23-12-2012

Llegué al instituto frotándome las manos debido al frio que hacía. Miré a las colinas y a aquel blanco que se apoderaba de ellas. Ya había un pequeño grupo esperando al autobús, pero mi mirada se centró en un coche que iba disminuyendo su velocidad. Cristie se bajó del coche, seguida por su hermana, Natalie. Sonreí y nuestras miradas se cruzaron.
(Kyle) - ¡Eh, Jeremy!.- me dió un golpe en la espalda y tuve que apartar la mirada.
- ¿Qué pasa, tio?.- le saludé. Ni siquiera me había dado cuenta de que había llegado. Sonó un clacson y la madre de Kyle sacó la mano por la ventanilla.
(Kyle) - No sabes la que me dió ayer por la noche.- levanté las cejas.
- Te pasaste.
(Kyle) - Fuiste tú el que te subiste a la barra, a bailar como un poseso, porque no se puede llamar de otra forma.- le miré confuso.
- Ni siquiera lo recuerdo.
(Kyle) - A eso me refiero.- dijo, negando con la cabeza. Ya no estaba seguro de si se estaba quedando conmigo. Pero Joe lo confirmó todo.
(Joe) - Menudo bailecito te marcaste ayer.- se acercó a nosotros. Hizo un mal intento y Kyle soltó una carcajada.
- Yo no bailo así.- lo miré con cara de asco.
(Joe) - No. Es verdad. Más sexy aún.- ambos rieron. Vi una figuera acercarse a nosotros. Kyle la miró con una gran sonrisa. Puse los ojos en blanco. Me hice pasi entre Joe y Kyle.
(Joe) - ¡Pero no te enfades!.- gritó, y me siguió aún con una sonrisa plantada en su cara. - Más de una se quedó embobada.- soltó mientras levantaba y bajaba las cejas continuamente. Negué con la cabeza.
- Me da igual.- me miró sorprendido, como si no se creyera lo que estaba diciendo. No se podía ni imaginar en quién pensaba en este momento.
(Joe) - Tienes que estar de coña.- me encogí de hombros mientras lo miraba. Entonces, me choqué con alguien. Dió un resbalón pero la agarré fuertemente del brazo antes de que cayera. Era Natalie. La sonreí, aunque ella estaba seria.
(Joe) - Parece que lo hace aposta.- soltó una carcajada.
- ¿Estás bien?.- le susurré. Se limitó a asentir y a mirar a Joe mientras se alejaba de allí. Le dí una colleja y éste se quejó.
(Joe) - No sé como se las apaña para estar en el suelo siempre.- al ver que no contestaba y mi expresión era totalmente seria, levantó una ceja, esperando algún comentario sarcástico.
- Supongo que lo verá triste.- lo pilló enseguida y volvió a reir escandalosamente. No pude evitar mirarla. Se encontraba con Sadie, así que supuse que con ella estaría segura.
(Joe) - Muy buena, tio.- y me golpeó en el hombro.
El Sr. Collen dió un golpe en la puerta del autobús para captar nuestra atención. El conductor asomó la cabeza por la puerta, echándole una mirada furtiva. El Sr. Collen levantó las manos en señal de disculpa y seguidamente acarició la puerta en la que había dado los golpes, y el Sr. Firth se limitó a sonreir mientras bajaba la cabeza. Serían los dos profesores que nos acompañarían.
(Sr. Collen) - Chicos, las colinas nos esperan. Un lugar donde se podrá disfrutar, pero también aprender mucha historia y poder entrar en contacto con la naturaleza.- dijo con efusividad. Puse los ojos en blanco, deseando que no diera una de sus charlas interminables y que diera un poco de vida al asunto, como hacía de vez en cuando.- ¡Todos al bus!.- al darse la vuelta y ver al conductor se giró de nuevo para mirarnos.- ¡Sin golpes, porfavor!.- todos reimos. El Sr. Collen subió el primero, ocupando el primer asiento, mientras el Sr. Firth esperaba a que todos pasáramos mientras contaba el número de alumnos. Para algo tenía que servir el de matemáticas.
Una vez dentro, ocupamos los últimos asientos del autobús. Sadie, Natalie y Mia se quedaron por el centro, con tal mala suerte, que Ashley y sus amigas se pusieron justo en los asientos que se encontraban delante de los nuestros. Menos mal que no estaba muy lejos...
(Sr. Collen) - Bueno, creo que ya estamos todos.- Sadie pegó un salto del asiento.
(Sadie) - ¡No! Falta Chase.
- ¡No, no falta nadie!.- grité y Kyle estalló en una carcajada. Sadie me fulminó con la mirada y salió de su asiento, acercándose al Sr. Collen.
(Sadie) - Tenemos que esperarlo.- el Sr. Collen miró su reloj con desesperación. El conductor cerró las puertas y emprendió la marcha lentamente.
(Sadie) - ¿Pero qué está haciendo? ¡Pare el vehículo! ¡Sr. Collen!.- gritó, cada vez más enfadada y preocupada. Dieron unos golpes desde fuera y el conductor frenó con fuerza. Se abrieron las puertas y apareció Chase. Me volví a sentar en mi asiento, frustrado. Se tendría que haber quedado en tierra.
(Kyle) - Total, seguirá siendo el mismo perdedor de siempre.- sonreí complacido, al ver que Kyle pensaba como yo.

Todo volvió a la normalidad y emprendimos el viaje hacia las colinas, lleno de pendientes y hielo en la calzada, que provacaba el grito de algunas chicas al ver que no había ninguna barrera de protección en la carretera. Kyle iba y venía, ya que tenía que ir a ver a su amorcín tan insoportable. Aunque estuvieran juntos, seguiría sin soportarla.

