté la mandíbula y se rió. De repente, aplaudió. Por lo visto las chicas acababan de terminar la canción.
(Logan) - Creo que es hora de irme – se dió la vuelta pero se dirigió a mi una vez más. – y recuerda, si bebes, no conduzcas – dijo en tono bromista. ¿Pero de dónde había salido este tio? Me pasé una mano por el pelo engominado, necesitaba pensar pero aquí había demasiado ruido.
En mi camino hacia la puerta escuché una voz familiar:
(Lorrein) - ¡Que me sueltes te digo! - Un tipo alto y ancho de espaldas la estaba molestando, se rió.
- ¡Eh! - Me acerqué pegándole un empujón para alejarlo de ella, apestaba a alcohol. El borracho infló el pecho, tratando de intimidarme.
(Chico) - ¿Y tú eres?
- ¡Qué más te da! ¡Fuera! - Le volví a empujar, pero esta vez más fuerte. Nos miró a ambos con cara de asco y se alejó.
- ¿Estás bien? - le pregunté a Lorrein. Asintió alisándose el vestido.
(Lorrein) - Gracias - me sonrió.
- Que asco me dan - asintió. - por cierto, ¡feliz año nuevo! - Me felicitó de vuelta y noté que me relajaba a su lado.
(Lorrein) - Emm.. - Le miré, esperando que continuara hablando. - ¡cantas genial!
- Que va, lo justo - Recordé los suaves movimientos de Sadie, su dulce voz equilibrando la mia, su sonrisa... - aunque también depende de con quien cante - Miré hacia el escenario pero ella ya no estaba allí.
(Lorrein) - Claro, sois Chadie - dijo en un tono extraño. Le miré confuso - cosas de Natalie - aclaró y me reí. No tenía ni idea de a lo que se refería pero ahora solo podía pensar en Sadie. ¿Dónde se había metido?
(Natalie) - ¡Lorrein! - Se acercó Natalie a paso rápido. - ¡te toca! El karaoke está libre.
- ¿También cantas? - le pregunté sorprendido.
(Lorrein) - No, solo quería que ella cantara, no voy a cantar.
(Natalie) - ¿Qué? ¡A mi no me la juegas! - tiró de ella y se despidió con la mano de mi. Miré a mi alrededor sin saber que hacer. ¿Debía buscar a Sadie? ¿Debía llamar a mi padre? ¿Y qué le diría: hola papá, si, mira, yo me preguntaba si tienes algo que ver con las desapariciones de la isla...? Por favor.... Ni siquiera sabía si lo que me había contado Logan era verdad, ¿por qué me querría hacer pensar que mi padre estaba metido en eso? ¿por Sadie? No tenía sentido pero tampoco que mi padre fuera un secuestrador. Debía haber otra opción, otra respuesta... Mis cavilaciones fueron interrumpidas por unas voces que venían del escenario.
Natalie parecía segura de sí misma y la voz de Lorraine me sorprendió, su pelo seguía los movimientos de su cabeza. Pensé que esta había sido la primera conversación decente que habíamos tenido, pues, la que tuvimos dentro del armario del bungalow, no se podía considerar una conversación. No sabía por qué ella había insistido en pagar todo el importe de la puerta que ambos habíamos roto. Debía agradacérselo en condiciones e insistirle en pagarlo a medias. Tal vez, cuando terminase de cantar. Miré a mi alrededor buscando a Sadie. ¿Dónde estaba? ¿Pensaría que le había dejado a solas adrede? Estúpido Logan, siempre fastidiándome.
 
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dbCris
CAT_IMG Posted on 24/6/2013, 17:57




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Alcé la vista buscando a Kyle entre la multitud. Vi una camisa de cuadros, me acerqué pero no era él. Observé a Natalie acercándose al escenario con Lorrein. ¿Sabría ella dónde estaba Kyle? Me estremecí solo de pensar la obsesión que tenía esa chica con mi novio. Me crucé con Joe y le paré.
- Hola, ¿has visto a Kyle? - se quedó pensativo.
(Joe) - Si, estaba con Jeremy. Allí, - señaló con el dedo - cerca de la barra.
- Gracias. - Me deslicé entre la gente, esquivando los codos de los bailarines. Una seductora espalda cubierta por una camisa de cuadros se giró, buscando algo a su alrededor, o a alguien.
(Kyle) - Aquí estás. - Me dedicó una radiante sonrisa. La música empezó a sonar en el karaoke.
- Te has dejado la chaqueta en el servicio. - Bajé la vista vergonzosa y se la tendí. - ¿Qué ha dicho Jeremy? - Seguramente me arrepentiría de preguntarlo. Alcé la vista al ver que no respondía, mantenía su mirada fija en el escenario. Miré hacia allí, su extraña admiradora estaba cantando, con una voz tan peculiar como ella. Lo hacía bien pero jamás lo admitiría en voz alta.
Noté un cambio a mi alrededor, Kyle se tambaleó hacia atrás y las luces centellearon, como si hubiera una sobrecarga de energía. Alargué mis brazos hacia él pero se desplomó en el taburete antes de que pudiera cogerlo. Las luces volvieron a la normalidad.
- ¡Kyle! Kyle, ¿estás bien? - Sus ojos se movían con rápidez bajo sus párpados cerrados y la frente le brillaba por el sudor. - ¡Ayuda! - Le levanté la barbilla, abrió los ojos durante un segundo y los volvió a cerrar. Ahogué un grito y mis manos empezaron a temblar. ¿Qué había sido eso? Sus ojos... no eran los de siempre. Sus pupilas habían desaparecido y el azul lo llenaba todo. Nada de blanco, nada de negro, solo un penetrante azul celeste.
- K-Kyle... - Me temblaba la barbilla. - Kyle, despierta, por favor. - Los ojos se me humedecieron y le zarandeé con suavidad. - Kyle, ¿qué te pasa? - gruñó y abrió los ojos lentamente. Suspiré aliviada. Unas pupilas ocupaban el centro de sus ojos zafiro, rodeados de blanco.
- ¿Estás bien? - Asintió, con la mirada un poco ausente. Le abracé, noté las lágrimas resbalándose por mi piel.
- No me vuelvas a dar estos sustos. - Le apunté con el dedo índice tratando de poner mi voz de regañona aunque no me salió. Le aparté el pelo que se le había pegado en la frente, dándole su forma de siempre. Me puso una mano en la mejilla y me limpió una lágrima.
(Kyle) - No más sustos. - Afirmó atravesándome con la mirada. La profundidad de sus ojos me seguía reconfortando pero no podía olvidar lo inquietante que había sido durante un momento. - ¿Pasa algo? - Negué con cabeza.
- No lo vuelvas a hacer. - Pasé las manos por sus hombros y lo acerqué a mi. La parte superior de su cabeza quedaba a la altura de mis labios. No podía dejar de pensar en el cambio de sus ojos. ¿Me lo había imaginado? Seguro que sí. Habrían sido el reflejo de las luces de colores y de los focos. Sí, sería eso pero parecía tan real...
La música volvió a cambiar y Riley ocupaba el escenario.
(Riley) - Esta canción se la dedico a una persona muy especial para mi. - Buscó entre el público, cuando vió mi rostro se paró y me sonrió.
(Kyle) - ¿Y este de qué va? - refunfuñó Kyle a mi lado. Empezó a entonar una canción de amor empalagosa, desafinó nada más empezar y sentí pena por él. Kyle soltó una carcajada y le fulminé con la mirada. Riley me señaló y movió un dedo indicándome que me acercara. Negué rotundamente con la cabeza.
De repente, perdió el equilibrio y cayó del escenario, aterrizando sobre Chase. Me llevé las manos a la boca. Se escuchó un murmullo de sorpresa y algunos acudieron a ayudarles. Kyle se reía, parecía más animado y relajado.
- Kyle, no seas malo. - le regañé. Levantó las manos, enseñándome las palmas.
(Kyle) - Pero si yo no he hecho nada. - Puso cara de inocente.

- ¿Estás mejor? - Kyle acababa de terminarse su segundo refresco, tenía buen color y había recuperado su sonrisa.
(Kyle) - Podría estarlo. - Dijo con picardia. Me agarró por la cintura y me besó. Pegó su cuerpo al mio y sus besos se hicieron más apasionados. Me aparté muy a mi pesar.
- Tenemos que aprender a controlarnos. - Me puse el pelo detrás de la oreja, nerviosa. Frunció el ceño. - La cueva el día que fuimos a las colinas, los probadores, ahora el baño... ¿Qué será lo siguiente?
(Kyle) - No sé, ¿el almacén? - sonreí, se volvió a inclinar sobre mi, buscando mis labios, pero escondí la cara.
- Era una pregunta retórica, tonto. - Desde luego, ya volvía a ser el mismo Kyle de siempre. Me miró y suspiró.
(Kyle) - Vale. - Dejó caer los brazos y deseé haberme callado.
(Joe) - ¡Eh, Freeman! - A su lado estaba Jeremy, a cierta distancia de nosotros. Me miró con cara asco, le dediqué mi mejor sonrisa y le saludé agitando los dedos. Hizo una mueca y desvió la vista. Joe se acercó. - Copas gratis, ¿te apuntas?
(Kyle) - Claro. - Me hizo una seña con la cabeza. - ¿Vienes?
- Creo que paso. - Dije arrugando la nariz. El alcohol no era lo mio. - Ve con ellos y pásatelo bien. - Le sonreí asintiendo.
(Kyle) - Ahora nos vemos. - Me dió un pequeño beso y se alejó. Miré a mi alrededor sin saber que hacer.
Me acerqué a Chase.
- ¡Feliz año nuevo! - Miré su flequillo engominado hacia arriba, en forma de tupé. - ¡Mira, pero si tienes frente! - Le di unos golpecitos con los dedos y se apartó.
(Chase) - Que graciosa... - le saqué la lengua.
- ¿Y tu acompañante? - Busqué a Sadie a nuestro alrededor. Se encogió de hombros. - Habeis cantado muy bien. No conocía esa faceta tuya, deberías sacarla más a menudo. - Vi una tímida sonrisa asomándose en sus labios.
(Chase) - Gracias, tú también has cantado bien. - Pareció darse cuenta de algo. - ¿Y tu novio?
- Con Jeremy y Joe. No tenemos por qué estar todo el dia juntos, así cada uno tiene su espacio. - Aunque yo no quería espacio, solo estar con él, a su lado, juntos. Tan juntos que ni el aire se interpusiera entre nosotros. - Oye, ¿estás bien? Ya he visto que Riley se ha caido encima tuya.
(Chase) - ¿Tú también lo has visto? - Miró al suelo avergonzado. - Con todas las personas que había a mi alrededor, se cayó sobre mi. Podría haberse caido al suelo o encima de otro...
- Por lo menos no eres tú el que se ha caido del escenario. - Le sonreí.
(Chase) - Vamos, lo que me faltaba para terminar de hacer el ridículo. El pobre chico se ha lastimado el brazo.
- ¿Lo han llevado al hospital?
(Chase) - No, quería quedarse aquí. Que tontería. Si yo fuera él saldría de este sitio antes de que se pudieran reir más de mi. ¿Es amigo tuyo o algo?
- Algo así. Está apuntado en el taller de reciclaje conmigo. ¿Dónde está?
(Chase) - Ahí, en los sillones. - Miré hacia donde me indicaba y vi que Riley volvía la vista hacia mi. Me giré rápidamente hacia Chase de nuevo.
- Dime que no me ha visto, por favor. - le susurré.
(Chase) - Lo siento, te ha pillado in fraganti y no te aparta la vista de encima. - Suspiré y le volví a mirar. Me sonrió y saludó timidamente con la mano. Me sentía culpable así que le devolví la sonrisa.
- Debería ir a hablar con él. Hasta luego. - Fui hacia los sillones, notando cómo se le iluminaba la cara a Riley con cada paso que daba. Sentía mucha pena por él: era un desastre con las chicas, objetivo de burla para muchos y algo pesado, pero un buen chico al fin y al cabo.
 
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WeasleyE'
CAT_IMG Posted on 6/7/2013, 23:17




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Parecía que me había decantado por una canción, lenta finalmente. Cogí un taburete y me senté acercándome el micrófono. Me temblaban las piernas, las crucé para disimularlo. Natalie se había quedado tras de mí, parecía que me iba a hacer los coros. Los primeros acordes comenzaron a sonar y mis primeras palabras fueron mezcla de un ronco sonido, hacia muchos años que no cantaba, y una voz que temblaba por los nervios. Pronto me amoldé a la canción y canté lo mejor supe. Pude ver como las parejas bailaban agarrados. De pronto las luces comenzaron a parpadear, así como el aparato de karaoke dejó de funcionar bien, mi voz se escuchaba ya algo lejana y entrecortada, el micrófono se apagaba y encendía. Se terminé la canción de aquella manera, por culpa de los fallos pero parecía que a la gente le había gustado.
(Natalie) – Te dije que lo harías bien – dijo como cantarina.
- Está bien, pero es la última vez que te hago caso – sonrió. - ¿qué ha pasado con las luces?
(Natalie) - No lo se, pero alguien se ha tenido que desmayar o algo. - seguramente alguien que habría bebido más de la cuenta. Observé como Natalie miraba el movil con una sonrisa.
(Natalie) - Te veo luego. - y nuevamente, me quedaba sola. Debería haberme puesto a trabajar esta noche también, al menos sacaría algo de provecho, dinero.
Noté como alguien me observaba. Miré a mi alrededor, pero no encontré a nadie sin embargo aquella sensación era extraña, y me atacaba los nervios.
(Mike) - Buena actuación - se me acercó Mike y me felicitó, sonreí - toma - me tendió un vaso con cubata, por lo que parecía.
- No, gracias.
(Mike) - Cógelo, te han invitado - cogí el vaso y lo miré extrañada. - un chico, bueno, un hombre se ha quedado prendado de ti al parecer y.. un momento - parecía haber problemas en la barra y acudió a solucionarlo. Miré el cubata, extrañada, no me fiaba mucho. Lo olí, parecía normal. Tenía la garganta completamente seca tras cantar y necesitaba beber algo. Aunque no estaba del todo convencida no pude resistirme a pegarle un buche. Estaba bueno. Seguí bebiendo, la sed no se terminaba. En poco tiempo el vaso estaba vacío. La música resonaba muy fuerte, tanto que tuve que taparme los oídos, aunque parecía la única. ¿A nadie le molestaba? La vista se me estaba nublando y me tambaleaba. Necesitaba salir de allí.
Me abrí paso entre la gente dando tumbos pero acabé casi en el suelo. Me apoyé en un taburete cerca de la barra. La música seguía subiendo el volumen más y más, me dolían los oídos.
(Kyle) - ¿Estás bien? - grité, no se por qué lo hice pero grité. Vislumbré una figura de un chico y una chica delante mía pero no conseguía saber quienes eran.
(Mia) - Está borracha, ¿no lo ves? - me levanté como pude, tambaleándome. Me sentía extraña, llena de temor, pero a la vez eufórica, pero con nauseas.
(Kyle) - ¡Espera! - escuché de fondo mientras seguía avanzando. Llegué por fín a la puerta y salí a la fría calle, pero ni siquiera sentía el viento sobre la piel, me abrasaba. ¿Dónde estaba? Había perdido hasta esa noción. Me quité los tacones y andé descalza por la calle. Al llegar a una esquina no pude hacer otra cosa que vomitar. La garganta ardía. Estaba sudando y llorando. ¿Qué me estaba pasando? Me apoyé sobre la pared e intenté tranquilizarme. Una sombra captó mi atención. Pasó veloz pero no conseguí saber de donde provenía. Levanté las manos, cada una con un tacón, preparada para atizar a alguien, sin embargo no sirvió de nada. Todo se volvió negro. Alguien me había puesto un saco en la cabeza. Grité cuanto pude pero nadie parecía oírme. Me tiraron a algún lado, sentí un fuerte golpe en el costado. Cerré los ojos e intenté pensar en qué había ocurrido en los últimos minutos. Un motor se encendió, sin duda estaba en un coche o en una furgoneta. Comencé a patalear y a gritar. El sonido de una ventanilla y luego algo de luz. Un encapuchado me pegó un bofetón y me empujó.
(Encapuchado) - ¡Cállate! - me ordenó y volvió a cerrar la ventanilla. Efectivamente estaba en una furgoneta, no había nada a mi alrededor. Miré las puertas, un pequeño cierre, no muy dificil de abrir. Pegué unas patadas sobre él pero no se abrió. La furgoneta cogió una curva, lo que hizo que me deslizara hacia el otro lado de la furgoneta. ¿Cómo iba a salir de allí? Observé más detenidamente las puertas, no eran muy resistentes, pero podían darse cuenta de las patadas. Entrecerré los ojos al percatarme de algo que había en la puerta. Un símbolo, un escudo.. ¡el mismo de los hombres de aquella isla! Tenía que salir de allí o estaba perdida. La furgoneta era lo suficientemente alta como para ponerme de pie, al menos algo encorvada. En el pequeño espacio que había cogí algo de carrerilla y choqué con el hombro contra las puertas que se abrieron de par en par haciendome caer sobre el asfalto. Grité de dolor, al rodar. Quemaba, abrasaba. Pero no había tiempo que perder. Me levanté y comencé a correr, toda dolorida. Un chirrido me hizo mirar hacia atrás, la furgoneta se había parado, lo sabían. Corrí cuanto mis piernas me permitieron, no iba a dejar que me atraparan. Busqué instintivamente el bolso para coger el móvil pero me lo había dejado en el pub.
- ¡MALDITA SEA! - escuchaba la furgoneta tras de mi. Las luces, me abrían paso por el asfalto. Pero estaba justo al lado de las calles aún, había tenido suerte. Me metí en el primer callejón que pude ver. No podía seguir corriendo, tarde o temprano la furgoneta me alcanzaría. Paré unos segundos, no dejaba de jadear. Unos contendedor de basura. Abrí el primero de ellos y salté dentro de él. Jamás había estado ante tal hedor. Me tapé la nariz y respiré por la boca, intentado que entrara lo menos posible de esa peste en mi. No me moví, estaba sobre algo pringoso y asqueroso. Las lágrimas caían por mis mejillas. El contenedor vibró con el paso de lo que sería seguramente la furgoneta por su lado, el ruido se alejó. Seguirían calle abajo hasta encontrarme. Aguante unos minutos más allí dentro, después tuve que salir sin más remedio, no podía aguantar más. La calle estaba desierta. Volví a correr, estaba vez con dirección al pub de nuevo, necesitaba mi móvil, mis llaves, mi coche.