(Sra. Roberts) - Tu padre dice que hace por lo menos 20 años que no nevaba así en la isla. Yo, desde luego, las veces que he estado aqui no había visto nada igual. El tiempo está loco. - mi padre había nacido y crecido en la isla, después se había marchado a Europa y conocido a mi madre y ahora nos habíamos mudado aquí para cuidar de mi abuelo.
- Nunca hubiera imaginado ver nieve en una isla. - reí. Aparcó en su plaza de profesora. Salimos del coche.
(Sra. Roberts) - Avisame cuando llegues. - me dió un beso en la mejilla.
- Si, mamá. - me eché la bolsa a un hombro.
(Sra. Roberts) - Ten cuidado y abrígate bien.
- Si, no te preocupes. - le di un abrazo y eso pareció tranquilizarla un poco. - Hasta luego.
Fui hacia donde estaba el autobús, pequeños grupos se arremolinaban a su alrededor. Vi a Kyle, estaba con Jeremy y Joe. Me acerqué, Kyle me vió. Su sonrisa hizo que el corazón me latiera más deprisa. Apenas noté la mirada de asco que me lanzó Jeremy, ahora solo podía ver a Kyle.
- Hola. - le besé. - ¿Qué tal la noche de chicos?
(Kyle) - Bien. Ya sabes, un grupo de tíos jóvenes y guapos solos en un pub, las tías se nos acercaban como moscas. - me miró con una media sonrisa. Estaba intentando ponerme celosa.
- Ah, ¿si? - intenté aparentar indiferencia.
(Kyle) - Si y la verdad es que algunas no estaban nada mal. - se pasó un dedo por la barbilla como recordándolas. Lo estaba consiguiendo. Le pegué con la mano en el hombro, seguramente a través de la gruesa tela no sintió nada. Se rió. - Que pronto te picas. - crucé los brazos sobre el pecho y le saqué la lengua. Me cogió la cabeza con ambas manos y me besó. Se me pasó el mosqueo. - ¿Y esto? - dijo moviendo las orejeras de mi gorro como si fueran alas.
- ¿No te gustan? - se encogió de hombros. - Es verdad, lo olvidaba, a ti te gustan las cosas con encaje, sino no vale. - sonreí recordando su mensaje. Me miró sin comprender. - El mensaje que me enviaste anoche, bueno, de madrugada.
(Kyle) - Sobre eso, no recuerdo exactamente lo que puse. - saqué el móvil y le enseñé el mensaje. Sonrió al leerlo. - ¿Y me has hecho caso? - me devolvió el móvil.
- ¿Quién sabe? - puse los brazos alrededor de su cuello y bajé la voz. - Y con algo para jugar, ¿a qué te referías? ¿Un látigo o algo parecido?
(Kyle) - Mm.. - me rodeó la cintura y habló al mismo nivel que yo - más bien había pensado en unas esposas. - reí y nos besamos lentamente. Podría pasarme así todo el día y no me cansaría. Se escuchó una palmada al lado nuestra. Nos separamos sobresaltados.
(Sr. Collen) - A ver, parejita, controlad esas lenguas que no quiero babas en el autobús. Que en vez de alumnos va a parecer que tengo caracoles. - Notaba el ardor de mis mejillas pero no pude evitar reirme con sus ocurrencias.
Dió un golpe en la puerta del autobús para llamar la atención de todos. El conductor asomó la cabeza por la puerta y le fulminó con la mirada. El Sr. Collen levantó las manos en señal de disculpa y acarició la puerta y el sexy Sr. Firth se limitó a sonreir mientras bajaba la cabeza.
(Sr. Collen) - Chicos, las colinas nos esperan. Un lugar donde se podrá disfrutar, pero también aprender mucha historia y poder entrar en contacto con la naturaleza.- dijo con energía. - ¡Todos al bus!.- se dió la vuelta, vio al conductor de nuevo y se giró hacia nosotros.- ¡Sin golpes, porfavor!.- todos reimos. El Sr. Collen entró el primero y el Sr. Firth se quedó en la puerta contando los alumnos.

Tras un pequeño beso de despedida, Kyle se sentó al fondo del autobús junto a Jeremy y su grupo. Natalie, Sadie y yo nos quedamos por el centro.
- Hola chicas. - las saludé con una sonrisa. - ¿Teneis ganas de llegar?
(Sadie) - Si, hace mucho que no esquío. - Natalie se quedó callada.
- ¿Y tú, Natalie?
(Natalie) - Bueno, espero no caerme.
- Ya verás como no te caes, tú agárrate a alguien que sepa. - una leve sonrisa apareció en su rostro y su mirada se perdió hacia el fondo del autobús.
(Sr. Collen) - Bueno, creo que ya estamos todos.- Sadie pegó un salto del asiento.
(Sadie) - ¡No! Falta Chase.
(Jeremy) - ¡No, no falta nadie!.- gritó, Kyle soltó una carcajada y le fulminé con la mirada. Se controló un poco.
(Sadie) - Tenemos que esperarlo.- dijo levantándose de su asiento y dirigiéndose hacia el Sr. Collen que miró su reloj con desesperación. El conductor cerró las puertas y emprendió la marcha lentamente.
(Sadie) - ¿Pero qué está haciendo? ¡Pare el vehículo! ¡Sr. Collen!.- gritó preocupada y enfadada. No era normal que Chase se retrasara de esta forma y de todas formas no era justo que el autobús se fuera sin él. Se oyeron unos golpes desde fuera y el conductor frenó bruscamente. Se abrieron las puertas y apareció Chase.