Entré en pub sin percatarme de mi estado. Estaba magullada, despeinada, llena de.. de lo que fuera que hubiera dentro de aquel contenedor. Por suerte ya no había tanta gente allí y la mayoría apenas se percataron de que había entrado. Cogí mi bolso y mi abrigo antes de que alguien me reconociera, salí de allí y me metí en el coche. Me tomó unos segundos meter la llave para arrancar, me temblaba la mano como nunca. Había sido aquella bebida, me habían drogado. No pararían hasta tenerme y.. no sabía que querían exactamente de mi.
 
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dbCris
CAT_IMG Posted on 12/7/2013, 16:04




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De pronto las luces parpadearon y el sonido de la voz de Lorrein bajaba cada vez que los micrófonos dejaban de funcionar. Logró terminar de cantar y aplaudí, maravillado por su voz. Caminé hacia el escenario con la intención de hablar con ella pero la había perdido de vista, al igual que a Sadie. Alcé la cabeza y busqué un cabello rubio entre la multitud, había unos cuantos pero ninguno con el brillo y elegancia del suyo. Algo bastante pesado se cayó encima mia, tirándome al suelo. Era un chico pelirrojo de mejillas pecosas. Le aparté con ayuda de un par de buenas personas y me levanté, recolocándome la corbata. Sentí el rubor en mi cara y agradecí que estuviera oscuro.
- ¿Estás bien? - le pregunté. Se sujetaba el brazo izquierdo con la mano.
(Riley) - Mi brazo...
(Chica) - Deberías ir al médico. - le dijo una chica que estaba a su lado.
(Riley) - No. Estoy bien. - Movió la cabeza a su alrededor, como si buscara a alguien.
(Chica) - Deberías sentarte y ponerte hielo. - La chica le sujetó por el brazo bueno y desaparecieron entre la multitud. Yo también estoy bien, gracias por preguntar... Vi un conocido cabello rubio entre los demás y me abrí pasó.
(Victor) - Eh, ¿qué pasa, Williams? - Chocamos la mano y me dió unas palmaditas en la espalda, parecía algo contento. Busqué de nuevo a Sadie pero la había perdido de nuevo. - Caen como moscas a tus pies, ¿no? - Señaló al pelirrojo soltando una carcajada.
- Por lo menos cae alguien al contrario que a ti. - Ya había tenido bastante burlas por una noche y no iba a aguantar ninguna más. Levantó las manos.
(Victor) - Alguien tiene una mala noche, por lo que veo. Pero estás muy equivocado. - Me pasó un brazo por el hombro, haciendo que girara en la dirección que él quería. - ¿Ves a esa chica? La tengo loquita, no para de mirarme.
- ¿Y a qué esperas para sacarla a bailar?
(Victor) - Tiempo al tiempo, Chase. Me tengo que hacer desear, tú sabes como va esto. - La chica miró hacia nosotros y le dedicó una tímida sonrisa, Victor alzó una ceja de forma seductora y ella se volvió hacia sus amigas con una amplia sonrisa. - ¿Lo ves? Loquita la tengo.
Estuve un tiempo con Victor y Ben. Carter estaba de vacaciones fuera de la isla, visitando a sus parientes. A Ben le habían rechazado tantas veces que ya solo se dedicaba a mirar desde la barra, tratando penosamente de ligar con la nueva camarera y Victor aparecía y desaparecía a su antojo. Mia se acercó.
(Mia) - ¡Feliz año nuevo! - Observó mi pelo. - ¡Mira, pero si tienes frente! - Me dió unos golpecitos en ella y me aparté.
- Que graciosa... - me sacó la lengua.
(Mia) - ¿Y tu acompañante? - Yo me preguntaba lo mismo. Me encogi de hombros. - Habeis cantado muy bien. No conocía esa faceta tuya, deberías sacarla más a menudo. - Una sonrisa se dibujó en mis labios ante el halago.
- Gracias, tú también has cantado bien. - Me di cuenta de que no llevaba a su guardaespaldas con ella. - ¿Y tu novio?
(Mia) - Con Jeremy y Joe. -respondió. - No tenemos por qué estar todo el dia juntos, así cada uno tiene su espacio. - ¿Espacio? Era raro la vez que no estaban juntos y con juntos me refería a ser empalagosos a más no poder. - Oye, ¿estás bien? Ya he visto que Riley se ha caido encima tuya. - Supuse que así se llamaba el chico.
- ¿Tú también lo has visto? - Bajé la vista avergonzado. - Con todas las personas que había a mi alrededor, se cayó sobre mi. Podría haberse caido al suelo o encima de otro...
(Mia) - Por lo menos no eres tú el que se ha caido del escenario. - Me sonrió.
- Vamos, lo que me faltaba para terminar de hacer el ridículo. El pobre chico se ha lastimado el brazo.
(Mia) - ¿Lo han llevado al hospital? - preguntó algo preocupada.
- No, quería quedarse aquí. Que tontería. Si yo fuera él saldría de este sitio antes de que se pudieran reir más de mi. ¿Es amigo tuyo o algo?
(Mia) - Algo así. Está apuntado en el taller de reciclaje conmigo. ¿Dónde está? - Alcé la vista y no tardé mucho en localizar su llamativo cabello color zanahoria.
- Ahí, en los sillones. - El chico nos miró justo en el momento en el que Mia se giraba hacia él. Ella se volvió deprisa hacia mi.
(Mia) - Dime que no me ha visto, por favor. - susurró como si le fuera a escuchar. Seguía mirándola sin pestañear.
- Lo siento, te ha pillado in fraganti y no te aparta la vista de encima. - Suspiró y se volvió a girar hacia él.
(Mia) - Debería ir a hablar con él. Hasta luego. - Se marchó hacia los asientos. Un rostro conocido apareció entre la gente.
- Ahora vengo. - Le dije a Ben, que seguía tratando de entablar una conversación con la camarera. Fui hacia Sadie.
- Por fin te encuentro. ¿Estás bien? - Temía que Logan o cualquiera le hubiera hecho daño. Tenía algunos mechones de pelo fuera de su recogido, cogí uno de ellos y se lo coloqué tras la oreja.
(Sadie) - Si, no te preocupes. - Me dedicó una leve sonrisa. Bajó la vista y la alzó de nuevo, cruzándose con mi mirada. - ¿Qué te ha dicho Logan? - Noté que mis puños se cerraban al recordar la conversación y sus acusaciones sin fundamento.
- Solo tonterías. - Respondí tratando de quitarle importancia al asunto. - Ese tipo no es de fiar, tiene el peligro escrito en la frente. - Se quedó pensativa y le cogí de la mano. - Vamos a bailar. - Le dije, llevándola hacia la pista de baile.

El resto de la noche fue a mejor y Sadie y yo nos sentamos en los reservados riendo y cansados de tanto bailar.
(Sadie) - Tengo los pies doloridos. - Se quitó los tacones y movió los dedos desnudos. - Mejor.
- Siento haberte pisado.
(Sadie) - No pasa nada, ya estoy acostumbrada. - Se rió.
- ¿Tantas veces te he pisado? - Pregunté sintiéndome culpable de su dolor de pies. Volvió a reir.
(Sadie) - Era broma. - Me puso una mano sobre el brazo. - Relájate, es nochevieja. - Asentí.
Charlamos elevando la voz por encima del volumen de la música y miré la hora, pensando en que Lily seguía en casa de la sra. Geller.
(Sadie) - ¿Quieres que nos vayamos ya?
- Sí, será mejor. - Nos levantamos. - Lily lleva mucho tiempo en tu casa y cuando se pone pesada hay que temerla.
(Sadie) - Pero si es un encanto. Le tiene que venir de familia. - Me atravesó con la mirada y sentí que me sonrojaba.
Le ayudé a ponerse el abrigo y le sujeté la puerta del pub. Le ofrecí mi brazo y nos dirigimos a casa.
 
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dbCris
CAT_IMG Posted on 17/7/2013, 17:44




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- Hola. - Le dije a Riley, sentándome frente a él. - ¿Cómo está tu brazo?
(Riley) - Me duele un poco pero he sufrido golpes peores. - Se inclinó hacia delante, sin dejar de acunarse el brazo. - ¿Qué te ha parecido mi canción?
- Ha sido muy... - me quedé pensativa buscando la palabra adecuada. - bonita. - dije finalmente. Asintió satisfecho.
(Riley) - ¿Y qué opinas del significado? - Era una letra de amor incondicional e infinito.
- También muy bonito. - Parecía la palabra del día. Alargó su mano hacia la mia pero la aparté antes de que me rozara. - Oye, Riley. Estoy con Kyle, por si no te habías dado cuenta. - Quería dejar las cosas claras, no quería herir a nadie y mucho menos discutir con Kyle por su culpa. Apoyó la espalda en el sillón y asintió.
(Riley) - Ya lo sé, pero no me importa. Yo te esperaré, estaré a tu lado para lo que necesites. - Eso me conmovió a la vez que me irritó. ¿Esperarme? ¿Pensaba acaso que mis sentimientos por Kyle cambiarían algún día?
- Solo quería aclarártelo. - Me levanté pero me cogió con suavidad de la muñeca.
(Riley) - No te vayas todavía, hace mucho que no hablamos. - Sus ojos me miraban suplicantes y me volví a sentar lentamente.
Al poco rato de empezar nuestra charla una chica se acercó con una bolsa de hielo en la mano y se puso al lado de Riley.
(Chica) - Toma, para tu brazo. - Me ignoró deliberadamente. - ¿Cómo te encuentras? - Le apartó con dulzura los pelirrojos mechones que caían sobre sus ojos.
(Riley) - Mejor, no tenías por qué molestarte, Becky.
(Becky) - No es molestia, alguien tiene que cuidarte, ¿no? - Le sonrió con calidez. Me removí en mi asiento, si me marchaba ahora iba a pensar que estaba celosa pero sentía que estorbaba.
(Riley) - Becky, esta es Mia. Mia, Becky. - nos presentó. La chica fingió no haberse dado cuenta que estaba allí hasta ahora.
(Becky) - Oh, encantada. - Me dedicó una leve sonrisa y se volvió hacia Riley de nuevo. - No sé por qué quieres quedarte aquí, debería verte un médico. Te acompañaré al hospital. - parecía ansiosa por estar a solas con él.
(Riley) - No, no. Estoy bien, en serio.
- Yo creo que Becky tiene razón. - Me puse en pie. - Tengo que irme. - Dije señalando hacia ningún punto en concreto. - Me alegra que estés bien y que hayamos zanjado ese asunto. - Asintió, vi un leve rastro de dolor en su mirada y me sentí culpable.
(Riley) - Espero que nos volvamos a ver pronto. - Bajé los escalones que separaban el reservado de la pista de baile y me reuní con Kyle, que estaba junto a la barra. Fui a taparle los ojos con las manos pero se volvió antes de que pudiera cubrírselos del todo.
- ¡Uich, me has pillado! - Me quejé.
(Kyle) - ¿Has cambiado de opinión al final?
- Va a ser que sí.
(Kyle) - No puedes estar alejada de mi, ¿eh? - Dijo con una sonrisa petulante. - Es que no hay quien se me resista. - Se recolocó la chaqueta en un gesto arrogante.
- Eres un creído.
(Kyle) - Sí, pero te gusto.
- Idiota. - Le saqué la lengua. Me cogió por la cintura y estábamos a punto de darnos un beso cuando alguien tropezó a nuestro lado, apoyándose en el taburete que estaba junto a Kyle.
(Kyle) - ¿Estás bien? - Lorrein gritó y fruncí el ceño.
- Está borracha, ¿no lo ves? - Se incorporó con dificultad y se alejó tambaleándose.
(Kyle) - ¡Espera! - Se levantó de su taburete pero no fue tras ella. Me miró con la mente puesta en otra parte.
- ¿Por qué te preocupas por ella? ¿De qué la conoces? - Crucé los brazos sobre el pecho sin ser consciente.
(Kyle) - Solo del pub y también estuvo en la fiesta de Halloween. Me dijo algo extraño...
- Siempre dice cosas extrañas. - La recordé esta mañana en el centro comercial. - ¿Qué es lo que te dijo?
(Kyle) - No importa. - Me descruzó los brazos y me dió un pequeño beso en los labios.

Observé como Kyle y sus amigos bebían, pareciendo más ridículos con cada copa de más que tomaban. Traté de persuadir a Kyle pero no tuve éxito.
(Joe) - ¿A que no teneis huevos de subir al escenario y cantar? - Jeremy y Kyle se miraron.
(Jeremy) - ¿Qué no?
(Kyle) - ¿Cuánto te apuestas?
(Joe) - 10 pavos.
(Kyle) - Que sean 20. - subió Kyle.
(Joe) - Trato. - Se estrecharon la mano y Jeremy y Kyle se abrieron paso hasta el karaoke. Parecían que ya se habían puesto de acuerdo con la canción y subieron al escenario con micrófono en mano.
Empezaron a cantar sin seguir del todo el ritmo pero con energía. La gente tocaba las palmas y les gritaban como si fueran famosos. Kyle levantó ambos brazos y los movió en el aire hacia delante y atrás. Negué con la cabeza sin poder dejar de sonreir, que payaso era. Se abrió la chaqueta con ambas manos y se movió sensualmente mordiéndose el labio. Solté una carcajada que vino acompañada por una risa de cerdito. Me tapé la boca, por suerte nadie me había escuchado. Joe no paraba de reir.
(Joe) - Esto va para Youtube... - Dijo dándole al zoom en su móvil.
Jeremy y Kyle se bajaron del escenario entre aplausos y risas. Tardaron en llegar hasta nosotros, parecía que les había salido un club de fans y les retuvieron nada más bajarse. Aguanté mis celos notando el dolor en mi mandíbula de apretar unos dientes contra otros. Jeremy iba por delante de Kyle.
(Jeremy) - Parece que tienes competencia. - Dijo al pasar por mi lado. Me mordí la parte interior del labio. No iba a montarle una escenita a Kyle, eso era lo que Jeremy quería.
(Kyle) - ¿Dónde están mis 20 pavos? - Le preguntó a Joe.
(Joe) - Dije 20 pavos entre los dos.
(Kyle) - No es verdad. No inventes y acoquina. - Movió los dedos de la mano, metiéndole prisa a Joe. Este sacó refunfuñando dos billetes de 20 de su cartera y lo repartió. - Así me gusta. - Le dió un golpecito amistoso en el hombro y me guiñó un ojo. Observé que la cara de Kyle estaba manchada de pintalabios y no del mismo tono precisamente.
(Jeremy) - Kyle, la tía que se hizo una foto contigo no para de mirarte. - Miré a Jeremy con ira y seguí su mirada pero no sabía a quien se refería.
(Kyle) - ¿Quién? ¿La rubia de los rizos?
(Jeremy) - No, la morena de las tetazas. - Les miré boquiabierta. ¿Pero había más de una con la que se había hecho fotos? - Allí, cerca de la puerta.
- ¡Eh, que todavía estoy aquí! - Moví los brazos sin dejar de mirar a Kyle. Sonrió.
(Kyle) - No te pongas celosa. Venga, dame un beso. - Volví la cara.
- Pídeselo a alguna de tus amiguitas.
(Kyle) - ¿Es por el baile sexy? Sabes que iba dirigido a ti. - Repitió el movimiento que había hecho sobre el escenario. Reprimí una sonrisa. Siguió moviéndose esta vez acercándose a mi poquito a poco. Al final no pude aguantar más y sonreí.
- Déjalo ya, anda. - Le puse las manos en el pecho y le alejé con suavidad.