Corrí. El autobus estaba empezando a andar, fui más rápido, golpeé la fría carrocería con la mano y se paró. Las puertas se abrieron y subí los escalones. Todos los de dentro se me quedaron mirando, bajé la vista avergonzado.
(Sr. Collen) - Se puede llegar antes.
- Lo siento. - busqué con la mirada un asiento libre. Mia me había guardado uno. Me senté con ella, Sadie y Natalie estaban detrás nuestra.
(Mia) - Por poco te quedas fuera. - me dijo dándome un golpecito con el puño en el brazo.
- Si. Lo bien que me esperais. - bromeé para quitarle importancia al asunto.
(Mia) - Sadie le dijo, o mejor dicho, le gritó al sr. Collen que parase pero él tenía prisa. Has llegado justo a tiempo.
- Menos mal. - me di la vuelta en el asiento y miré a Sadie. - Gracias.
(Sadie) - No hay de qué. - se encogió de hombros. - Tú hubieras hecho lo mismo por mi. - me sonrió. Me senté mirando al frente conteniendo una sonrisa.
(Mia) - ¿Por qué no te lanzas? - dijo en voz suficientemente baja para que solo la oyera yo.
- Ni que fuera tan fácil, además, solo somos amigos. - dije frustrado. Podría haberme lanzado en varias ocasiones pero no me atreví a dar el paso, ¿y si para ella solo era eso, un amigo?
(Mia) - Tienes que encontrar el momento indicado. Si la hubieras visto como se ha puesto cuando se ha dado cuenta de que no estabas... Solo le ha faltado empujar al sr. Collen y parar el autobús ella misma.
- Estás exagerando. - pero no pude evitar sonreir. - ¿En serio? - asintió con una sonrisa en los labios. Su vista se perdió detrás de mi y su sonrisa se amplió. Giré la cabeza y alli estaba Kyle. Genial, la parejita empalagosa. Kyle me odiaba y yo le odiaba a él por eso y por juntarse con Jeremy. Bueno, en realidad no le odiaba, simplemente prefería estar el menor tiempo posible junto a él.
(Mia) - ¡Hola, cari! - le dijo alegremente.
(Kyle) - Hola. - le dijo con una sonrisa. Me miró con asco. - Williams, aquí sobras.
- ¿Ah, si? ¿Quién lo dice? - estaba bastante harto de que me hablaran así, él y Jeremy. Se sorprendió de mi contestación.
(Kyle) - Yo. ¡Largo! - hizo una seña con el pulgar hacia atrás. Le aguanté la mirada durante un rato. No sé por qué pero al final cedí. Resoplé, algún dia me hartaría de que me mangonearan así y descubrirían quién soy yo.
Los asientos detrás de Sadie y Natalie estaban vacíos así que me senté allí. Miré por la ventana. La nieve lo cubría todo y estaba cada vez más empinado. Las curvas eran bastante cerradas y no había ninguna barrera de protección. Estiré el cuello para ver la profundidad de la pendiente.
(Sadie) - Está alto, ¿verdad? - se había girado en su asiento y seguía la dirección de mi mirada.
- Bastante. - me miró. - ¿Cómo estás? - pregunté sin saber de qué tema hablar.
(Sadie) - Bien. - se encogió de hombros. - ¿Y cómo que el puntual señorito Chase ha llegado tarde?
- Me he entretenido, además, mi padre no me podía llevar así que he venido andando. - no quería preocuparla con lo de Lily, mierda, ¿ahora pensaba como mi padre? No, esto era distinto. Yo era su hermano, debía saberlo, y Sadie.. bueno, ella ya tenía bastantes cosas en la cabeza como para añadirle otra más.
(Sadie) - Kyle es un maleducado. Si quería sentarse con Mia se podrían haber puesto en otro asiento ellos o pedirtelo de otra forma.
- Bah, ¿qué más da? - le quité importancia. Me miró en silencio y agitó la cabeza.
(Sadie) - Eres demasiado bueno. - el conductor giró en una curva y todos los del interior del coche nos movimos hacia la derecha. Sadie se agarró al respaldo del asiento y yo apoyé la mano en el asiento vacío de mi derecha para no perder el equilibrio. - Bueno, me vuelvo hacia delante que con tantas curvas... - asentí.
Me puse los cascos, subí el volumen y apoyé la cabeza sobre el cristal.

Cristie se bajó del coche y entró al edificio, al menos hoy no tendría que aguantarla en todo el día. Cerré con cuidado, mi padre bajó la ventanilla.
(Sr. Rhodes) - Ten cuidado, no te caigas demasiado.
- Muy gracioso - sonreí falsamente, él lo hizo de forma divertida - hasta luego. Arrancó y desapareció tras el autobús que nos llevaría a las colinas que ya esperaba aparcado. Con la primera mirada que me encontré fue con la de Jeremy, hasta que Kyle apareció y como siempre volvía a ser invisible. Busqué a Sadie, cosa que fue difícil entre tantos gorros y compañeros embutidos en ropa de invierno, en cierto modo, parecía divertido. Iba andando mientras la buscaba y me resbalé con la nieve que había en la acera, chocándome con Jeremy y perdiendo el equilibrio. Me agarró para que no cayera. Sonreía.
(Joe) - Parece que lo hace aposta.- soltó una carcajada. Me puse seria, normal que no quisiera decirle a sus amigos lo nuestro..
(Jeremy) - ¿Estás bien?.- me susurró. Asentí y me alejé de allí. Vaya forma de comenzar el día.
Llegué al fín hasta Sadie, tenía la mirada perdida, como pensando.
- ¿Te pasa algo? - pestañeó y me miró.
(Sadie) - Trauma mañanero - levanté la ceja desconcertada antes de soltar una carcajada - imaginatelo - me mordí el labio sin que se me ocurriera nada - mi hermana y su novio..
- ¡Vale! ¡Captado! - reimos a la vez.
El Sr. Collen dió un golpe en la puerta del autobús para captar nuestra atención, cosa que no le gustó al conductor. Sr. Firth, el que les daba matemáticas se limitó a sonreir ante la expresión del conductor.
(Sr. Collen) - Chicos, las colinas nos esperan. Un lugar donde se podrá disfrutar, pero también aprender mucha historia y poder entrar en contacto con la naturaleza.- cualquier tema era intereante para él - ¡Todos al bus!.- al darse la vuelta y ver al conductor se giró de nuevo para mirarnos.- ¡Sin golpes, porfavor!.- todos reimos. Entramos de uno en uno en el autobús; Mia, Sadie y yo nos sentamos por el centro, yo con Sadie y Mia en el asiento de delante. Se puso de rodillas en su asiento y se giró hacia nosotras.
(Mia) - Hola chicas. - nos dijo con su característica sonrisa - ¿Teneis ganas de llegar?
(Sadie) - Si, hace mucho que no esquío. - intenté evitar el tema, los deportes eran tabú para mi.
(Mia) - ¿Y tú, Natalie?
- Bueno, espero no caerme. - dije con total sinceridad aunque sabía que me caería, y no solo una vez.
(Mia) - Ya verás como no te caes, tú agárrate a alguien que sepa. - sonreí levemente y miré hacia el fondo del autobús donde estaba sentado Jeremy con sus amigos, ojala pudiera estar un rato a solas hoy con él.
(Sr. Collen) - Bueno, creo que ya estamos todos.- Sadie pegó un salto del asiento.
(Sadie) - ¡No! Falta Chase.
(Jeremy) - ¡No, no falta nadie!.- gritó. Puse los ojos en blanco, tan amable como siempre..
(Sadie) - Tenemos que esperarlo.- dijo levantándose de su asiento y dirigiéndose hacia el Sr. Collen que miró su reloj con desesperación. Noté como el autobús se ponía en movimiento. ¿No ibamos a esperar a Chase?
(Sadie) - ¿Pero qué está haciendo? ¡Pare el vehículo! ¡Sr. Collen!.- gritó enfadada. Se escucharón unos golpes en la chapa del autobús y el conductor frenó. Chase acababa de llegar. Suspiré, menos mal, si no me veía a Sadie tirando ella misma de la palanca de freno. Se sentó con Mia, aunque poco después tuvo que cambiarse porque Kyle quería sentarse con ella. Kyle podía llegar a ser insoportable muchas veces, igual que Jeremy, pero se veía que la quería. Sadie estuvo hablando con Chase. Me limité a mirar por la ventana, como poco a poco nos acercábamos a las colinas.
(Sadie) - Es precioso - pegué un salto - ¿tanto miedo te doy? - rió.
- Pensaba que hablabas con Chase - eché una ojeada y éste se había puesto los cascos. La volví a mirar y sonreía. - se te nota a leguas.
(Sadie) - ¿El qué se me nota?
- Vamos, no hace falta ser tu mejor amiga para saber que te gusta. -
(Sadie) - Sshh - me dijo mirando a ambos lados - solo es mi amigo. - se mordió el labio.
- Si, venga, y yo tengo una escopeta para matar zombies.
(Sadie) - Él.. ¡espera! ¿Escopeta para matar zombies?
- Es lo primero que se me ha ocurrido - nos reimos a carcajadas. - tiempo al tiempo - la agarré del brazo - lo pasado pasado está y bueno, no me negarás que Chase te hace feliz - volví a echarle una ojeada, era imposible que nos oyera, podía escuchar su música de lo fuerte que llevaba los cascos.
(Sadie) - En eso llevas razón.
- Claro que la llevo - sonrió. - medítalo. Mía se giró de pronto con efusividad y nos señaló las pistas de esqui. Ya habíamos llegado.
(Kyle) - ¿Quién se apunta a una carrera? - gritó dirigiendose hacia todo el autobús. El Sr. Collen se acercó a él. - ¿usted se apunta? - dijo con una amplia sonrisa.
(Sr. Collen) - Me apunto a que te sientes y dejes de levantarte, llevas todo el camino de paseo. - Kyle se sentó.
(Kyle) - Pero, ¿se apunta o no? - todos nos reimos, incluso pude ver una pequeña sonrisa en la cara del Sr. Collen.
(Sr. Firth) - ¡Ya hemos llegado! Salid de uno en uno - el autobús se paró - y quedaos cerca del autobús.
Fuimos saliendo poco a poco, tuve que dejar salir a algunos de los asientos de atrás. Cuando por fín estuve en el pasillo del autobús entre todo el mundo sentí como el que estaba detrás mía me cogía suavemente la mano para luego soltarla. Sonreí, no hacía falta girarme para saber quien era. Realmente, necesitaba pasar un buen rato con él, el cómo, aún no lo sabía.

Chase entró en el autobús avergonzado, el Sr. Collen le dijo algo y se sentó a mi lado.
- Por poco te quedas fuera. - le dije dándole un golpecito en el brazo.
(Chase) - Si. Lo bien que me esperais. - bromeó.
- Sadie le dijo, o mejor dicho, le gritó al sr. Collen que parase pero él tenía prisa. Has llegado justo a tiempo.
(Chase) - Menos mal. - se giró en el asiento y se dirigió a Sadie - Gracias.