El pub se empezó a vaciar y noté el cansancio en mi cuerpo. Todo lo que había sucedido en el día me había dejado exhauta, sobre todo la tensión de la cena.
- ¿Nos vamos? - Estábamos sentados en los taburetes de la barra a solas.
(Kyle) - ¿No quieres un baile más? - Se le había pasado gran parte de la borrachera, aunque el aliento aún le olía a alcohol. Notaba los pies doloridos y recalentados dentro de mis tacones.
- Creo que no podría aunque quisiera. - Sabía lo que le pasaba, no quería volver a casa, yo tampoco querría si tuviera una familia como la suya. - Te puedes quedar en mi casa, no creo que a mis padres les importe. - Me imaginé a mi padre toda la noche despierto, vigilando a Kyle o manteniéndome bajo llave en mi habitación hasta que amaneciera, asegurándose de que no pasara nada bajo su techo. - Si les explicas lo que ha ocurrido... - Añadí.
(Kyle) - Gracias, pero eso no arreglaría nada. - Suspiró. - Sería peor.
Me bajé del taburete y le abracé.
- Cuenta conmigo para lo que sea. - Sus brazos me rodearon con fuerza.

Condujo sin prisa por la carretera, dejándome en mi casa. Nos dimos un largo beso de despedida. Coloqué el casco sobre su cabeza.
- Esta vez no tienes excusa para no usarlo. - Conseguí atárselo sin problemas y le dí un beso en la frente, como él solía hacer. - Ten cuidado.
(Kyle) - Suenas como mi madre. - Una leve sonrisa apareció en sus labios. Le saqué la lengua y cerré la puerta detrás de mi, escuchando su moto alejarse.
 
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WeasleyE'
CAT_IMG Posted on 18/7/2013, 12:05




LOGANFINANO_ugf5
(Sadie) - Supongo que feliz año nuevo a ti también, Logan - me giré y me crucé de brazos.
- ¿Y bien, qué quiere su majestad?
(Sadie) - ¿Qué haces aquí?
- ¿No puedo venir a una fiesta? Perdone usted..
(Sadie) - No me refería a eso, si no que.. ¿qué le has dicho a Chase? - se pasó un fino mechón de pelo que se le había soltado por detrás de la oreja - Os he visto hablando. - me hice el pensativo.
- Que si bebe, no conduciera - levantó una ceja, no era la primera vez que la veía hacer eso. - ¡Va en serio! - dije con una sonrisita.
(Sadie) - Y que más.. - dijo con resignación.
- Pues que la bruja malvada había envenenado a Blancanieves con una manzana.. - no me dejó terminar porque me pegó un pisotón con los tacones. Intenté disimular el dolor - y tú intentas matarme con un tacón, sí, eso también se lo he dicho.
(Sadie) - ¿Por qué eres tan, tan..? - parecía furiosa lo que me hizo reir. - Y encima te ries, no hay quien te entienda - me encogí de hombros - ¿Me vas a decir qué has estado hablando con Chase?
- ¿Por qué te interesa lo que haya hablando tu novio con tu ex-novio? -
(Sadie) - ¡¿QUÉ?! - me retiré un poco esperando que fuera a darme otro pisotón - Él no es mi novio y tú lo fuiste aún menos. - me llevé las manos a la parte izquierda del pecho, donde está el corazón.
- Eso ha dolido, pero supongo que es verdad - volví a reir - pero imagina que bonito hubiera quedado.. - levanté la mano derecha y la moví en horizontal, como si estuviera señalando un cartel - ¡Lodie!
(Sadie) - ¿Lodie, en serio? ¿Cuánto has bebido esta noche?
- Por lo visto no lo suficiente, asi que si no tienes nada más que decirme.. - hice ademán de abrir la puerta de nuevo.
(Sadie) - Hoy he visto a una antigua novia tuya. - me paré en seco, aunque sin mirarla. ¿Antigua novia?
- Me apuesto lo que sea a que no.
(Sadie) - ¿Y por qué iba a mentir? - la miré con el ceño fruncido - Rubia, ligeramente más alta que yo, y bueno, seguro que no es una novia que puedas olvidar - parecía celosa, ¿quizás? Aunque eso ahora me daba igual, solo se me venía a la mente una persona y era totalmente imposible.
- ¿Te dijo su nombre?
(Sadie) - No, pero parecía conocerte bien, me advirtió sobre tí. - ahora si que estaba confundido.
- Interesante, igual llevaba razón.
(Sadie) - Si, igual la llevaba.. - dijo cabizbaja.
- Como decía, me voy a mi propia fiesta - me echó una última mirada y se dió la vuelta. - ¡Eh Sadie! - se giró - Ten cuidado con, con cualquiera. - Me coloqué bien la chaqueta y abrí la puerta para salir sin mirar ni una sola vez atrás. Me daba vueltas la cabeza. Cientos de pensamientos y sentimientos rondaban por ella. Confuso por lo de la chica que me había dicho, confuso por cómo estaba actuando con ella, confuso por todo.
 
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lorebabyv
CAT_IMG Posted on 16/10/2013, 18:23




Aparqué en la calle paralela al pub, aprovechando la oscuridad de ésta. Salí del coche y lo medio rodeé, dispuesto a abrirle la puerta a Natalie. Le tendí mi mano, y ella colocó la suya sobre la mía con suavidad, seguido de un leve gracias.
- Estás preciosa. - le susurré mientras me acercaba un poco más a ella. Le aparté un mechón rebelde que le caía por el rostro, pero no aparté mi mano de su nuca. Al contrario, la atraje un poco hacía mí y la observé de cerca. Noté su mano en mi pecho y me concentré en sus perfectos y delineados labios. Los rocé con suavidad y, seguidamente, escuché un griterio que provocó que me apartara de ella con brusquedad.
(Chicos) - ¡Menudo ciego, tio! - se hizo escuchar uno de ellos. Llevaba un vaso medio vacio en la mano. Otros dos iban en sus laterales, riendo a carcajadas. Me llevé una mano a la nuca, algo avergonzado por lo que le había hecho pasar a Natalie. Cuando la miré, ella bajó la mirada y empezó su paso hacía el pub.
- Eh, lo siento... - la agarré del brazo para pararla ante mi disculpa. Ella negó con la cabeza, aunque podía ver como sus ojos brillaban ante la resistencia del lloro.
(Natalie) – No, no lo sientes. Si así fuera, no te hubieras apartado de esa manera. No es justo que... - bajo el leve prendido de una farola, sostuve su cara entre mis manos y la besé con seguridad. Una vez me separé de ella, manteniéndome a una distancia demasiado cercana en medio de la calle, Natalie me dió un golpe en el pecho acompañado de una tímida sonrisa, separándome un poco de ella.
(Natalie) – Eres un estúpido. No deberías hacer eso. - le dediqué una sonrisa ladeada.
- Me importas, Natalie. Lo digo en serio. Solo necesito algo de...tiempo. - dije con dificultad. Natalie asintió levemente, aunque sabía que esto la mataba por dentro tanto como a mí, no el todo convencida. Toqué mis bolsillos y no noté mi móvil.
- Tengo que volver el coche, me he dejado el móvil. - me giré, volviéndome rotundamente para besarle una segunda vez. - Te buscaré. - le susurré y sonreí complacido.

El estruendo de la música sobresalía por toda la avenida que daba al pub. Traspasé la puerta y el local estaba repleto. La mayoría de las personas que pasaban cerca me sonreían, saludaban o estrechaban la mano, como si acaso los conociera. Un torbellino de luces le daba un agitado ambiente al establecimiento y la gente ocupaba la pista, dispuestos a bailar o...a hacer cualquier tipo de locuras. La bebida daba para mucho, y ya podía ver a más de un chico con la corbata anudada sobre la cabeza o a chicas sin zapatos. Me acerqué a la barra y pedí algo para beber. Vi a Kyle con Mia, y les dediqué una mirada de asco. Sadie y Chase se encontraban sobre el escenario, dispuestos a hacer un dueto. Nunca entendería a Sadie por mucho que fuera mi mejor amiga, algo parecido a lo que me pasaba con Kyle. Como si no hubiera personas suficientes a las que elegir y se quedan con...esas. Me estremecí. Dí un pequeño barrido con la mirada cerca del escenario. Si Sadie se encontraba por allí, Natalie no se podía encontrar muy lejos. Y no me equivocaba. Mantenía una amplia sonrisa mirando hacía el escenario, llevando el suave ritmo con la cabeza. Le dí un trago a la copa.
(Chica) - ¿Aburrido? - Una chica con pelo rubio ligeramente ondulado a media melena, cara alargada y grandes ojos azules se apoyaba sobre la barra. - Piña colada. Con alcohol, por favor. - pidió. Volví a mirar a Natalie, y seguidamente a ella.
- Más bien controlando. - bajó su mirada al vaso que reposaba sobre la mesa.
(Chica) – Sus voces concuerdan a la perfección. - dijo señalando hacía el escenario. Levanté las cejas.
- No estoy tan seguro.
(Chica) – Asi que esa es la chica a la que “controlas” - al pronunciar esa última palabra, movió los dedos como mostrando comillas. Sonreí.
- Es preciosa pero no, ella no me interesa. - la chica puso los ojos en blanco.
(Chica) – Creía que ella estaba con...alguien más. - soltó, y seguidamente dió un trago.
- No están juntos. - rechisté. - Sadie nunca acierta en el tema de chicos. - negué con la cabeza.
(Chica) – Y que lo digas. - echó la cabeza hacía atrás, y la miré un poco confuso.
- Jeremy B... - empecé a decir mientras le tendía la mano como presentación.
(Sophia) – Bale. - continuó ella. - Lo sé, todo el mundo lo sabe. - sonreí complacido. - Esther...Heren. - contestó con indiferencia y me estrechó la mano. Llevaba un vestido ceñido negro.
La dulce voz de Sadie hizo su solo final y el local estalló en aplausos y vítores. Me volví hacía el escenario por última vez y no tardé en darme la vuelta hacía Esther de nuevo, pero ya no había nadie.
- Chicas... - maldecí y volví a dar otro trago.
La siguiente actuación la abrieron Sadie, Natalie y...Mia. Me centré en Natalie, y de vez en cuando le echaba una ojeada a Sadie, pero sin duda, Natalie era mi prioridad e intenté evitar a Mia sobre el escenario tanto como pude.

Bebida tras bebida, en eso estaba consistiendo mi noche. Natalie se escapaba de mi vista, varias chicas se pegaban a mí con el fin de bailar, chicas a las que apartaba ligeramente siempre que podía. Joe se subió varias veces sobre una de las mesas, casi cayéndose una de ellas, y aunque me limitaba a reir a carcajadas, uno de los dueños del local siempre aparecía para cortarle el rollo, amenazándole cada vez pero sin llegar nunca a dar el paso final.
- Joe, necesito ir al baño, cómportate. - le pedí con una sonrisa pícara, sabiendo que haría caso omiso de esto. Hizo un gesto con la mano, dándome libertad de marcharme. Cogió a una de las chicas que pasaban cerca suya por la cintura, y la arrastró hacía él, dejándola sentada sobre sus piernas. La chica parecía que reía a carcajadas por a saber qué le estaba diciendo Joe al oido.
Me abrí paso como pude, dando más de un empujón sin tan siquiera una disculpa. Mi decepción llegó cuando ví que la cola era infinita. Se me pasó por la cabeza eso de salir a la calle, pero una chica entró por la puerta de emergencias que pegaba al cuarto de baño, supuse que había salido para fumar, y una ráfaga de aire congelado me hizo estremecer. El cuarto de baño para los inválidos...pensé. Me colé por un hueco que encontré en la cola y me acerqué a la amplia puerta que descansaba al final de ese mal iluminado pasillo. Cuando me hice con el pomo y conseguí abrir por la puerta, dos figuras se encontraban en pleno...¿proceso sexual? ¿Lo peor de todo? Eran Kyle y Mia. Ésta bajó del lavabo de un salto y abrí los ojos sorprendido y a la vez, petrificado. Intercalé mi mirada en ellos, aún confuso.
- Genial. Traumatizado de por vida. - Logré soltar. Me alejé de allí sin ni siquiera molestarme en cerrar la puerta.
No tardé en escuchar mi nombre. Sabía que era Kyle.
- Ni siquiera te molestes en explicarme nada. Me dan arcadas solo de pensarlo. - fruncí el ceño y me volví hacía él con brutalidad. - ¿Acaso no teníais otro sitio donde demostrar vuestro afecto? No sé, ¡el coche! - le eché en cara.
(Kyle) – Hemos venido en moto. - puse los ojos en blanco. - De todas formas, ¡es un cuarto de baño! ¿Por qué no has llamado a la maldita puerta?
- Espera, ¿ahora es mi culpa? ¿Tú crees que me podría haber imaginado esa...escalofriante escena? Además, es el cuarto de baño de inválidos...aunque ahora todo tiene sentido, Mia..enferma..- dije pensativo. Kyle me fulminó con la mirada y levanté las manos en señal de haber dicho algo con lo que no pretendía ofender. - ¡Se supone que siempre está vacio!
(Kyle) – Pues esta vez no lo estaba.
- No me digas.. - le reproché con los ojos en blanco. - Eso me ha quedado muy claro.
(Kyle) – No exageres.
- No exagero, ha sido traumatizante. - Kyle suspiró.
(Kyle) – Espero no pillarte nunca en una situación parecida.
- Oh, nunca lo has hecho y nunca lo harás. - me miró un poco confuso. - Oh, Kyle, tengo mis rolletes aunque tú no lo sepas. Le dí una pequeña palmada en su lado derecho de la cara. - Y, creéme, son muuuucho mejores que Mia. - le guiñé un ojo y me abrí paso de nuevo entre la multitud, desapareciendo de su vista.
El escenario fue ocupado por una chica alta de pelo y ojos castaños. Natalie volvia a encontrarse al lado de las escaleras de subida hacía el escenario. Sonreí al verla, era como si ya no existiera nadie más, solo ella. Solo ella y yo. Eso era lo que quería. Aquella chica extraña y levemente conocida empezó su canción y Natalie se dedicó a asentir durante la canción, dándole ánimos. Era adorable y..y la quería. Me gustaba esa Natalie: la torpe y dulce Natalie. Las luces parpadearon durante un segundo, seguido de un ligero apagón que volvió a recobrar su energía al poco tiempo. Miré hacía el lado derecho. Una puerta en la que se podía leer 'Solo personal' en un pequeño distintivo se encontraba al lado de la puerta de la cocina que tambaleaba de vez en cuando. Abrí aquella puerta disimuladamente y eché una ojeada. Varias cajas se disponían a ambos lados de la sala y sobre una estantería metálica reposaban todo tipo de botellas. Sonreí complacido. La chica terminó su canción. Entré en la pequeña habitación y dejé la puerta un poco entreabierta, lo suficiente como para escuchar a Natalie.

(Natalie) – Te dije que lo harías bien. - logré escuchar entre el barullo. Supuse que estaría felicitando a la cantante por un día. Enpecé a escribirle un mensaje desde el móvil. ¿Y si te acercas a la barra por el lado en el que te encuentras ahora mismo?
(Natalie) - Voy a por algo de beber. Te veo luego. - le confesó. Escuché el sonido de sus tacones acercándose a la barra por el mismo lado donde yo me encontraba. Al pasar por la puerta del almacén, salí lo suficiente como para cogerla del brazo y arrastrarla hacía dentro. Natalie pegó un pequeño grito y la puse de cara a mí. Su respiración se fue tranquilizando al verme allí plantado, aunque no le dí tanta ventaja. Posé mis labios sobre los suyos, esta vez con más pasión. La necesitaba. Necesitaba cada parte de su cuerpo. Noté su pulso acelerado cuando pegué su cuerpo al mio. Me quitó la chaqueta con facilidad, y me soltó la corbata. Seguidamente, mis manos recorrieron su deseable cuerpo. La levanté y la apoyé sobre la pared, quedando entre medio de sus piernas. Natalie gimió cuando levanté un poco la falda de su vestido. La dejé sobre el suelo, aunque seguíamos pegados. Sus manos bajaron hacía la cremallera de mi pantalón, haciéndola descender. Mis dedos recorrieron su cremallera lateral mientras besaba su cuello. Nos movíamos al inquietante ritmo de la música. Sus labios se movían sobre los mios con fiereza, como nunca lo habían hecho con anterioridad. Me deshice de mi camisa, provocando que varias cajas cayeran con un estruendo sobre el suelo. Natalie se separó de mí, y miró a las cajas. Durante un segundo, ví la preocupación en sus ojos, pero se lanzó de nuevo hacía mí, pasando sus manos sobre mi pelo, sobre mi pecho.
- Te dije que te buscaría. - dije entrecortadamente, entre los pequeños huecos que quedaban entre nuestros besos. Natalie fue a decir algo, pero unos golpes en la puerta la interrumpieron. Natalie abrió los ojos, sorprendida.
(Natalie) – Oh, no, no. - se quejó. Se agarró la parte de arriba del vestido, evitando que se le cayera por completo, como casi había estado hace un segundo. - Tienes que salir de aquí. Por aquella puerta. - señaló la puerta metálica del final de la sala.
- Espera, ¿qué? - pregunté sorprendido. Mis pantalones, al igual que todas mis demás prendas de ropa, se encontraban desperdigados por el suelo.
(Natalie) - ¡Vamos, Jeremy! - insistió. - Trabajo aquí, no pueden... - volvieron los golpes en la puerta. Natalie empezó a darme pequeños empujones, pero insistentes.
- ¿Y qué pasa con mi ropa? - Natalie tiró de una pequeña palanca y me empujó hacía la calle. El frió me golpeó y, varias chicas que pasaron por allí me devoraron con la mirada. Sonreí avergonzado, tapándome mis partes bajas a pesar de que aún mantenía los calzoncillos, por suerte. Éstas soltaron una risita tonta y, una de ella me saludó con una mano, moviendo los dedos ligeramente. Le hice un gesto con la cabeza, devolviéndole el saludo. Un grupo de chicos empezaron a silbar. Esto estaba empezando a ser más incómodo de lo que era al principio.
Escuché a Natalie hablar con alguien agitádamente. Esperaba que no se metiera en ningún problema por esto, a pesar de que se lo merecía después de echarme a la calle en estas condiciones. La puerta del almacén se cerró con gran estruendo, supuse que esa era la señal de Natalie para que entrara de nuevo y así poder vestirme en condiciones.
- Se acabaron las vistas. - susurré para mí y volví a entrar en aquella habitación donde hacía un momento estaba pasando el mejor momento de toda la noche. Me vestí tan rápido como pude, nervioso por si alguien intentaba entrar de nuevo.
- Teniendo el ejemplo de Kyle, me pongo en la misma situación. Estúpido karma. - maldije entredientes.