(Sadie) - No hay de qué. Tú hubieras hecho lo mismo por mi. - la escuché decir a mi espalda. Chase miró al frente con una sonrisa de bobo enamorado.
- ¿Por qué no te lanzas? - le susurré.
(Chase) - Ni que fuera tan fácil, además, solo somos amigos. - dijo frustrado.
- Tienes que encontrar el momento indicado. Si la hubieras visto como se ha puesto cuando se ha dado cuenta de que no estabas... Solo le ha faltado empujar al sr. Collen y parar el autobús ella misma.
(Chase) - Estás exagerando. - dijo, pero aún así sonrió - ¿En serio? - asentí con una sonrisa. Estaba claro que a ella también le gustaba. Kyle apareció detrás de Chase, sonreí aún más.
- ¡Hola, cari! - le dije.
(Kyle) - Hola. - me devolvió la sonrisa. Miró a Chase con asco. - Williams, aquí sobras.
(Chase) - ¿Ah, si? ¿Quién lo dice? - siempre estaban igual. ¿Tan díficil era que se llevaran bien o, por lo menos, que se hablarán bien?
(Kyle) - Yo. ¡Largo! - señaló con el pulgar hacia atrás. Se aguantaron la mirada hasta que Chase cedió y se sentó detrás de Natalie y Sadie. Kyle se puso en el sitio de Chase y me fue a besar pero eché ligeramente la cabeza hacia atrás, crucé los brazos sobre el pecho y le miré.
(Kyle) - ¿Qué? ¿Qué pasa? - alcé una ceja.
- No deberías tratarle así.
(Kyle) - Él se lo ha buscado, estaba en medio. - me frotó suavemente los brazos con sus manos. - Solo quería sentarme contigo. - dijo con voz dulce, sonreí y bajé la mirada.
- Yo también. - dejé caer los brazos sobre mi regazo. - Pero hay otras formas de pedirselo. - quería a Kyle pero odiaba cuando se comportaba como un imbécil. Chase era una buena persona y no se merecía que lo trataran tan mal. Suspiró.
(Kyle) - Lo tendré en cuenta la próxima vez. - asentí, me besó y apoyé la cabeza sobre su hombro.

Kyle estuvo todo el trayecto cambiándose de su sitio al lado de Jeremy al de mi lado. Las pistas de esquí aparecieron en la ventana. Me giré y se las señalé a Sadie y Natalie.
(Kyle) - ¿Quién se apunta a una carrera? - gritó dirigiendose a todo el autobús. Sonreí recordando la carrera en silla de ruedas que echaron él y mi abuelo. El Sr. Collen se le acercó. - ¿usted se apunta? - dijo con su resplandeciente y traviesa sonrisa.
(Sr. Collen) - Me apunto a que te sientes y dejes de levantarte, llevas todo el camino de paseo. - Kyle se sentó.
(Kyle) - Pero, ¿se apunta o no? - dijo sin desanimarse. Todos nos reimos, incluso el sr. Collen sonrió.
(Sr. Firth) - ¡Ya hemos llegado! Salid de uno en uno y quedaos cerca del autobús.

La multitud empezó a acumularse en frente del autobús. Con aquella imagen aún en la cabeza, me colé entre la gente. Tenía ganas de empezar todo esto, simplemente porque no soportaba tener esa escena más tiempo en mi cabeza. Observé algunos grupos: Jeremy con Joe, Kyle con Mia, Chase... ¿dónde estaba Chase? Agité la cabeza. No tardaría en llegar. Natalie se plantó a mi lado, despertándome de mis pensamientos, o mejor dicho, de mi trauma.
(Natalie) - ¿Te pasa algo? - la miré.
- Trauma mañanero - levantó la ceja desconcertada y seguidamente, una carcajada. - imaginatelo... mi hermana y su novio..
(Natalie) - ¡Vale! ¡Captado! - reimos a la vez.
El Sr. Collen dió un golpe en la puerta del autobús para captar nuestra atención, haciendo que el conductor mostrara su descontento. Reí. Este hombre no tiene remedio... El Sr Fith se encontraba apoyado sobre las paredes del autobús de forma cómoda. Me mordí el labio.
(Sr. Collen) - Chicos, las colinas nos esperan. Un lugar donde se podrá disfrutar, pero también aprender mucha historia y poder entrar en contacto con la naturaleza.¡Todos al bus!.- gritó por fin. Al girarse, se encontró con la mirada del conductor nuevamente.- ¡Sin golpes, porfavor!.- todos reimos. Nos abrimos pasos en el estrecho pasillo, quedándonos en la parte central del autobús. Los asientos grisáceos fueron ocupados poco a poco.
(Mia) - Hola chicas. - sonrió ampliamente, lo que me hizo devolverle la sonrisa - ¿Teneis ganas de llegar?
- Si, hace mucho que no esquío. - le contesté. Ambas miramos a Natalie, esperando su respuesta.
(Mia) - ¿Y tú, Natalie?
(Natalie) - Bueno, espero no caerme.
(Mia) - Ya verás como no te caes, tú agárrate a alguien que sepa. - sonrió. Los segundos siguientes, me limité a buscar a Chase. Este chico era invisible, ¿o qué? Estiré el cuello y me incorporé del asiento, esperando encontrarlo de esta forma, pero nada.
(Sr. Collen) - Bueno, creo que ya estamos todos.- al escuchar esto, pegué un salto.
- ¡No! Falta Chase.
(Jeremy) - ¡No, no falta nadie!.- gritó. Le fulminé con la mirada y salí de mi asiento, acercándome al Sr. Collen.