Al salir de allí, me encontré con Joe que llevaba dos copas, una en cada mano.
(Joe) – Wow, ¡Jeremy! ¿Dónde has estado? Desapareciste en el servicio, pensaba que te habrías colado por el váter. - me tendió una de las copas. Alcé una ceja.
- Créeme, lo hubiera preferido. - volví a susurrar, aunque aquella noche con Natalie, con sus pro y sus contras, no lo cambiaría por nada del mundo.
(Joe) – ¿Has visto a Kyle? - me estremecí al recordar la última vez que lo había visto, en aquella escena. - Algunas veces pienso que este chico tiene poderes de invisibilidad o algo parecido.
(Joe) - ¡Eh, Freeman! - mantuve las distancias, ya que Kyle se encontraba, como no, junto a Mia. No pude resistir aquella mirada que guardaba especialmente para ella. Me dedicó una falsa sonrisa y agitó los dedos como saludo. Decidí mirar hacía otro lado. Aquellas escenas me torturaban una y otra vez. Le dí un buen trago a la copa. dediqué mi mejor sonrisa y le saludé agitando los dedos. - Copas gratis, ¿te apuntas?
(Kyle) – Claro. - Mia se negó en venir con nosotras, cosa por la que me sentí realmente complacido.
Por fin encontramos algo de tiempo que disfrutar como chicos. Joe terminó con la corbata sobre la cabeza, al igual que los que había visto antes el entrar en el pub. Kyle se movía con extremos movimientos de caderas algo extraños, y empezó a agitar sus manos en el aire sobre el pecho, con la cabeza hacía atrás. Parecía un niño pequeño y me reí a carcajadas. Mis movimientos empezaron a ser más sexis de lo normal, aunque notaba como el alcohol hacía efecto en mí y no me importaba como me vieran los demás. Kyle me tiraba de la corbata, atrayéndome hacía él.
(Joe) - ¿A que no tenéis huevos de subir al escenario y cantar? - Miré a Kyle y éste me devolvió la mirada.
- ¿Qué no?
(Kyle) - ¿Cuánto te apuestas?
(Joe) - 10 pavos.
(Kyle) - Que sean 20. - subió Kyle. Como siempre, volviendo a su afición a las apuestas.
(Joe) - Trato. - Nos estrechamos la mano y me dirigí hacia el escenario con Kyle. Nos hicimos con los micrófonos y la música se hizo eco por los altavoces. Pusimos toda nuestra energía en la canción, aunque había partes que ni siquiera nos sabíamos y terminabas tarareándola. Todo el mundo habían centrado sus miradas en nosotros, los chicos más populares del Bennet High School. Kyle se abrió la chaqueta con ambas manos y empezó a moverse. Cogí un sombrero de vaquero que estaba colgado como decoración en la pared de detrás y me empezé a bailar sexualmente. Me deshice de la corbata y la giré en el aire, por encima de mi cabeza, hasta que la lancé hacía el mogollón que de gente que se encontraba a nuestros pies. Me desabroché la camisa con el gorro sobre mi cabeza. Escuché silbidos de admiración.
La canción llegó a su fin, y terminé sin aliento. Bajé del escenario de un salto, acompañado por Kyle. Todo el mundo nos rodeaba. Kyle enseñaba una amplia sonrisa y lo imité.
Cuando nos acercamos hacía Joe y Mia, observé como ésta fruncia el ceño con los brazos cruzados sobre su pecho, más seria de lo que solía estar ella. Tenía que devolvérsela.
- Parece que tienes competencia. - le susurré al pasar por su lado.
(Kyle) - ¿Dónde están mis 20 pavos? - Le preguntó a Joe.
(Joe) - Dije 20 pavos entre los dos.
(Kyle) - No es verdad. No inventes y acoquina. - Movió los dedos de la mano, ansioso por sentir el roce de los billetes en su mano. Joe abrió la cartera refunfuñando y sacó dos billetes de 20.- Así me gusta. - dijo agradecido.
- Kyle, la tía que se hizo una foto contigo no para de mirarte. - Kyle siguió mi mirada, al igual que Mia.
(Kyle) - ¿Quién? ¿La rubia de los rizos?
- No, la morena de las tetazas. - Kyle se esforzó por encontrarla. - Allí, cerca de la puerta.
(Mia) - ¡Eh, que todavía estoy aquí! - se quejó moviendo los brazos con efusividad.
(Kyle) - No te pongas celosa. Venga, dame un beso. - Mia le volvió la cara. Otra vez no... Ya estaba demasiado traumatizado de por vida para aguantar ahora un beso. No podía evitar pensar en las babas y...en las babas. Asqueroso intercambio. De nuevo esas arcadas. Me alejé de ellos.
Sadie estaba pensativa en la barra, con su cabeza apoyada sobre la mano. Le dí un pequeño empujón con el hombro.
- ¿Estás pasando una buena noche? - Sadie me miró con desgana y soltó un resoplido.
(Sadie) – Si a pasar una buena noche te refieres a discutir con un idiota, no haber pasado ni un solo segundo con mi acompañante, y asustarme por un mísero gato junto a mi mejor amiga... sí, se podría decir que es una buena noche.
- Vaya, qué negatividad. - se dedicó a remover el líquido que contenía el vaso con un dedo, con la mirada perdida. - Eh, vamos a bailar. - me miró sorprendida.
(Sadie) - ¿Tú, bailar? - asentí. Soltó un bufido.
- Se me da bastante bien. - y empecé a moverme como pude. Sadie soltó una risota y me alborotó el pelo. - ¡Con cuidado! - me quejé.
(Sadie) – No es que estuvieras demasiado repeinado antes. - levantó una ceja. - ¿Acaso alguien ha tenido el placer de enrrollarse contigo? - abrí los ojos, un poco sorprendido ante tal acusación.
- El bueno de Jeremy nunca obligaría a nadie a besarlo. - me acerqué un poco más a ella.
(Sadie) – Lo dudo mucho con ese aliento. - se alejó con una expresión de asco en su rostro, moviendo la mano de lado a lado delante de su nariz. Solté una carcajada.
- Mira, si hace falta te bailo sobre la barra. - coloqué ambos manos sobre la amplia madera, pero Sadie colocó sus manos sobre uno de mis brazos, evitándolo.
(Sadie) – Ya he tenido suficiente con verte allí arriba, vaquero. - y me dió una palmada en la cabeza mientras se levantaba del taburete.
- He estado irresistible. - alzó una ceja.
(Sadie) – Díselo a aquella que te ha dejado marcado ese espléndido beso en el cuello. - intuitivamente me llevé la mano hacía el cuello, dónde creía que tenía la marca. Observé como Sadie desaparecia entre la multitud, y noté una mano en mi bolsillo trasero. Una chica de pelo castaño y andares fácilmente reconocibles pasó por mi lado, rozándome el brazo. Me miró antes de desaparecer, guiñándome el ojo. Metí la mano en mi bolsillo, donde segundos antes había estado la de Natalie. Un billete de 20. Sonreí levantando una comisura de mis labios. El móvil vibró en mi bolsillo. La próxima vez que sea a solas, por favor. - rezaba. Volví a sonreir y levanté la mirada. Natalie me observaba desde el otro lado de la barra. Ladeé mi cabeza, señalando la puerta.

Caminamos por las frías y solitarias calles hacía mi coche.
- ¿Tan solo 20 pavos? ¿Eso es lo que cuesto yo para tí? - le eché en cara. Natalie soltó una carcajada.
(Natalie) – Bueno, el resto lo he dejado para la próxima vez. - esta vez fue ella la que miró a su alrededor y se acercó a mí al asegurarse de que no había nadie.
- No va a haber una próxima vez. - rechisté. - ¡Me tiraste a la calle como a un perro, y en pelotas! - solté. Natalie volvió a reir.
(Natalie) – Dudo mucho que al perro lo hubiera echado. - dijo. Me examinó con la mirada y abrí la boca, sorprendido ante aquella sinceridad. La levanté en el aire por la cintura mientras ella seguía riendo. Cuando la dejé en el suelo, quedamos a unos pocos centímetros.
- Tal vez deberías saber que ligué allí fuera. - me zangoneé. - Había una morenaza... - Natalie aceleró el paso, pero corrí tras ella, riendo. - No me has dejado terminar. - me coloqué delante de ella. - Esa morenaza se encontraba tras una puerta metálica. - Natalie sonrió, complacida y avergonzada a la vez. Me dió un pequeño tortazo en el brazo. Acerqué mis labios a los suyos, plantándole un pequeño beso. Le abrí la puerta y dejé que se acomodara en el sillón.
Conduje con su cabeza apoyada en mi hombro durante la mayor parte del trayecto y tan solo podía recordar las escenas vividas con Natalie a lo largo de la noche. Ya no me importaba Mia y Kyle, ni Chase y Sadie, ni mi abuelo o mi familia. Mientras que la mantuviera a ella en mi vida, sabía que todo iría bien.
Estaba adormecida cuando paré en frente de su casa. La besé suavemente y le acaricié una mejilla.
- Buenas noches.
 
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WeasleyE'
CAT_IMG Posted on 17/10/2013, 20:05




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Jeremy aparcó en la paralela del pub. Esperé dentro del coche a que me abriera la puerta, me agarré un poco el abrigo para evitar que me tirara y salí con cuidado. El suelo estaba un poco resbaladizo debido a la fina escarcha. Olympustime estaba este año más frío de lo que recordaba.
(Jeremy) – Estás preciosa – me susurró al incorporarme. Me perdí en sus ojos sin apenas notar que me apartaba un mechón de pelo de la cara. Me acercó hacia él y me dejé llevar.
(Chicos) - ¡Menudo ciego, tío! – nos interrumpieron, para variar. Jeremy se apartó bruscamente de mi deseando que no nos hubieran visto. Agaché la mirada e intenté contener lo que sentía en aquel momento. Por supuesto que teníamos que comenzar el año de aquella manera, en secreto. Al apartarse me había dejado vía libre para ir al pub.
(Jeremy) – Eh, lo siento… - me dijo agarrándome el brazo. Negué con la cabeza y con dificultad levanté la mirada.
- No, no lo sientes. Si así fuera, no te hubieras apartado de esa manera. No es justo que... – la cálida presión de sus labios sobre los míos me impidió continuar. El tiempo se paraba para mi cada vez que hacía eso y aunque había durado escasos segundos, me había parecido una preciosa eternidad. Me apartó aún con sus manos sobre mi rostro. Le pegué un pequeño empujoncito para alejarlo de mi y no pude evitar esbozar una sonrisa.
– Eres un estúpido. No deberías hacer eso. – sonrió como solo él sabía hacer.
(Jeremy) - Me importas, Natalie. Lo digo en serio. Solo necesito algo de...tiempo. – asentí a pesar de aquella voz interior que intentaba obligarme a rendirme. Demasiado tiempo le había dado ya, ¿cuánto más necesitaría?
(Jeremy) - Tengo que volver el coche, me he dejado el móvil. – Esta vez le vi venir, se volvió a girar para besarme rápidamente - Te buscaré. – no tarde ni dos segundos en entrar en el pub. No dejaba de retumbarme en la cabeza su ‘te buscaré’ y un ‘¿tardará mucho?’.

El pub estaba repleto de gente. Un chico con una camisa blanca llena de manchas pasó corriendo y haciendo el tonto por mi lado, tuve que apartarme para evitar que me dejara caer o me manchara. En el fondo odiaba este tipo de fiestas por la cantidad de borrachos que había pero todos eran tan felices, que conseguían que no me preocupara por ellos. Dejé el abrigo en un sitio seguro, donde no pudieran quitármelo, pisotearlo…
Eché un vistazo y vi a Lorrein en la barra, sorprendentemente fuera de ella.
- ¡Feliz año nuevo! – dije a viva voz para que pudiera escucharme. Me abrazó y me lo deseó también. Era bueno verla fuera del trabajo. Un carraspeo sonó a través de los micrófonos, miré hacia el escenario y Chase se estaba aclarando la garganta. Sadie estaba a su lado, sonriendo como de costumbre cuando estaba con él. ¡Iban a cantar! Una sensación de emoción y nervios me sacudió. La combinación de sus voces era perfecta.
- Debería ponerle un nombre, como pareja. – me mordí el labio e intenté exprimir todas las ideas posibles.
(Lorrein) - ¿Chadie?
- ¡Es perfecto!
(Lorrein) - Lo que tu digas - dije quitándole importancia. - ¿Has venido sola?
- Claro, ¿con quién iba a venir? – noté como me empezaban a sudar las manos. Estaba rodeada de gente que le conocía… ¿quién no conocía a Jeremy Bale? Y cualquier paso en falso podría delatarnos y todo el mundo se enteraría.
Un gran aplauso invadió el pub cuando acabaron de cantar Sadie y Chase. Podría haberme puesto a dar salto allí mismo como si estuviera en un concierto si no hubiera sido por los tacones y mi tendencia a besar el suelo.
Estábamos cerca de la escalerita del escenario así que Sadie vino nada más vernos. Le di un gran abrazo, el primero de muchos en este nuevo año, de eso estaba segura. Saqué el móvil del bolsito que llevaba y le pedí a Lorrein que nos echara una foto. Me olvidé de la típica pose y la abracé de nuevo. Sadie se rió y apretó aún más. Me devolvió el móvil y esta vez se lo tendí a Sadie.
- Haznos una a Lorrein y a mi – Lorrein no parecía muy convencidad - ¿no quieres? – hizo un movimiento de cabeza y me pasó un brazo por detrás. Puse mi mejor sonrisa, era la primera foto que me hacía con ella.
Mia se acercó a nosotras con efusividad, como siempre.
(Mia) - El karaoke está libre, ¿cantamos las tres? – negué rotundamente, nunca me subiría a un escenario delante de tantas personas.
(Mia) - ¿Qué? ¡Tú también! – tiraron de mi, me agarré a la barra resistiéndome.
(Sadie) - Si conseguimos que esquiaras, esto también.
- ¡No! – les grité, rogué, supliqué o lo que fuera ese ‘no’. No, no y no.
(Lorrein) - Si tú cantas, voy yo después – la miramos. ¿Apenas hablaba y ahora pretendía cantar solo para que yo lo hiciera?
- Lo dices porque seguro que cantas bien.
(Lorrein) - ¡Qué va! ¿Y tú por qué no quieres?
- ¿Y si hago el ridículo? ¿Y si me tropiezo? –era mi mayor miedo.
(Mia) - ¿Por eso es? ¡Pensaba que no sabías cantar! - dio un tirón más fuerte y consiguió que me moviera de allí.
- ¡Luego vas tú! – le grité intentando aferrarme a algo por lo que valiera la pena subirse allí arriba.
Elegimos una canción que nos supiéramos las tres y cogimos los micrófonos. Se me cortó la respiración al ver tanta gente expectante. Me pegaron un codazo y me insistieron en que empezara. Encima también empezar... Me temblaban las manos, las piernas… todo el cuerpo. Comencé a cantar, tímida esperando que nadie comenzara a bromar o algo por el estilo. Levanté poco a poco la mirada, la gente parecía disfrutar. Entre el público le busqué a él, era el único que podía inspirarme algo más de confianza. Lo atisbé entre la multitud sonriendo, disfrutando como los demás. Las voces de Sadie y Mia sonaban con más soltura y decisión y decidí que no podía quedarme atrás. Poco a poco comenzamos incluso a bailar alrededor del escenario y nos compenetrábamos con miradas. Al terminar Mia nos envolvió en un abrazo que agradecí para terminar de calmar los nervios. Adoraba nuestra amistad, éramos las tres tan distintas pero a la vez tan iguales.
(Mia) - Ha estado genial, ¡tenemos que repetirlo! – asentimos. ¿Asentí? Me reí solo de volver a pensarlo. ¡Y no me había caído!
Mia volvió con Kyle, la envidié por poder pasar la noche tranquilamente con su chico. Sadie me contó que Chase y su hermana habían pasado el fin de año con su familia.
- Ya queda menos… - dije casi en un susurro.
(Sadie) - ¿Menos, para qué? – preguntó confusa.
- ¡Oh vamos! Es más que tu amigo, admítelo. – fue a negar pero se mordió el labio insegura.
(Sadie) – Pero yo… - no la dejé terminar, sabía por donde iba.
- Chase Williams es la mejor opción, hazme caso. – resopló.
(Sadie) – Si al menos supiera donde está… - miré a nuestro alrededor y le dije que lo buscáramos. Volví a la barra y lo vi con Lorrein.
- ¡Lorrein! – le grité - ¡te toca! El karaoke está libre. – me giré hacia Chase para decirle que Sadie le buscaba.
(Chase) - ¿También cantas? – dijo interrumpiéndome.
(Lorrein) - No, solo quería que ella cantara, no voy a cantar.
- ¿Qué? ¡A mi no me la juegas! – tiré de ella, una apuesta era una apuesta.
(Lorrein) - Te odiaré siempre si me hace subir ahí.
- Asumiré el riesgo. – la empujé por las escaleras y me di cuenta de que no le había dicho eso a Chase pero ya estaba demasiado lejos como para volver, Lorrein se me escaparía.
Escogió una canción y se sentó en un taburete. Me quedé al fondo, quizás podría hacerle algunos coros para que se sintiera más arropada. Era una lenta y lo hacía a la perfección, parecía que sabía lo que hacía al apostar, sin embargo a mitad d ela canción las luces comenzaron a parpadear y el karaoke a fallar. Un cortocircuito o algo parecido. Hubo un pequeño revuelo en un grupo, parecía que alguien se había caído o desmayado. Volvieron enseguida como si no se hubiera ido y Lorrein terminó como pudo la canción.
– Te dije que lo harías bien – dije alegre cuando fue a bajar del escenario. Aún se oían algunos aplausos.
(Lorrein) - Está bien, pero es la última vez que te hago caso – sonrei. - ¿qué ha pasado con las luces?
(Natalie) - No lo sé, pero alguien se ha tenido que desmayar o algo. – no me extrañaba sabiendo lo que la gente estaba bebiendo. Sentí la vibración del móvil.
- Voy a por algo de beber. Te veo luego. - le dije sin apartar la vista de la pantalla. Era Jeremy.

Me acerqué a la barra tal y como me dijo, no le veía. Sentí de pronto una pequeña presión sobre el brazo y un tirón. Pegué un pequeño grito de sorpresa. Me encontré cara a cara con Jeremy, podría sentir su tranquila respiración y el la agitada mía. Me besó, no como al comienzo de la noche, si no con más pasión. Con la pierna cerré de golpe la puerta. Mi cuerpo estaba pegado al suyo, encajando entre sus brazos, en su pecho. Parecía como si no tuviéramos tiempo, como si los segundos estuvieran contados pues ni un descanso para respirar nos dábamos. Conseguí quitarle la chaqueta y la corbata, solo eran obstáculos entre nosotros dos. Me pegó contra la pared y me levantó. Le rodeé con las piernas y sentí como su mano levantaba mi falda. Una sensación de placer me embriagó y no pude retener un pequeño gemido. Había dejado de oír la música de fuera, ahora solo estábamos nosotros dos, Jeremy y Natalie a secas, sin etiquetas, sin presión. Él era todo lo que quería, en ese momento y siempre, y si él también me quería a mi sería suya. Me dejó en el suelo. No controlaba ninguna parte de mi cuerpo: mi cabeza y mi cuello seguían las órdenes de los labios de Jeremy, las piernas no me reaccionaban y mis manos, actuaban por si solas. Fueron recorriendo sus brazos hasta llegar a sus caderas para no detenerse. Hasta que no escuché el ‘zap’ de la cremallera de sus pantalones no me di cuenta de que se la había bajado yo. Con delicadeza me bajó él la cremallera del vestido mientras me besaba el cuello. Me mordí el labio tan fuerte que me hacía daño. El vestido se me quedó semi-caído y él aprovechó para quitarse la camisa. Jugueteé con su rubio y sedoso pelo mientras esta vez era yo la que le besaba el cuello, la mandíbula y de nuevo en los labios. Temía que este momento acabara y comencé a besarle con más fuerza y más rápido. Dejó caer unas cajas que había a nuestro lado. Las miré, si había algo roto y me pillaban tendría que pagarl… el pensamiento se desvaneció de mi cabeza al volver a mirarle a él. Sus facciones eran perfectas. Pasé los dedos con cariño por su rostro y dibujé las formas de su escultural torso. Volví a besarle, el fuego se apoderó de mi pecho.
(Jeremy) - Te dije que te buscaría. – me dijo entre beso y beso. Unos golpes en la puerta y un forcejeo nos sacó de aquella ilusión. ¡No!
– Oh, no, no. – me quejé. ¿Por qué ahora? Si era Mike o el padre de Chase y me veían allí dentro haciendo eso me despedirían. - Tienes que salir de aquí. Por aquella puerta. – señalé la puerta metálica que daba a la parte de atrás del pub.
(Jeremy) - Espera, ¿qué? – Toda, bueno casi toda, su ropa estaba por el suelo.
- ¡Vamos, Jeremy! – le dije nerviosa, el forcejeo en la puerta era cada vez más insistente - Trabajo aquí, no pueden... – comencé a darle empujoncitos hacercándolo a la puerta.
(Jeremy) - ¿Y qué pasa con mi ropa? - cogí la ropa del suelo y se la puse toda sobre los brazos. Tiré de la palanca y le eché a la calle. Dejé encajado. Me cerré el vestido justo en el momento en el que abrieron la puerta. La claridad entró poco a poco inundando la habitación.
(Mike) - ¡¿Pero qué ha pasado aquí?! – exclamó furioso al ver las cajas desperdigadas. Me miró confuso.
- Yo... – tenía que buscar una escusa creíble, aunque cualquiera me metería en un lío – quería invitar a unos amigos a algo y pensé coger algo de aquí... ¡lo pensaba pagar de mi sueldo! – le dije antes de que pudiera regañarme.
(Mike) - ¿Y eso implicaba tirar todas las cajas al suelo?
- Eso ha sido un accidente, soy una patosa. Lo siento, Mike. – respiró hondo y juraría que contó hasta tres.
(Mike) – Sal de aquí, mañana aunque sea fiesta vendrás, recogerás todo esto y limpiarás. – Asentí – Que sea la última vez. Vamos, fuera. – Al final, algún castigo tenía que llevarme pero los… ¿cuánto tiempo había pasado allí dentro? Había valido la pena, por supuesto que lo había hecho. Cerré la puerta de un portazo para que Jeremy la escuchara y supiera que habíamos salido de allí.
 
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WeasleyE'
CAT_IMG Posted on 19/10/2013, 17:36




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Nada había cambiado en el pub, la gente seguía bailando y bebiendo, no me había perdido mucho.
(Ashley) – Pero mirad a quien tenemos aquí... – Ashley se acercaba con dos de sus amigas hacia mi – si es el patito feo. – decidí ignorarla dándole la espalda pero no me lo permitió. Se puse delante mía y sus amigas detrás, a alguna tendría que mirarla.
(Ashley) – Y encima eres maleducada.
- ¿Qué quieres, Ashley?
(Ashley) – Solo pasar a saludar – dijo con una incordiante sonrisa en la cara. – por cierto, buena actuación la de antes, aunque debo admitir que me has decepcionado al no caerte.
- ¡Oh, lo siento mucho! – dije irónicamente. Me miró de arriba abajo y le hizo una seña a sus amigas.
(Ashley) – Aunque que no te hayas caído en el escenario no significa que luego si.
- ¿Por qué lo dices?
(Ashley) – Ese pelo, vestido arrugado… - me hubiera gustado decirle por qué en realidad estaba así, hacer que se muriera de envidia pero, no podía.
- ¿Y tú? – Me miró desconcertada - ¿Piensas dejar que se salgan o esperas que alguien caiga dentro? – le dije señalando su enorme escote. Sus amigas soltaron un gritito de sorpresa. Ashley se acercó más a mí, encarándose.
(Ashley) – Al menos me ayuda a tener a todos los chicos que quiera detrás – quise decirle ‘fresca’ o más bien ‘zorra’, pero la compostura ante todo.
- No, a todos no – le guiñé el ojo, ya sabría por donde iba. Gruñó, o al menos eso creo cuando pasé por su lado dándole con el hombro. La odiaba, pero mientras pudiera ganar con esas indirectas tenía que comportarme.

Necesitaba tomar un poco el aire, estaba abrumada por todo lo que estaba pasando. Fui a por mi abrigo y me dirigí hacia la puerta alisándome un poco el vestido e intentando recomponerme el recogido. Jeremy siempre acababa despeinándome, ¿qué problema tenía con que estuviera bien peinada? Me alegré de no haberme pintado los labios de rojo como había pensado a lo largo de la tarde.
La fría brisa de la noche me golpeó vertiginosamente, me cerré aún más el abrigo. Hacía incluso más frío que cuando había llegado al pub. Me froté las manos y las calenté con el aliento. Escuché un grito desde uno de los callejones de al lado del pub. Inmediatamente salí corriendo hacia él pero me paré en seco antes de entrar. La imagen de aquel hombre que me acorraló días atrás apareció de nuevo en mi mente. Tenía miedo de volver a vivir algo así pero, si no hubiera aparecido Jeremy no se que hubiera pasado. ¿Y si no aparecía yo y ayudaba? Me armé de valor y entré corriendo en el callejón. No veía nada, no había ni una sola farola que iluminara dentro de aquel callejón. Escuché unos jadeos pero no distinguía de donde venían. Me choqué con alguien y grité, y ella gritó. ¡Era Sadie!
(Sadie) - ¿Natalie? ¿Qué haces aquí?
- ¿Yo? ¿Y tú, por qué gritabas? – miró hacia atrás. – Sadie, ¿qué pasa?
(Sadie) – Un… - se mordió el labio intentando buscar las palabras correctas – un hombre deforme.
- ¿Un hombre deforme? – intenté no reirme, aquello no tenía sentido.
(Sadie) - ¡En serio! Vi su sombra y… - un ruido la interrumpió. Instintivamente nos abrazamos, comenzaba a creer que llevaba razón. Señaló una sombra, la de hombre deforme. Mi respiración comenzó a agitarse. De pronto un cubo de basura cayó al suelo y ambas gritamos, mucho más fuerte que antes. Cerré los ojos por el miedo y algo me decía que ella también porque no pasó nada tras eso. Abrí los ojos poco a poco, desconcertada. Un gato negro nos observaba desde el cubo de basura. Maulló.
- Ese es nuestro hombre deforme – dije y Sadie se echó a reír. – recuérdame que nunca crea más en nuestra imaginación.
(Sadie) – Lo haré – me separé de ella al darme cuenta de que seguíamos abrazadas. Me llevé las manos a la cara y comencé a reír. ¿Realmente había pasado esto?
- ¿Y qué hacías aquí fuera? – pasé su brazo por el mío e hice que volviéramos al pub. Me miró, culpable - ¿qué no me cuentas?
(Sadie) – Había salido tras de…
- Logan, ¿verdad? – Gruñí - ¿Y Chase, solo? ¡Os he puesto nombre de pareja, no elijas ahora la elección equivocada!
(Sadie) – Pero es que… ¡Espera! ¿Nombre de pareja?
- Sois, Chadie – me miró incrédula y nos echamos a reír.
(Sadie) – Olvida lo que te he dicho, volvamos dentro – volvimos a dejar nuestros abrigos en un lugar seguro. Ahora en el pub se podía escuchar I’m sexy and I know it. Miramos al escenario.
(Sadie) - ¿Esos son Kyle y Jeremy? – asentí, sin palabras. A Kyle solo dediqué un par de segundos, el resto del tiempo Jeremy y su sombrero de vaquero captaban mi atención. No sabía si reír o qué hacer, estaban realmente borrachos y si no, es que estaban muy locos. Jeremy se abrió la camisa y comenzó a mover la corbata sobre su cabeza como si fuera un lazo de vaquero. Acabé riéndome sin parar, la verdad es que se veía tremendamente sexy y ridículo a la vez. Terminaron la canción y todos, incluida yo, les gritamos y aplaudimos.
- Son un caso – le dije a Sadie, o al menos eso pensaba. Ya no estaba a mi lado y no sabía desde cuándo. Resoplé, ahora me había quedado sola.
(Chico) – Menudos capullos – me giré al escuchar la acusación.
- Solo se estaban divirtiendo – les defendí.
(Chico) - ¿Ah sí? Solo intentaban captar la atención, como siempre.
- Puede pero, ¿y qué? – sabía cómo eran pero, en ese momento no habían hecho nada malo.
(Chico) – Tú eres la que siempre se cae, ¿verdad?
- Mira, si también vas a insultar a mí, mejor que me dejes.
(Chico) – No, al contrario, lo que quería decir es que deberías saberlo, siempre se meten contigo, y con la mitad de los que están aquí, y todos seguís admirándoles.
- ¿Qué te han hecho? – pregunté curiosa.
(Chico) – Echarme de su grupo por no querer gastar una broma.
- ¿Sólo por eso? – asintió. – Y les guardas rencor.
(Chico) – Para nada, estoy mejor ahora – sonrió sinceramente – Tienes suerte de no pertenecer a su mundo, ni al suyo – señaló a Ashley y a sus amigas que reían como tontas cerca del escenario. – Miró su reloj – Si me disculpas – pasó por al lado mía y se perdió entre la multitud.
Extrañamente estaba sorprendida, ¿por qué? Sabía que como eran. Jeremy no quería que nadie supiera lo nuestro porque le echarían del grupo, pero él mismo había echado a alguien. Algún día le pediría explicaciones, sin embargo no esta noche; lo último que querría es una discusión con él.
Saqué el móvil y miré la hora, era bastante tarde e intuía que no duraría mucho más la noche. Tenía que encontrarlo, quería pasar lo que quedaba de ella con él. Me escurrí entre la multitud buscándole, pero volví a encontrar a la persona errónea.
(Ashley) – Tú, otra vez – dijo con una sonrisita.
- ¿Y ahora qué? – pregunté cansada. Bebió de su vaso y negó con la cabeza.
(Ashley) - ¿Y tú hermana? – la miré confusa – Supongo que aún es pequeña para que la dejen venir.
- Aléjate de ella o... – la intenté amenazar y se rió.
(Ashley) - ¿O? Soy yo la que tiene aquí el poder de decidir, te lo recuerdo. ¿Con qué podrías amenazarme?
- Oh, déjame que lo piense – no tarde ni un segundo en arrancarle el vaso de la mano y tirarle la bebida entre el canalillo. Gritó. – Te pregunté si querías que algo entrara, no contestaste así que he tenido que averiguarlo por mi misma. – Tiré el vaso al suelo y me fui más satisfecha que nunca.

Logré localizar a Jeremy por fin. Saqué un billete de veinte euros del bolso y lo metí en el bolsillo trasero del pantalón. Pasé por su lazo rozándole el brazo, me giré y le guiñé un ojo. Le mandé un mensaje al móvil: La próxima vez que sea a solas, por favor. Me señaló la puerta, por fin de nuevo a solas con él. Llevaba deseándolo desde que había salido de aquel cobertizo.
El frio me golpeó de nuevo al salir. Caminamos hacia su coche.
(Jeremy) - ¿Tan solo 20 pavos? ¿Eso es lo que cuesto yo para tí? – solté una carcajada.
– Bueno, el resto lo he dejado para la próxima vez. – miré alrededor, ni un alma. Le besé rápidamente.
(Jeremy) - No va a haber una próxima vez. - rechistó. - ¡Me tiraste a la calle como a un perro, y en pelotas! – Reí.
– Dudo mucho que al perro lo hubiera echado. – comenté seria y totalmente segura. Me alzó y no pude evitar reírme de nuevo. Al soltarme nos quedamos realmente cerca, pude sentir el calor de su aliento, apestoso de alcohol por cierto.
(Jeremy) - Tal vez deberías saber que ligué allí fuera. – levanté una ceja - Había una morenaza... – me aparté y anduve rápido. Escuché su risotada tras de mi. - No me has dejado terminar. – se colocó delante de mí haciendo detenerme brúscamente - Esa morenaza se encontraba tras una puerta metálica. – Juraría que me había sonrojado un poco con el poco calor que me quedaba en la cara. Sonreí y le pegué en el brazo. Estupido y perfecto Jeremy Bale… Me dio un beso rápido y reconfortante antes de abrirme la puerta del coche.
Me acomodé en su hombro mientras conducía, esperaba que por arte de magia mi casa hubiera acabado mucho más lejos del pub, no quería separarme de él. De vez en cuando entrecerraba los ojos, el sueño me estaba ganando. Escuché el frenar suave del coche y abrí los ojos. Me acarició la mejilla y me besó.
(Jeremy) - Buenas noches. – me deseó antes de salir del coche. Sonreí y asentí, queriendo quedarme con su voz en mi cabeza más que con la mía.