- Tenemos que esperarlo.- el Sr Collen miró el reloj y puso una mueca. El autobús se puso en movimiento, y noté como la ira me recorria cada parte del cuerpo.
- ¿Pero qué está haciendo? ¡Pare el vehículo! ¡Sr. Collen!.- grité enfadada. Acerqué mi mano a la palanca del freno de mano, pero se escucharón unos golpes en la chapa del autobús y el conductor frenó. Era Chase. Suspiré aliviada. Volví a mi sitio con una amplia sonrisa. Vi como Jeremy mantenía aquella expresiín tan típica de cada vez que veía a Chase. Le saqué la lengua, ya que yo había conseguido mi propósito. Me enseñó el dedo central, haciéndome un pequeño corte de lengua. Le guiñé un ojo mientras seguía con mi sonrisa.
(Mia) - Sadie le dijo, o mejor dicho, le gritó al sr. Collen que parase pero él tenía prisa. Has llegado justo a tiempo.- me centré en ellos al escuchar mi nombre.
(Chase) - Menos mal. - dijo mientras se daba la vuelta en el asiento para mirarme. - Gracias.- dijo con sinceridad.
- No hay de qué. - me encogí de hombros. - Tú hubieras hecho lo mismo por mi. - le sonreí y volvió a colocarse bien en el asiento.
Kyle no tardó en aparecer, echando a Chase del asiento. Empecé a dudar si era para joder a Chase, o porque realmente quería estar con Mia, pero cuando miré hacia el fondo del autobús, Jeremy fulminaba a Kyle con la mirada, cosa que me confirmó lo que realmente era.
Chase ocupó el asiento de detrás nuestra. Tenía la mirada perdida através de la ventana.
- Está alto, ¿verdad?
(Chase) - Bastante. - le miré. - ¿Cómo estás?.- me preguntó.
- Bien. - me encogí de hombros. - ¿Y cómo que el puntual señorito Chase ha llegado tarde?- alcé una ceja.
(Chase) - Me he entretenido, además, mi padre no me podía llevar así que he venido andando.
- Kyle es un maleducado. Si quería sentarse con Mia se podrían haber puesto en otro asiento ellos o pedirtelo de otra forma.- le atravesé con la mirada, pero seguidamente, volví a mirar a Chase.
(Chase) - Bah, ¿qué más da? - le intentó quitar importancia. Agité la cabeza.
- Eres demasiado bueno. - el conductor giró en una curva, provocando que me fuera hacia la derecha. Me agarré al respaldo del asiento.- Bueno, me vuelvo hacia delante que con tantas curvas... - asintió. Volví a echar una ojeada fuera del autobús. Estábamos llegando a las colinas, y las vistas eran preciosas. Grandes pinos rodeaban todo el descenso de las montañas. Lo que en otras temporadas se encontraba lleno de un color verde vivo, hoy era totalmente blanco.
- Es precioso - Natalie pegó un salto - ¿tanto miedo te doy? - reí.
(Natalie) - Pensaba que hablabas con Chase - le dedicó una simple mirada, para darse cuenta de que se encontraba con los cascos puestos. - se te nota a leguas.
- ¿El qué se me nota?.- pregunté, confusa o intentando parecerlo.
(Natalie) - Vamos, no hace falta ser tu mejor amiga para saber que te gusta.
- Sshh - la callé, mirando a ambos lados. - solo es mi amigo. - me mordí el labio.
(Natalie) - Si, venga, y yo tengo una escopeta para matar zombies.
- Él.. ¡espera! ¿Escopeta para matar zombies?
(Natalie) - Es lo primero que se me ha ocurrido - nos reimos a carcajadas. - tiempo al tiempo - me agarró del brazo - lo pasado pasado está y bueno, no me negarás que Chase te hace feliz.
- En eso llevas razón.- suspiré, sin ningún propósito al que agarrarme, algo que me hiciera ver que no podía estar con él, pero la verdad es que no encontré nada.
(Natalie) - Claro que la llevo - sonreí. - medítalo.- Mía se giró hacía nosotros y señaló las pistas de esquí que se podía observar a lo lejos. Natalie y yo nos mriamos y sonreimos complacidas.
(Kyle) - ¿Quién se apunta a una carrera? - gritó dirigiendose hacia todo el autobús. El Sr. Collen se acercó a él. - ¿usted se apunta? - dijo con una amplia sonrisa.
(Sr. Collen) - Me apunto a que te sientes y dejes de levantarte, llevas todo el camino de paseo. - solté una carcajada y Kyle se sentó.
(Kyle) - Pero, ¿se apunta o no? - volví a reir, al oigual que todo, y centré mi mirada en el Sr. Collen, que dejó ver una pequeña sonriosa.
(Sr. Firth) - ¡Ya hemos llegado! Salid de uno en uno - el autobús se paró - y quedaos cerca del autobús.- nos ordenó.
Pegué un pequeño salto desde las escaleras del autobús, dejando que la nieve y el frio se apoderara de mí. Miré a mi alrededor para ver como el blanco se había hecho dueño de todo.
Dirigí mi mirada hacía la puerta del autobús, del cual aún seguían saliendo personas. Vi a Chase y me agaché, cogiendo un montocito de nieve sobre mis manos. Le dí forma, creando una imperfecta bola. Levanté el brazo y lancé la bola hacía él cuando estaba de espaldas. Le dió en la nuca y colocó su mano sobre ésta. Solté una carcajada y me miró con una amplia sonrisa, aunque seguidamente se puso serio. Se agachó con tal rapidez, que apenas me dió tiempo a salir corriendo. En toda la espalda. Volví a coger un poco nieve y se la tiré tan rápido como pude, con tal mala suerte que en ese momento pasaba Jeremy por allí. Le dí en la cara, y no pude evitar tapar la mia con ambas manos, a pesar de que mis guantes estaban llenos de nieve. Jeremy me fulminó con la mirada, y seguidamente a Chase, que le dió la espalda, escondiendo una leve sonrisa. Me encogí de hombros.