Entre en casa con el máximo cuidado posible esperando no despertar a nadie, o al menos a los que estuvieran durmiendo. Una tenue luz venía del salón. Encontré a mi padre dormido sobre el sillón y en la mesita el portátil. ¿Había estado trabajando? Era un caso perdido. Me acerqué al portátil para apagárselo. Había una ventana emergente que rezaba ‘Contraseña incorrecta’. Parecía que lo había intentado varías veces pues había un aviso de bloqueo. Otra ventana tapaba el logotipo de la página. Miré a mi padre, seguía profundamente dormido. Me acerqué aún más para quitar la ventana y ver de qué se trataba pero le escuché decir mi nombre. Disimulé cerrando la pantalla del portátil.
- No deberías trabajar tanto – le dije.
(Sr. Rhodes) – Te estaba esperando. – se levantó y me dio un beso en la frente. Me arropó con un brazo y me condujo hacia la escalera para ir a las habitaciones. - ¿Cómo lo has pasado?
- Estupendamente.
(Sr. Rhodes) – Brilla – comentó, me miré el vestido y me lo alisé, era precioso. – No, no el vestido – alcé la vista desconcertada – tu rostro. – sonreí, supongo que sabía cuando estaba realmente feliz.
 
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lorebabyv
CAT_IMG Posted on 19/1/2014, 21:02




 photo KYLEPUB_zpsbe657650.png
Decidí aparcar la moto a una distancia considerable del pub, con el fin de evitar que algún que otro borracho pudiera destrozarlo. Lo sé por experiencia. No es que yo hubiera hecho algo parecido alguna vez.. Bueno, tal vez. Hace unos años. Además, mi moto era como mi otra chica. Sería capaz de protegerla tanto como a Mia. Aunque vendería mi moto por mi novia. ¿Tiene sentido? Apagué el motor y volví a aquella realidad en la que tenía a la chica más perfecta justo delante de mí.
Traspasamos el umbral y una pequeña zona poco iluminada nos atrapó. Observé a Mia dejar el abrigo en el guardarropa.
- ¿Te he dicho lo preciosa que estás esta noche? - Se quedó pensativa.
(Mia) - Solo un par de veces. - Sonrió, y no pude evitar hacer lo mismo. Le dí un pequeño beso en la mejilla y tras pasar mis brazos por sus hombros, entramos en el pub.
El local se encontraba totalmente adornado con guirnaldas de diferentes colores y estrellas doradas. No pude evitar quedarme ensimismado durante unos segundos, hasta que sentí la música vibrar por mi cuerpo y empecé a reconocer a la gente, aunque la única persona con la que realmente quería estar se encontraba a mi lado. El pub aún no se encontraba lleno y podíamos movernos con facilidad entre la gente. Un camarero se nos acercó.
(Camarero) - ¿Queréis un aperitivo? - Dijo mostrándonos una bandeja con canapés. Recorrí a Mia con la mirada.
(Kyle) - Prefiero pasar directamente al postre. - La agarré por la cintura y la atraje hacía mí. Juntamos nuestros labios. El camarero se fue, continuando con su trabajo. - Pero si yo quería uno. - Rechisté cuando le ví alejarse.
(Mia) - ¿Sabes? Mi abuelo tenía razón, saltan chispas cuando estamos juntos, por eso provocamos incendios.
- ¿Quién sabe? - terminé diciendo, sabiendo que había mucho más detrás de aquellas palabras. Muchas veces tan solo quería decirle la verdad a Mia, pero después temía perderla para siempre, que me viera como un monstruo o algo parecido. Le dediqué una sonrisa enigmática y le dí un pequeño beso. De momento, todo estaba bien de esta manera.
Volví a recorrer el local, aunque me centré sobre todo en lo que colgaba del techo. El lugar no parecía ni el mismo.
(Mia) - Fíjate, Kyle. - miré hacía donde señalaba. Un pequeño escenario de madera se había erguido en la parte más lejana del local. Grandes altavoces se disponian en ambos lados del escenario, y algunos otros colgando. Una sucesión de micrófonos descansaban en un lateral. - Han puesto un karaoke. ¿Cantamos? - me preguntó.
- Ni borracho. - Negué con la cabeza. Sin duda, cantar no era lo mio y no estaba dispuesto a ponerme a ello a no ser que.. No, no. - Venga, vamos a bailar. - Intenté cambiar de tema y tiré con suavidad de su mano. Mia consiguió colocarse delante y ahora fue ella quién tiró de mí para llevarme a la pista.
Ni siquiera estaba muy seguro de cómo debía moverme delante de mí para no terminar quedando en ridiculo. Necesitaba un trago, sin duda. Me cogió las manos y empezó a moverme al ritmo de la música. Decidí que era ella quien se tenía que lucir. Levanté mi brazo, y la hice girar sobre sí misma, provocando que el vestido se elevara y siguiera sus pasos. A los pocos minutos, ya había conseguido soltarme un poco. Acabamos con nuestros cuerpos pegados el uno al otro. Sentir el cuerpo de Mia contra el mio me hizo desearla más de lo que pensaba posible. Coloqué mi cabeza en en el hueco de su cuello. La canción llegó a su fin y se escucharon algunos golpes de micrófono seguido de aquel ruido tan molesto que no tardó en desaparecer. Parecía que alguien iba a usar el karaoke. Ambos levantamos la mirada y nos centramos en el escenario. La voces que empezaron a entonar la canción sin duda nos eran conocidas. Sadie se encontraba junto a Chase, ambos con micrófono en mano. Entonces pensé en Jeremy y en lo muchísimo que esto le podría molestar. ¿Dónde se habçía metido? Aún no le habia visto en todo el día.
(Mia) - ¡Vamos Chase! ¡Tú puedes! - gritó Mia. Parecía que la gente estaba disfrutando con sus voces, y la verdad es que no lo estaban haciendo nada mal.
(Mia) - ¿No crees que hacen una pareja muy bonita? - Atónito a la pregunta de Mia, solté una breve carcajada.
- ¿Williams con Sadie? No lo creo. - Siempre pensaría que Sadie se merecía a alguien mejor, a alguien de su altura. A alguien como yo o, bueno, no de mi nivel, porque eso era imposible, pero algo así. Mia me fulminó con la mirada, lo que me hizo salir de mis pensamientos.
(Mia) - ¿Por qué le odiáis tanto? - Sentí que esto llevaría hasta Jeremy, y no tenía ganas de meterme de nuevo en el tema.
- No te enfades anda. - La abracé dulcemente. Noté como se relajaba y suspiré agradecido.
Cuando Sadie y Chase terminaron de cantar, Mia se volvió hacía mí una vez más.
(Mia) - ¿Quieres que cantemos? - preguntó de nuevo. Pude ver el deseo en sus ojos.
- Ya te he dicho que no. - Me sentí un poco culpable, pero no tardó en reemplazarme, por lo que en realidad, por una solo vez, estuve agradecido.
(Mia) - En ese caso, cantaré con mis chicas. - Me dió un beso rápido y me dejó con los labios preparados para algo más mientras la observaba alejarse hacía el grupo que permanecía al lado del escenario.
Mia, Sadie y Natalie no tardaron en subirse sobre el escenario. Las tres parecían entenderse muy bien sobre este, y parecía que estaban hechas para ser cantantes. No dejé de mirar a la despampanante Mia, sin ni siquiera inmutarme de que Joe me estaba dando codazos.
(Joe) - ¡Eh, tio! - gritó en mi odio. Pegué un bote.
- Ah, Joe. Hola y feliz navidad. - volví la mirada al escenario. No quería perderme ni un solo movimiento de Mia. No sé si me respondió, pero volví a sentir otro codazo.
- ¿Qué? - dije un poco desconcertado.
(Joe) - Decía que si quieres algo para beber. - asentí manteniendo la mirada sobre el escenario una vez más. Lo escuché susurrar un “Ten amigos con novias que..” no coseguí escucharlo terminar la frase, pero tampoco me importó.
La canción terminó con Sadie. Noté a alguien a mi lado, pero solo quería acercarme a Mia. Me abrí paso entre la gente y el barullo que formaban hasta acercarme al escenario.
Cuando Mia me vió, noté que se despedia de las chicas y corrió hacía mí, hacia mis brazos. Ambos reimos cuando nos chocamos y terminamos abrazamos. La levanté del suelo. Cuando levanté la mirada, vi a Joe ofreciéndole una copa a una chica rubia. Ni siquiera me había acordado de él. Decidí centrarme en lo que importaba.
- Has estado estupenda. - La dejé caer suavemente sobre terreno plano.
(Mia) - Gracias. - Hizo una pequeña reverencia estirando la falda de su vestido hacía los lados.
- Antes dejamos algo a medias. - Me acerqué cautivador.
(Mia) - ¿Ah, sí? - preguntó con una leve sonrisa en sus labios, más seductora de lo que la había visto antes. Rodeó mi cuello con los brazos y sentí sus labios sobre los mios, cálidos y suaves. Se alejó de mí con indecisión. - Tengo que ir al servicio. - Asentí y nos abrí paso hasta el servicio de señoras. Mia se quedó en el umbral de la puerta, reacia a dar un paso más. Me estiré un poco para observar dentro. Estaba totalmente ocupado. Mia salió con una mueca de asco.
(Mia) - Está lleno.
- ¿Por qué no vas al de minusválidos? Parece que no hay nadie. - le propuse.
(Mia) - No puedo usarlo, no soy minusválida. - Puse los ojos en blanco.
- ¿En serio? No me había dado cuenta... ¿Prefieres esperar? - Pregunté a sabiendas de la respuesta.
(Mia) - No me gusta esperar.
- Lo sé, por eso te lo digo. - Le dí un beso en la mejilla y le dediqué una sonrisa. - ¿Tú no tenías que ir al servicio? - Le pregunté.
(Mia) - ¿Te vas a quedar aquí? - La observé confuso ante tal pregunta.
- Claro, no me iré a ninguna parte. - Y seguidamente desapareció entre la amplia puerta.
Me apoyé en la pared, con las manos en los bolsillos. Mia no tardó en abrir la puerta y, antes de que pudiera imaginarme siquiera lo que estaba tramando ante aquella mirada y su siguiente sexy mordida de labio, tiró de mi brazo hacia el interior del servicio. La miré sorprendido a la vez que complacido. Ví un cartel de averiado y lo colgué en la puerta.
- Ahora sí, ¿por dónde ibamos? - Le pregunté con una sonrisa pícara. Se lanzó hacía mi con una pasión indescriptible. Nuestros labios se movían cordinadamente. Puse mi lengua con suavidad en su boca. Me encontré entre Mia y la pared. Empezó a tirar de mi chaqueta hasta deshacerse de ella. La empujé con suavidad hacia atrás, llevándome una mano a la parte baja de la espalda tras haber sentido el pomo en ella, un daño que no me iba a permitir parar. Mia tiró de mi corbata con delicadeza, alejándome de la puerta y acercándome más a ella, si es que eso era posible. Sentí como mi corazón se disparaba ante nuestro continuo roce. Me encantaba tenerla entre mis brazos.
Sin dejar de besarnos, andamos por el baño hasta que Mia topó con algo el lavabo. La alcé, colocándola encima del frio y blanco mármol. Sentí sus piernas rodeando mi cintura, pegándonos de nuevo. Ni siquiera podía pensar con claridad, lo único que tenía claro es que la necesitaba. Necesitaba todo de ella, cada parte de su cuerpo.
(Mia) - Espero que - empezó a decir entre beso y beso. - no se incendie el pub también. - Sonreí sin separar nuestros labios. Notaba aquella bola de fuego en mi interior, pero la controlé, esta vez no iba a permitir que tomara el poder. No podía poner a Mia de nuevo en peligro. Poco a poco ella se había convertido en mi vida, aquella persona que me entendía y le daba un poco de luz a mi vida. Noté un poco más de calor y cerré los ojos con fuerza, controlándolo. Noté que Mia empezó a desabrochar los botones de mi camisa. No quería que esto llegara a su fin. Pasara lo que pasara entre nosotros, siempre sentía como si no fuera suficiente.
De repente la puerta se abrió. Mia bajó del lavabo de un salto y yo dí un paso hacía atrás contra mi voluntad. Me encontré con la mirada de Jeremy, que pasó a mirarnos a ambos con una expresión de sorpresa, seguida por una de desagrado.
(Jeremy) - Genial. Traumatizado de por vida. - Cerró la puerta de un portazo y sentí una pinchada de culpabilidad. Menudo manera de vernos el primer día del año. Mia y yo intercambiamos una mirada mientras empecé a abotonarme la camisa. Miré hacía la puerta. No quería dejar a Mia sola, pero necesitaba hablarlo con Jeremy. Al fin y al cabo, era mi mejor amigo y sabía que lo que había tenido que ver no había sido, para nada, de su agrado. No podía dejarlo así.
(Mia) - Ve. - Me dijo, como si leyera mi mente. Pasé mi mano por su abrazo en señal de disculpa, y recorrí el breve pasillo que separaba la zona de los lavabos con la pista del pub.

- ¡Jeremy! ¡Jeremy! - empecé a gritar cuando vi su figura intentar abrirse camino entre la gente.
(Jeremy) - Ni siquiera te molestes en explicarme nada. Me dan arcadas solo de pensarlo. - se volvió con brutalidad, enfrentándose a mí. - ¿Acaso no teníais otro sitio donde demostrar vuestro afecto? No sé, ¡el coche! - me echó en cara.
- Hemos venido en moto. - le rechisté, sabiendo que este punto era para mí. - De todas formas, ¡es un cuarto de baño! ¿Por qué no has llamado a la maldita puerta? - le pregunté levantando la voz un poco.
- Espera, ¿ahora es mi culpa? ¿Tú crees que me podría haber imaginado esa...escalofriante escena? Además, es el cuarto de baño de inválidos...aunque ahora todo tiene sentido, Mia..enferma..- dijo pensativo. Le fulminé con la mirada y levantó las manos en señal de inocencia, aunque no tenía ni un pelo de eso. - ¡Se supone que siempre está vacio!
- Pues esta vez no lo estaba.
(Jeremy) - No me digas.. - puso los ojos en blanco, como si aquello que acababa de decir fuera muy obvio. - Eso me ha quedado muy claro.
- No exageres.
(Jeremy) - No exagero, ha sido traumatizante. - suspiré, sabiendo que esto nunca llegaría a su fin.
- Espero no pillarte nunca en una situación parecida.
(Jeremy) - Oh, nunca lo has hecho y nunca lo harás. - le miré confuso, dado que no estaba seguro de a qué se refería. Intenté entrar en su mente, pero una sensación de mareo me invadió inmediatamente y tuve que resignarme. - Oh, Kyle, tengo mis rolletes aunque tú no lo sepas. Me díó una pequeña palmada en el lado derecho de la cara. - Y, creéme, son muuuucho mejores que Mia. - tras un simple guiño de ojo, desapareció entre la multitud. Me llevé una mano a la cabeza, sintiendo que aquella sensación de molestar estaba volviendo a aparecer. Cerré los ojos y respiré vacias veces, intentando hacerla desaparecer. Sentí un pinchazo en la cabeza e hice una mueca. Varias imágenes pasaron por mi mente con tremenda rapidez. Una chica morena de pelo largo corría por un verde y cuidado césped, provocando que su pelo se moviera al son del viento. Escuché su risa como si estuviera allí mismo. Una segunda figura apareció en mi mente y, sin duda, era yo de pequeño, corriendo detrás de ella. La niña gritó, pero con alegría. Noté que alguien tiraba de mi brazo y abrí los ojos de repente. Joe se había agachado junto a mí, preocupado ante mi expresión. Mis manos tapaban mis oidos con fuerza y noté el sudor corriendo por mi cuerpo. Estaba ardiendo. Apreté los puños y respiré con dificultad.
(Joe) - Tio, ¿estás bien? - le miré, aunque le veía un poco desenfocado.
- Estaré bien. - le contesté, ya que estaba acostumbrado, aunque sentía que esto solo iba a peor. ¿Quién era esa chica y por qué me había visto a mí en aquel..pensamiento? Sacudí mi cabeza y me recompuse, cogiendo una copa de la bandeja plateada de un camarero que pasó por mi lado. Me bebí el contenido de un solo trago. Sin duda, necesitaba otro, asi que decidí acercarme a la barra mientras esperaba que Mia apareciera.

Pude sentir a Mia cerca. Me giré, dispuesto a buscarla y me encontré con su perfecta sonrisa.
- Aquí estás. - Le devolví la sonrisa. El alcohol había empezado a hacer efecto en mí.
(Mia) - Te has dejado la chaqueta en el servicio. - Vi como sus mejillas se encendian y me tendió la chaqueta. - ¿Qué ha dicho Jeremy? - Preguntó, un poco preocupada por la respuesta. Iba a responder, pero una voz extrañamente familiar y acogedora me envolvió. Miré directamente hacía el escenario. Me quedé observando a aquella chica de pelo castaño. De pelo castaño... El raro pensamiento que había tenido antes, volvió a mí. El mareo se apoderó una vez más de mi cuerpo y de mi ser. Sentí que me ahogaba. Me tambaleé y tapé mis oidos con ambas manos al escuchar un fuerte pitido. Seguidamente, me encontraba de nuevo sobre aquel césped tan llamativo. Mi padre me cogió en brazos y giramos juntos. Una sensación de añoranza me azotó. La niña pequeña aún se encontraba en la escena, dándo vueltsa alrededor de nosotros, su pequeño vestido al viento.
(Niña) - ¡Mamá, mamá! - la escuché gritar, intentando llamar la atención de su madre. - ¡Mira lo que hago! - trotaba y trotaba sin parar. Cada uno de los allí presentes reían en carcajadas y pude sentir aquella felicidad que no había terminado de sentir completamente desde hacía años hasta que Mia entró en mi vida. Entonces, la madre de la niña se abrió paso en la escena. Tan solo necesité ver su perfil para sentir un cariño enorme hacía ella. Se escuchó un trueno y todos levantaron la mirada hacia el cielo. La madre de la niña miró hacía mí, hacía el yo mayor que estaba interrumpiendo su perfecta escena. Su pelo se tornó de un pelirrojo llameante y pude ver la furia en sus ojos, en los ojos de mi madre.
Aquello me hizo salir de mi estado, con la respiración entrecortada. Escuché a Mia pronunciar mi nombre una vez, seguida de unas cuantas veces más. Seguí su voz, sabiendo que me ayudaría a volver en mí. Parpadeé varias veces hasta verla delante de mí.
(Mia) - ¿Estás bien? - Asentí con el fin de no preocuparla. Sus brazos me envolvieron y se lo devolví como pude, agradecido de la calidez que siempre me ofrecia.
(Mia) - No me vuelvas a dar estos sustos. - Me apuntó con el dedo índice, y no pude evitar mostrar una leve sonrisa. Pasó su mano por mi pelo, apartándolo de mi frente, donde se había quedado pegado debido al sudor. Odiaba verla de aquella manera. Limpié una lágrima que descendia por su suave mejilla.
- No más sustos. - Afirmé decidido, mirándola a los ojos. Noté su preocupación correr por mi cuerpo, como si con su mirada me lo hubiera traspasado. - ¿Pasa algo? - Negó con la cabeza. Pero sabía que había algo más, aunque preferí no insistir. No recordaba lo que había pasado antes de que ese sueño pasara por mi cabeza. Estaba esperando a que Mia llegara del cuarto de baño y...nada más.
(Mia) - No lo vuelvas a hacer. - Me pidió Mia. Pasó las manos por mis hombros y me acercó a ella. Estaba a punto de preguntarle a Mia qué había pasado después de que ella regresara del cuarto de baño, pero no quería preocuparla incluso más asi que, una vez más, lo dejé pasar.

Nos sentamos en unos mollidos sofás negros que me dejaron libre al ver lo ocurrido.
La música volvió a cambiar y Riley ocupaba el escenario.
(Riley) - Esta canción se la dedico a una persona muy especial para mi. - Buscó entre el público, hasta que se centró en Mia.
- ¿Y este de qué va? - refunfuñé enfadado, manteniendo la expresión durante la empalagosa canción en la que no dejó de desafinar. Tuve que soltar más de una carcajada. Riley señaló a mi novia y movió un dedo indicándola que se acercara. Mia negó rotundamente.
De repente, perdió el equilibrio y cayó del escenario, aterrizando sobre Chase. Joe y yo nos miramos y soltamos una estruendosa carcajada. Ya me encontraba mucho mejor, sin duda y, en parte, se lo debía a Riley. Aunque no me terminaba de hacer gracia que coqueteara con mi chica.
(Mia) - Kyle, no seas malo. - me regañó. Levanté las manos, mostrando inocencia.
- Pero si yo no he hecho nada. - Y mi cara de ángel tomó partido.

(Mia) - ¿Estás mejor? - Mia se había encargado de que me bebiera refresco tras refresco, cosa que realmente había ayudado.
- Podría estarlo. - Dije con picardía. La agarré por la cintura y la besé. Nos habíamos levantado tras mi necesidad de ir al necesidad por tanta bebida, perdiendo nuestro turno en el cómodo sofá. Pegué mi cuerpo al suyo y mis besos fueron tomando intensidad. Para mi sorpresa, Mia se alejó.
(Mia) - Tenemos que aprender a controlarnos. - La observé colocarse el pelo detrás de la oreja. Fruncí el ceño. - La cueva el día que fuimos a las colinas, los probadores, ahora el baño... ¿Qué será lo siguiente?
- No sé, ¿el almacén? - sonrió tímidamente y las ganas de besarle se adueñaron de mi de nuevo. Muy a mi pesar, escondió la cara.
(Mia) - Era una pregunta retórica, tonto. - La miré y suspiré. Vencido por aquella preciosidad.
- Vale. - Me resigné y aparté los brazos.
(Joe) - ¡Eh, Freeman! Copas gratis, ¿te apuntas? - Jeremy se encontraba unos pasos más alejado.
- Claro. - Me hizo una seña con la cabeza. - ¿Vienes?
(Mia) - Creo que paso. - Dijo arrugando la nariz. - Ve con ellos y pásatelo bien. - Me sonrió y asintió, dándome ánimos a tener mi tiempo con mis amigos. Tal vez era lo que ella necesitaba...
- Ahora nos vemos. - Le dí un pequeño beso y me alejé junto a Joe y Jeremy.
Empezaron las apuestas y los actos sin sentido. Joe terminó con la corbata atada en la cabeza y bañado en cerveza ras intentar ligar con una chica que no estaba soltera para su sorpresa. Además no paraba de dar saltos al son de la potente música, con el fin de atraer a alguna que otra chica, aunque empezaba a pensar que no estaba funcionando si no al contrario. Cuando alguna pasaba por su lado, él hacía movimientos raros de caderas siguiéndolas con la mirada, lo que provocaba más de un ataque de risa en ellas y, bueno, en mí y Jeremy.

Me giré y me encontré con Mia justo en frente de mí con la intención de taparme los ojos.
(Mia) - ¡Uich, me has pillado! - Se quejó.
- ¿Has cambiado de opinión al final?
(Mia) - Va a ser que sí.
- No puedes estar alejada de mi, ¿eh? - Solté con una orgullosa sonrisa. - Es que no hay quien se me resista. - Me recoloqué la chaqueta.
(Mia) - Eres un creído.
- Sí, pero te gusto. - le dije con una sonrisa.
(Mia) - Idiota. - Me sacó la lengua. La cogí por la cintura y estábamos a punto de darnos un beso cuando alguien tropezó a nuestro lado, apoyándose en el taburete que estaba junto a mí. Era Lorrein, aquella chica que nunca dejaba de acosarme.
- ¿Estás bien? - Pregunté sin pensar. Lorrein gritó. La preocupación me invadió, sin ni siquiera saber porqué ya que apenas la conocía, pero tuve la necesidad de protegerla.
(Mia) - Está borracha, ¿no lo ves? - Se incorporó con dificultad y se alejó tambaleándose. Me ví reflejado en ella, porque sabía lo que era sentirse de esa manera.
- ¡Espera! - grité mientras la observé alejarse. Tenía la necesidad de hablar con ella, como si algo me enlazara a su persona.
(Mia) - ¿Por qué te preocupas por ella? ¿De qué la conoces? - Preguntó enfadada, cruzando los brazos sobre el pecho.
- Solo del pub y también estuvo en la fiesta de Halloween. Me dijo algo extraño...
(Mia) - Siempre dice cosas extrañas. ¿Qué es lo que te dijo?
- No importa. - Intentando que Mia se olvidara de ello, aunque yo no pudiera. La sensación que me había recorrido cuando ella cayó...era inexplicable.

Seguimos bebiendo, pero esta vez con la compañía de Mia.
(Joe) - ¿A que no teneis huevos de subir al escenario y cantar? - Una apuesta.. Jeremy y yo nos miramos.
(Jeremy) - ¿Qué no?
- ¿Cuánto te apuestas?
(Joe) - 10 pavos.
- Que sean 20. - subí. Las apuestas eran lo mio y no podía dejar pasar la oportunidad.
(Joe) - Trato. - Nos estrechamos la mano y puse rumbo hacía el escenario en compañía de Jeremy. No tardamos en elegir la canción y nos hicimos cada uno con un micrófono, dispuestos a comernos al público.
Cantamos con toda la energía que pudimos. Me dejé llevar por el ritmo y por el alcohol. Levanté ambos brazos y los moví en el aire hacia delante y atrás. Seguidamente, me abrí la chaqueta con ambas manos y me moví sensualmente. Las chicas que estaban en la primera fila empezaron a gritar y a dar saltos como si de su mayor ídolo se tratase. Sonreí, complacido.
Terminada la canción, bajamos del escenario y enseguida nos vimos rodeados por una multitud de personas. Sentí manos tocándome por todas partes, chicas que me abrazaban y besaban mis mejillas, cegándome con diferentes flashes... Después de unos minutos, conseguimos deshacernos de todo aquel grupo. Me fui directo hacía Joe.
- ¿Dónde están mis 20 pavos?
(Joe) - Dije 20 pavos entre los dos.
- No es verdad. No inventes y acoquina. - Moví los dedos de la mano, metiéndole prisa. Con algo de dificultad, acabó sacando billetes de 20 de su cartera. Se lo quité de su mano antes de que se diera cuenta. - Así me gusta. - Le dí un golpecito amistoso en el hombro y le guiñé un ojo a Mia que empezó a mirar mi cara con una frialdad y enfado reconocible.
(Jeremy) - Kyle, la tía que se hizo una foto contigo no para de mirarte. - Seguí la mirada de Jeremy.
- ¿Quién? ¿La rubia de los rizos?
(Jeremy) - No, la morena de las tetazas. - Esforcé la vista, pero no terminaba de saber a quién se refería. - Allí, cerca de la puerta.
(Mia) - ¡Eh, que todavía estoy aquí! - Movió los brazos sin dejar de mirarme, intentando llamar mi atención. Sonreí ante sus inminentes celos.
- No te pongas celosa. Venga, dame un beso. - Pero volvió la cara.
(Mia) - Pídeselo a alguna de tus amiguitas.
- ¿Es por el baile sexy? Sabes que iba dirigido a ti. - Y, entonces, repetí el movimiento. Logré ver una pequeña sonrisa. Seguí moviéndome, acercándome más a ella. Finalmente, me dedicó una amplia sonrisa.
(Mia) - Déjalo ya, anda. - Puso sus manos sobre mi pecho y me alejó con suavidad.

La pista del pub fue quedándose más vacía a la vez que la mañana iba tomando su forma.
(Mia) - ¿Nos vamos? - Me preguntó. Estábamos sentados en las taburetes de la barra, aunque ya sin beber.
- ¿No quieres un baile más? - Ví el cansancio en sus ojos y llevó su mirada a los pies. A pesar de estar exhausto, no quería volver a casa. No quería tener que cargar con la mirada y palabras de mi madre por un error que ella había cometido, no yo.
(Mia) - Creo que no podría aunque quisiera. - Una vez más, como si supiera lo que exactamente estaba pensando, me dijo: Te puedes quedar en mi casa, no creo que a mis padres les importe. - Levanté una ceja. En realidad, era una buena oferta, pero pensé en mi madre y en su extremada preocupación, a pesar de habérselo ganado. Tenía que hablarlo con ella. - Si les explicas lo que ha ocurrido... - Añadió.
- Gracias, pero eso no arreglaría nada. - Suspiré. - Sería peor.
Mia bajó del taburete con suavidad y me abrazó. Podía sentirme como en casa en sus brazos, como en un verdadero hogar.
(Mia) - Cuenta conmigo para lo que sea. - Le devolví el abrazo, apretándola un poco más. No quería soltarla, sabiendo a lo que nos llevaría si lo hacía.

Conduje sin prisa por la carretera, dejándola en su casa. Nos dimos un largo beso de despedida. Colocó el casco sobre mi cabeza.
(Mia) - Esta vez no tienes excusa para no usarlo. - Me lo ató sin problemas, y me centré en sus labios al tenerla tan cerca. Colocó sus manos a ambos lados de mi cara y me dió un pequeño beso en la frente. - Ten cuidado.
- Suenas como mi madre. - Le dediqué una sonrisa. Me sacó la lengua y, una vez que metió las llaves en la cerradura, me alejé con el rugido de la moto.
 
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lorebabyv
CAT_IMG Posted on 10/3/2014, 20:50