- Solo es nieve.- levantó una ceja.- Agua congelada.- me dedicó una falsa sonrisa.
(Jeremy) - Sé lo que es la nieve...- rechistó.
- Menos mal. Ya me había empezado a preocupar.- hizo ademán de volver a andar, pero cambió su marcha y corrió hacía mí, cogiéndome por la cintura. Solté una carcajada y noté su sonrisa. Su respiración su coló através de mi pelo.
(Jeremy) - Que sea la última vez que me apuntas.- dijo, mientras me soltaba. Seguidamente, noté como algo pesado y frio caía en mi cabeza. Acabábamos de llegar y ya estaba empapada... La nieve se fue derritiendo en mi cabeza y Jeremy me tendió el gorro.
- Gracias.- le dije en tono irónico.
(Jeremy) - Un placer.- me dijo, seguido de una leve reverencia y guiñándome un ojo. Se acercó hacia el autobús, donde el Sr Fith estaba haciendo el recuento. Me coloqué al lado de Natalie, esperando a que terminara.
Tras contar varias veces todas las cabezas de la multitud, cogimos las mochilas y nos llevaron al que sería nuestro bungalow.
Tenía el presentimiento de que sería un gran día.

Mi madre continuó durante todo el camino hacía el instituto dándome indicaciones sobre lo que debía y no debía hacer. Me limité a escuchar un murmullo y a asentir a todo lo que me decía. Fue disminuyendo la velocidad para aparcar, pero abrí la puerta antes de que parara el coche por completo.
- Adiós, mamá.
(Sra Freeman) - ¡Llámame cuando llegues!.- fue lo último que escuche. Me despedí con la mano y me acerqué a la multitud que esperaba en frente del gran autobús que nos llevaria hacía las colinas.
- ¡Eh, Jeremy!.- le saludé con un golpe en la espalda cuando lo ví.
(Jeremy) - ¿Qué pasa, tio?.- me devolvió el salido. Sonó un clacson y como no... era mi madre. ¿Aún seguía allí?
- No sabes la que me dió ayer por la noche.- levantó las cejas.
(Jeremy) - Te pasaste.
- Fuiste tú el que te subiste a la barra, a bailar como un poseso, porque no se puede llamar de otra forma.- me miró confuso.
(Jeremy) - Ni siquiera lo recuerdo.- y eso confirmaba mis sospechas.
- A eso me refiero.- dije, negando con la cabeza.
(Joe) - Menudo bailecito te marcaste ayer.- se acercó a nosotros. Intentó imitarlo y solté una carcajada.
(Jeremy) - Yo no bailo así.- le dedicó una mirada de asco.
(Joe) - No. Es verdad. Más sexy aún.- reimos. Una pequeña figura se acercó a nosotros. Aquellos movimientos eran inconfundibles. Pensar que la veía todos los días y aún así, tenía ganas de tenerla entre mis brazos. Sonreí ampliamente y, recibí un pequeño empujón por parte de Jeremy. Joe me miró frunciendo el caño y me encogí de hombros. Seguidamente, fue detrás de él.
(Mia) - Hola. - me besó. - ¿Qué tal la noche de chicos?
- Bien. Ya sabes, un grupo de tíos jóvenes y guapos solos en un pub, las tías se nos acercaban como moscas. - la miré con una media sonrisa.
(Mia) - Ah, ¿si?.
- Si y la verdad es que algunas no estaban nada mal. - me pasé un dedo por la barbilla, como pensativo. Me pegó un pequeño tortazo en el hombro. Se había puesto celosa, misión conseguida. Reí.- Que pronto te picas. - cruzó los brazos sobre el pecho y me sacó la lengua. Le cogí la cabeza con ambas manos y la besé. Cuando se ponía celosa, estaba irresistible. En realidad siempre, pero sus celos me podían. - ¿Y esto? - pregunté moviendo las orejeras de su . Era divertido, al igual que ella.
(Mia) - ¿No te gustan? - me encogí de hombros. - Es verdad, lo olvidaba, a ti te gustan las cosas con encaje, sino no vale. - Le miré confuso. ¿Por qué decía eso? - El mensaje que me enviaste anoche, bueno, de madrugada.
- Sobre eso, no recuerdo exactamente lo que puse. - sacó el móvil y me mostró la pantalla con el mensaje. Sonreí al leerlo. - ¿Y me has hecho caso? - le pregunté, devolviéndole el móvil. Sin duda, era mucho más increible cuando estaba borracho.
(Mia) - ¿Quién sabe? - puso los brazos alrededor de mi cuello y bajó la voz. - Y con algo para jugar, ¿a qué te referías? ¿Un látigo o algo parecido?
- Mm.. - le rodeé la cintura e imité su nivel de voz.- más bien había pensado en unas esposas. - rió y nos besamos lentamente. Mostrándonos que nos perteneciamos. Solo eramos ella y yo... hasta que una palmada me sobresaltó, haciendo que dejara atrás mis pensamientos. Nos separamos y el Sr Collen se encontraba a nuestro lado.
(Sr. Collen) - A ver, parejita, controlad esas lenguas que no quiero babas en el autobús. Que en vez de alumnos va a parecer que tengo caracoles. - sonreí. Menudo ocurrencia... Mia bajó la mirada, un poco avergonzada.