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Intercambiamos anécdotas de nuestra infancia mientras caminábamos hacia el pub. Pero, una vez llegó el silencio, sentí la necesidad de preguntarle sobre sus dotes musicales.
(Chase) - En realidad, soy autodidacta. - dijo con timidez. - Busqué videos y blogs en internet y poco a poco fui mejorando y descubriendo cosas nuevas por mi cuenta.
- Vaya, para eso hay que ponerle ganas. - Le admiré por ello.
(Chase) - Si... la verdad es que me encanta la música, pero, como dice mi padre, eso no tiene futuro. - hizo una mueca.
- Eso depende, tienes que ponerle ganas, presentarte a castings y tener algo de suerte. - Soltó una carcajada.
(Chase) - De eso si que no tengo.
- No seas pesimista. - Hizo una pausa. - ¿Has escrito más canciones? - Llegamos al pub. La música ya había conseguido filtrarse por las calles. La gente salía y entraba del pub, ya fuera para tomar algo de aire por el sofoco de estar allí dentro o por los pequeños vicios.
(Chase) - Sí, unas cuantas más.
- ¿Me dejarás que las escuche? - Le dediqué un pequeño puchero al que sabía que nadie podía resistirse. Dejé mi abrigo sobre el mostrador del guardarropas, y la chica encargada me dió un pequeño cuadro de madera con el número 38 en medio pintado con rojo.
(Chase) - Quién sabe... - Sonreí levemente, complacida.
Entramos en la sala principal. La música hacía vibrar mi cuerpo y las luces le daban un buen ambiente al local. Busqué a Natalie, pero me pareció imposible encontrarla en aquella situación, con tanta gente bailando en la pista de baile, sobre la barra o en los sillones.
Nos abrimos paso hacía un sitio que estaba ligeramente menos abarrotado.
(Chase) - Parece que ya han terminado de colocar el karaoke. - eché un vistazo hacía donde Chase estaba señalando, y fue cuando me dí cuenta del pequeño escenario que se erguía al final del local. Sabía que sería una buena oportunidad y no me podía resistir.
- ¿Quieres cantar? - Le pregunté efusiva. Negó rotundamente.
(Chase) - ¿En público? No, gracias.
- Así vas practicando, venga, si lo haces muy bien. - Le insistí..
(Chase) - Solo si cantas conmigo. - Dijo, poco convencido.
- De acuerdo, pero no vale arrepentirse. - Tiré de su brazo hasta llevarlo cerca del escenario. Miramos la lista de canciones. - ¿Cuál prefieres?
(Chase) - Me da igual, elige la que a ti te guste. - Eché una ojeada el gran libro forrado de folios con títulos de canciones. Fui bajando el dedo por una de las páginas hasta que llegué a 'Need you now', sin duda, esa era la canción.
- He elegido Need you now, ¿la conoces? - Le ví dudar un poco.
(Chase) - Si, aunque no me la sé muy bien. - Reí con el micrófono en la mano, haciendo retumbar los altavoces y llamando un poco la atención de todos los presentes.
- Para eso están las letras. - Le pasé un micrófono y le dediqué una sonrisa, tratando de tranquilizarle.
La música empezó a sonar y las letras fueron aparecieron en una pantalla que se encontraba frente a nosotros. Las personas que se encontraban cerca, empezaron a observarnos y entonces, llegó mi parte. Me tocaba cantar. Intenté hacerlo lo mejor que pude. Me moví alrededor de Chase con el fin de animarle un poco. Le indiqué que cantara conmigo. Nuestras voces fluyeron juntas. Chase había logrado soltarse un poco, aunque mantenía su mirada en la pantalla y de vez en cuando, me la dedicaba a mí. La gente parecía estar disfrutando y dejé a Chase cantando solo su parte, hasta que volvimos a unir nuestras voces una vez más para terminar la canción. Se escucharon aplausos y varios vítores.
- ¿A que no ha sido tan malo? - Le pregunté, alzando una ceja.
(Chase) - No ha estado mal, pero no hagas que lo repita. - me advirtió.
- Pero si te ha encantado. No dejas de sonreir.
(Rose) - Sadie, ha sido estupendo. - me dijo una voz conocida mientras tocaba mi brazo. - No sabía que cantaras. Me giré hacía ella y se lo agradecí.
Cuando me dí al vuelta, esperaba encontrarme con Chase, pero me encontré con Natalie. Ambas dimos un pequeño grito de alegría y nos abrazamos con fuerza. Seguidamente, admiramos nuestros conjuntos. Aquella chica, Lorrein, se encontraba junto a ella, asi que le deseé un 'Feliz año nuevo' manteniendo una amplia sonrisa. Natalie sacó su movil y le pidió que nos hiciera una foto.
(Natalie) - Haznos una a Lorrein y a mi – Me pidió. Sostuve el móvil con cuidado dispuesta a ello. Lorrein pareció sorprendida por ello. - ¿no quieres? - finalmente, se colocaron en frente del objetivo y apreté el botón de disparo, provocando que el flash saltarán en la poca iluminada sala.
Mia se acercó a nosotras.
(Mia) - El karaoke está libre, ¿cantamos las tres? - asentí con efusividad y Natalie se resistió.
(Mia) - ¿Qué? ¡Tú también! - empezamos a insistir y a tirar de ella.
- Si conseguimos que esquiaras, esto también.
(Natalie) - ¡No!
(Lorrein) - Si tú cantas, voy yo después – soltó. Dejamos de tirar y Natalie de forcejear. Las tres nos quedamos mirándola.
(Natalie) - Lo dices porque seguro que cantas bien.
(Lorrein) - ¡Que va!, ¿y tú por qué no quieres?
(Natalie) - ¿Y si hago el ridículo? ¿Y si me tropiezo?
(Mia) - ¿Por eso es? ¡Pensaba que no sabías cantar! - dió un tirón más fuerte y consiguió arrastrarla.
(Natalie) - ¡Luego vas tú! - le gritó a Lorrein y subimos al escenario.
Las tres nos manejábamos perfectamente sobre el escenario y nuestras voces se fusionaron admirablemente. Todo estaba yendo a la perfección, hasta que una pequeña mancha negra llamó mi atención. Logan. Seguí cantando, aunque por un momento llegué a bajar un poco el tono. ¿Qué estaba haciendo aquí? Entonces, observé a la persona que sujetaba por los hombros y que pasó a mirarle a la cara, quedando en frente uno de otro. Chase. Parecía que se estaba enfadando y, desde el escenario, fui capaz de observar la arrogante pero irresistible sonrisa de Logan. Éste hizo ademán de irse. Tenía que llegar a él antes de que se marchara. Tenía que saber qué hablaba con Chase. Tenía la necesidad de hablar con él, de cualquier cosa, no importaba.
La canción marcó las últimas notas, y dejé el micrófono en el primer sitio que encontré tras terminarla. Bajé con rapidez los escalones, deseando no caerme con los tacones. Corrí entre la multitud, dirigiéndome hacia la puerta del pub, hasta que alcancé su brazo.
(Logan) - Feliz año nuevo, Sadie.
- Supongo que feliz año nuevo a ti también, Logan – se giró y se cruzó de brazos.
(Logan) - ¿Y bien, qué quiere su majestad?
- ¿Qué haces aquí? - le pregunté un poco borde.
(Logan) - ¿No puedo venir a una fiesta? Perdone usted..
- No me refería a eso, si no que.. ¿qué le has dicho a Chase? - me coloqué un fino mechón rebelde detrás de la oreja. - Os he visto hablando. - se quedó pensativo.
(Logan) - Que si bebe, no conduciera - levanté una ceja con incredulidad. - ¡Va en serio! - dijo con una sonrisita, aquella que me quitaba el aliento. Tuve que mirar hacía otro lado.
- Y que más.. - dije con resignación.
(Logan) - Pues que la bruja malvada había envenenado a Blancanieves con una manzana.. - no le dejé terminar ya que le pegué un pisotón con los tacones. Hizo una pequeña mueca - y tú intentas matarme con un tacón, sí, eso también se lo he dicho.
- ¿Por qué eres tan, tan..? - empecé a decir, furiosa. Soltó una carcajada. - Y encima te ries, no hay quien te entienda – se encogió de hombros - ¿Me vas a decir qué has estado hablando con Chase?
(Logan) - ¿Por qué te interesa lo que haya hablado tu novio con tu ex-novio?
- ¡¿QUÉ?! - solté ante lo que acababa de escuchar. ¿Acaso había celos? - Él no es mi novio y tú lo fuiste aún menos. - se llevó las manos a la parte izquierda del pecho, sobre el corazón.
(Logan) - Eso ha dolido, pero supongo que es verdad – volvió a reir y, en realidad, cada vez que lo hacía solo me entraban ganas de besarle de nuevo - pero imagina que bonito hubiera quedado.. - levantó la mano derecha y la movió en horizontal, como si estuviera señalando un cartel - ¡Lodie!
- ¿Lodie, en serio? ¿Cuánto has bebido esta noche? - pregunté, confusa.
(Logan) - Por lo visto no lo suficiente, asi que si no tienes nada más que decirme.. - y se dirigió hacía la puerta.
- Hoy he visto a una antigua novia tuya. - le dije, deseando que eso le retuviera un poco más. Lo que funcionó, ya que se paró en seco, aunque sin mirarme.
(Logan) - Me apuesto lo que sea a que no.
- ¿Y por qué iba a mentir? - esta vez me miró con el ceño fruncido. - Rubia, ligeramente más alta que yo, y bueno, seguro que no es una novia que puedas olvidar – me crucé de brazos e intenté evitar su mirada.
(Logan) - ¿Te dijo su nombre?
- No, pero parecía conocerte bien, me advirtió sobre tí.
(Logan) - Interesante, igual llevaba razón.
- Si, igual la llevaba.. - dije cabizbaja.
(Logan) - Como decía, me voy a mi propia fiesta – le miré una última vez, recordando aquellos ojos azules, y me giré para volver entre la multitud - ¡Eh Sadie! - me giré rápidamente. - Ten cuidado con, con cualquiera. - Observé cómo se colocó bien la chaqueta, y abrió la puerta hacia el frio de la calle, igual que ahora mi corazón. No podía entender cómo unos ojos tan frios, azules y penetrantes podían provocar esto en mí. Decidí seguirle, sabiendo que era lo peor que podía hacer en ese momento, pero fue por mero impulso. Ni siquiera cogí el abrigo del guardarropas. Dos chicos se encontraban apoyados sobre la pared. Uno de ellos se llevó un cigarro a la boca y exhaló una pequeña nube de humo.
- ¡Logan! - le llamé, pero su figura se fue perdiendo entre la oscuridad, como si se convirtieran en uno solo. Ni siquiera estaba segura de por qué le había seguido. ¿Acaso esperaba conseguir algo? ¿Una realista y deseosa despedida? ¿Unas palabras de aliento y confianza? ¿La verdad sobre todo? ¿O tan solo unas palabras más por su parte, fueran las que fueses? Me froté los brazos ante el frio de la noche de Navidad. Miré al cielo, deseosa por ver alguna estrella o algo parecido, pero la iluminación de las farolas me lo impidió. Algunos coches seguían su camino por el asfalto, por lo que de vez en cuando los focos me cegaban, como pequeños flashes que pasan por tu mente. A pesar de los susurros y de las risotadas de los que encontraban fuera del pub y del motor de los coches que pasaban, logré oir como un pequeño llanto. Miré hacía el lado de donde provenía. Andé lentamente por la calle, llegando a un sitio menos iluminado ya que la farola que se encontraba allí no dejaba de parpadear. Hice una mueca al escuchar aquel llanto aún más cerca. Asomé la cabeza por el pequeño y oscuro callejón. Dos contenedores de basura se encontraban a un lado de éste. Me obligué a entrar allí. Dí varios pasos más y un fuerte oler me invadió. Me llevé una mano a la nariz inconscientemente. Y, tras estos contenedores, una figura se irguió en la oscuridad. No una figura con unas medidas normales, no. Una figura enorme y un poco encorvada. Bajé la mano hasta mi boca y dí varios pasos hacía atrás, demasiado asustado como para poder actuar de otra forma. Entonces, aquella figura se giró, manteniéndome la mirada. Unos ojos grandes y grises me observaron con fiereza, aunque pude leer el miedo en su rostro. Miedo a que le hicieran daño. Su cara estaba deformada, compuesta por varios bultos. Aparté la mirada y grité lo más fuerte que pude y, esta vez, salí corriendo. Necesitaba salir de aquel callejón lo antes posible. Cuando lo estaba consiguiendo y rodeé la esquina para volver a la calle principal, eché una ojeada hacía atrás, deseando que no me hubiera seguido y esto provocó que me chocara con alguien. Chillé una vez más, y aquella persona me acompañó con otro grito. Sentí un tacto conocido, al igual que aquella voz.
- ¿Natalie? ¿Qué haces aquí? - pregunté con dificultad y asustada.
(Natalie) - ¿Yo? ¿Y tú, por qué gritabas? – miré hacía atrás de nuevo. – Sadie, ¿qué pasa?
- Un… - me mordí el labio intentando buscar las palabras correctas – un hombre deforme.
(Natalie) - ¿Un hombre deforme? – me miró confusa y preocupada. Ahora mismo debería parecer que estuviera loca, pero ¡lo había visto! Estaba segura de ello.
- ¡En serio! Vi su sombra y… - un ruido me interrumpió. Instintivamente nos abrazamos. Señalé la sombra. Nuestras respiraciones se agitaran al mismo compás. De repente, un cubo de basura cayó al suelo y ambas gritamos, mucho más fuerte que antes. Cerré los ojos con fuerza, escondiendo mi cara en el hueco del cuello de Natalie. Abrí los ojos poco a poco, desconcertada. Un gato negro nos observaba desde el cubo de basura. Maulló.
(Natalie) - Ese es nuestro hombre deforme – dijo, y no pude resistir las ganas de reir. No sabía por qué... Tal vez por el alivio de que no fuera lo que había visto antes o por la impotencia en general. – recuérdame que nunca crea más en nuestra imaginación.
– Lo haré – y dejamos de abrazarnos. Sabía que lo que había visto era real, pero no quería seguir insistiendo sobre ella. No quería parecer la amiga loca que debería estar encerrada en un psiquiátrico y tampoco quería asustar más a Natalie.
(Natalie) - ¿Y qué hacías aquí fuera? – pasó su brazo por el mío y volvimos juntas hacía el pub. Me miró, culpable - ¿qué no me cuentas?
– Había salido tras de…
(Natalie) - Logan, ¿verdad? – Gruñó - ¿Y Chase, solo? ¡Os he puesto nombre de pareja, no elijas ahora la elección equivocada!
– Pero es que… ¡Espera! ¿Nombre de pareja?
(Natalie) - Sois, Chadie – le miré incrédula y nos echamos a reír. ¿Se estaba poniendo de moda? Lodie pasó por mi cabeza, irresistiblemente. Solté un largo suspiro.
– Olvida lo que te he dicho, volvamos dentro – volvimos a dejar nuestros abrigos en un lugar seguro. Ahora en el pub se podía escuchar I’m sexy and I know it. Miramos al escenario.
- ¿Esos son Kyle y Jeremy? – miré a Natalie, sorprendida y ella asintió, aunque no apartaba la mirada del escenario. Nos dedicaron más de un movimiento sexy. Jeremy se colocó un gorro de vaquero sobre la cabeza, que después bajó hacía sus partes más intimas, lo que provocó más de un grito. Kyle empezó a mover las caderas y el pecho, agitando los brazos. Me llevé las manos a la boca, y grité yo también. Aplaudí en el aire al ritmo de la música. Vaya forma el ambiente más de lo que ya estaba. Acabamos riendo como nunca.
- ¡Esto sí que es un espectáculo! - solté, mirando hacía el lado que debería estar Natalie, pero ya no estaba allí. Miré hacía atrás y un cúmulo de personas me rodeaban, sobre todo chicas. Con la efusividad, me había alejado de Natalie. El show de Jeremy y Kyle llegó a su fin, y los rodearon un pequeño grupo de fans. Sonreí ampliamente. Después de esto, necesitaba beber algo. Sentía que me deshidrataba.

Parte de la noche se me hizo extremadamente larga.
Me quedé pensativa en la barra, ya que no había conseguido encontrar a Chase. Sentí un pequeño empujón en el hombro.
(Jeremy) - ¿Estás pasando una buena noche? - le miré con desgana y solté un resoplido.
– Si a pasar una buena noche te refieres a discutir con un idiota, no haber pasado ni un solo segundo con mi acompañante, y asustarme por un mísero gato junto a mi mejor amiga... sí, se podría decir que es una buena noche.
(Jeremy) - Vaya, qué negatividad. - removí el contenido del vaso, mirando hacia la nada. - Eh, vamos a bailar. - le miré sorprendida.
- ¿Tú, bailar? - asintió. Solté un bufido.
(Jeremy) - Se me da bastante bien. - me dedicó unos movimientos parecidos a los del escenario, aunque no tan sexys y algo más graciosos. Solté una risotada y le alboroté el pelo. - ¡Con cuidado! - se quejó, apartándose un poco.
– No es que estuvieras demasiado repeinado antes. - levanté una ceja. - ¿Acaso alguien ha tenido el placer de enrrollarse contigo? - abrió los ojos ante mi comentario, lo que le delató.
(Jeremy) - El bueno de Jeremy nunca obligaría a nadie a besarlo. - se acercó un poco más a mí, envolviéndome en el olor a alcohol.
– Lo dudo mucho con ese aliento. - me alejé con una expresión de asco, moviendo la mano de lado a lado delante de mi nariz. Soltó una carcajada.
(Jeremy) - Mira, si hace falta te bailo sobre la barra. - colocó ambos manos sobre la amplia madera de la barra, pero puse mis manos sobre uno de sus brazos, evitándolo.
– Ya he tenido suficiente con verte allí arriba, vaquero. - y le dí una palmada en la cabeza mientras me levantaba del taburete.
(Jeremy) - He estado irresistible. - alcé una ceja.
– Díselo a aquella que te ha dejado marcado ese espléndido beso en el cuello. - se llevó la mano hacía el cuello y le dediqué una sonrisa. Seguidamente, me abrí paso entre la multitud.
Escuché un resoplido tras de mí.
(Chase) - Por fin te encuentro. ¿Estás bien? - Preguntó, pareciendo preocupado. Cogió un mechón y me lo colocó detrás de la oreja con suavidad.
- Si, no te preocupes. - Le dediqué una leve sonrisa. Bajé la vista, un poco avergonzada, y la alcé de nuevo, cruzándome con la suya. - ¿Qué te ha dicho Logan? - Pregunté con curiosidad. Al final no había podido sacárselo a Logan.
(Chase) - Solo tonterías. - Respondió, queriendo quitarle importancia. - Ese tipo no es de fiar, tiene el peligro escrito en la frente. - Me quedé pensativa y seguidamente noté su mano, cálida, envolviendo la mia. - Vamos a bailar. - Y me llevó hacía la pista de baile.
Me gustaba estar entre los brazos de Chase. Me gustaba bailar y cantar junto a él. Me gustaba pasar tiempo con él. Conseguía que me olvidara de todos los problemas o, al menos, lo hacía algo más fácil.

Terminamos sentados en los reservados, riendo y descansando de tanto bailar.
- Tengo los pies doloridos. - Me deshice de los tacones y moví los dedos, deseando poder volver a sentirlos. - Mejor.
(Chase) - Siento haberte pisado.
- No pasa nada, ya estoy acostumbrada. - Reí.
(Chase) - ¿Tantas veces te he pisado? - La preocupación y la culpa estaban escritos en su rostro. Volví a reir.
- Era broma. - Le puse una mano sobre el brazo. - Relájate, es nochevieja. - Asintió, no del todo complacido.
Seguimos hablando, elevando la voz por encima del volumen de la música y le observé mirar la hora. Pensé en Lily.
- ¿Quieres que nos vayamos ya? - Le pregunté, sabiendo que era lo correcto.
(Chase) - Sí, será mejor. - Me coloqué los tacones de nuevo. - Lily lleva mucho tiempo en tu casa y cuando se pone pesada hay que temerla.
- Pero si es un encanto. Le tiene que venir de familia. - Le dediqué una dulce mirada y él tuvo que bajar la suya, algo sonrojado.
Nos dirigimos hacía la puerta y me ayudó a ponerme el abrigo. Me sujetó la puerta del pub, me ofreció su brazo y fuimos hacía mi casa, intentando andar lo mejor que me dejaban mis doloridos pies.
 
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13 replies since 14/4/2013, 00:28   152 views
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