Dió un golpe en la puerta del autobús para llamar nuestra atención. El conductor, con una calva pronunciada, asomó la cabeza por la puerta y le fulminó con la mirada. El Sr. Collen levantó las manos en señal de disculpa y acarició la puerta mientras el Sr. Firth sonreía mientras bajaba la cabez ay negaba con ésta misma.
(Sr. Collen) - Chicos, las colinas nos esperan. Un lugar donde se podrá disfrutar, pero también aprender mucha historia y poder entrar en contacto con la naturaleza.- como le gustaba todos esos rollos... - ¡Todos al bus!.- se giró, quedando en frente del conductor y al fijarse en su mirada y en lo ocurrido anteriormente, nos dijo: ¡Sin golpes, porfavor!.- todos reimos. El Sr. Collen entró el primero y el Sr. Firth se quedó en la puerta contando los alumnos.

Besé una vez más los rosados labios de Mia y me hice paso por el estrecho y alrgo camino, intentando llegar a la parte posterior del autobús, donde ya se encontraban Jeremy y Joe. Controlé donde se colocó Mia. Justo en el centro con las demás chicas.
(Sr. Collen) - Bueno, creo que ya estamos todos.- Sadie pegó un salto del asiento.
(Sadie) - ¡No! Falta Chase.
(Jeremy) - ¡No, no falta nadie!.- gritó, solté una carcajada. ¿Para qué le necesitábamos?
(Sadie) - Tenemos que esperarlo.- dijo levantándose de su asiento y dirigiéndose hacia el Sr. Collen que miró su reloj con desesperación. Nunca entendría cómo lograban soportar a un ser parecido. El conductor cerró las puertas y emprendió la marcha lentamente.
(Sadie) - ¿Pero qué está haciendo? ¡Pare el vehículo! ¡Sr. Collen!.- gritó enfadada. Noté la tensión en Jeremy, deseando que aumentara la velocidad, pero se oyeron unos golpes en la chapa del autobús y el conductor frenó bruscamente. Empecé a dudar si frenaba por los golpes o por que Chase se encontraba abajo... Si hubiera sido yo el conductor, obviamente por los golpes. Reí al pensarlo.
Estuve un rato más con Jeremy, hasta que decidí que ya era hora de ver a Mia. Además, tampoco me gustaba que estuviera sentada con Chase.
Cuando me vió detrás de él, me dedicó una amplia sonrisa que se la devolví sin reparo.
(Mia) - ¡Hola, cari! - dijo con efusividad.
- Hola. - sonreí y le dediqué una mirada de asco a Chase. - Williams, aquí sobras.
(Chase) - ¿Ah, si? ¿Quién lo dice? - levanté las cejas tras su contestación.
- Yo. ¡Largo! - hice una seña con el pulgar hacia atrás. Nos aguantamos la mirada y, finalmente cedió. Desapareció de entre los asientos de un poco más atrás con un leve resoplido.
Tras el breve percance, me colocó en el sitio donde antes se encontraba Chase y fui a besarla, pero echó ligeramente la cabeza hacia atrás, cruzó los brazos sobre el pecho como siempre que se enfadaba y me miró.
- ¿Qué? ¿Qué pasa? - alzó una ceja.
(Mia) - No deberías tratarle así.
- Él se lo ha buscado, estaba en medio. - le froté suavemente los brazos.- Solo quería sentarme contigo. - dije con voz dulce, esperando que colora y dejara el enfado. Aunque, lo había dicho con toda la sinceridad del mundo. Sonrió levemente.
(Mia) - Yo también. Pero hay otras formas de pedirselo. - no me quedó otra que dejarlo pasar, o era capaz de seguir con el tema durante todo el viaje, y no pensaba fastidiarlo todo por una tontería como esta. Suspiré.
- Lo tendré en cuenta la próxima vez. - asintió, la besé y apoyó la cabeza sobre mi hombro.

Me dediqué a pasearme durante todo el trayecto de un lado hacía otro. Jeremy, Mia, Jeremy, Mia. Volví a mi asiento de al lado de Jeremy y me asomé por la gran ventana posterior del autobús. Joe se puso de rodillas sobre el asiento y siguió mi mirada.
- ¡Ya hemos llegado! Este día va a ser mortal.- dije y le dí a Jeremy un leve golpe en el brazo. No dijo nada, y su boca dibujaba una línea recta.- ¡Oh, venga! Jeremy... No seas aguafiesta.- me miró de reojos.
- ¿Quién se apunta a una carrera? - grité, dirigiéndome a todo el autobús. El Sr. Collen se le acercó. - ¿usted se apunta? - le pregunté con una amplia sonrisa, no dispuesto a escuchar un no por respuesta.
(Sr. Collen) - Me apunto a que te sientes y dejes de levantarte, llevas todo el camino de paseo. - me senté, pero eso no significaba que me diera por vencido.
- Pero, ¿se apunta o no? - seguí con una sonrisa en mi rostro. Estaba motivado y tenía muchisimas ganas de pisar la nieve. Se escucharon bastantes carcajadas, y el Sr Collen mostró una leve sonrisa, incluido Jeremy. Lo miré complacido. Le caía bien al Sr Collen, estaba seguro.
(Sr. Firth) - ¡Ya hemos llegado! Salid de uno en uno y quedaos cerca del autobús. Empezaron a levantarse de sus asientos y coloqué mis manos a ambos lado del autobús, abriéndome paso con mayor facilidad. Pegué un salto para bajar los escalones del autobús y aspiré. La nariz se me congelaba y apenas sentía las manos a pesar de tener los guantes puestos. Este día iba a ser especial. Miré a Mia y, sí, lo iba a ser.